La galaxia del cómic local parece haber podido surfear los embates de la pandemia. Algunas editoriales afianzadas lograron recuperar terreno en el último año y nuevos sellos empiezan a posicionarse con publicaciones de calidad. Las propuestas estilísticas y temáticas de la lista que sigue dan cuenta del momento de vitalidad que atraviesa el lenguaje de las viñetas a partir de búsquedas plurales: autobiografías puntuadas por lo fantástico, fútbol, poesía en verso mixturada con viñetas, humor absurdo y ciencia ficción; son algunas de las características del mapa comiquero que se armó en este 2021 que coquetea con despedirse del COVID-19.
Xina Ocho – Inframundo
Hotel de las Ideas
Incómodos almuerzos familiares, jornadas laborales insoportables y noches de excesos pueblan los días de Carolina, una veinteañera en crisis cuya inestabilidad es cada vez más grande y su angustia cada vez más honda. Cruda, devastadora, pero también hilarante y corrosiva, Inframundo -la recién estrenada ópera prima de Xina Ocho– nos muestra, con prodigiosa destreza gráfica y narrativa, el costado más amargo -y a veces absurdo- de la vida adulta y sus conflictos adyacentes. – Micaela Soquiransky
Feli Punch – Siesta
Editorial Aguinaldo
Una novela gráfica muda, que apuesta a la potencia del dibujo sin recurrir a globos dialogales. Héroes delineados con un trazo fino, que recorren múltiples escenarios sin explicación racional. Relatos vertebrados sin lógica causal aparente van componiendo a Siesta como la fiesta narrativa de los durmientes, de los somnolientos, de personajes que se atreven a transitar sin titubeos entre lo inexplicable, lo maravilloso. – Edu Benítez
Alejandro Farías y Mariana Ruiz Johnson – Cuentos inciertos
Maten al mensajero
Mariana Ruiz Johnson y Alejandro Farías ya habían funcionado como una dupla imbatible en el libro El viaje alucinante, una versión alternativa sobre el viaje de Magallanes. En su segunda obra juntos, se abocaron a trabajar en una recopilación de microhistorias donde la ilustradora se luce con el uso del color dotando de poder los relatos creados por el guionista. En 112 páginas nos llevan por hermosas composiciones, a veces nocturnas, que transcurren en medio de la ciudad o la naturaleza y que transitan entre lo fantástico, lo cotidiano y lo terrífico. – Diana Romero
Jorge González – Llamarada
Hotel de las Ideas
Virtuosa y nostálgica novela gráfica editada por Hotel de las Ideas a mediados de este año. Jorge González narra lahistoria y el oficio de los hombres de su familia desde la Avellaneda del 1900 hasta la España actual. Inicia con el protagónico de su abuelo José -jugador del Racing Club de antaño- hasta llegar a su propio hijo Mateo, quien retomará la vocación futbolística. Una fábula visualmente exquisita sobre la familia que rinde tributo a los seres queridos que ya no están en este plano de la existencia. – Cristian Calavia
Paula Sosa Holt – Campamento negación
Editorial Paradojas
En un formato breve de cuarenta páginas, la autora de Vainilla Kids (2017) y Pip y Pep (2017) logra una hermosa composición en que la palabra e imagen se potencian y complementan. Campamento negación escapa de la literalidad al estar construida a partir de poemas y dibujos que coexisten en cada página y que el lector puede unir a su gusto. Es un viaje a lo más profundo, en el bosque, en las emociones que nos atan a lo luminoso o a la misma oscuridad de la que a veces es tan difícil salir. – Diana Romero
Gustavo Sala – Buenos Aires en pelotas: La guía definitiva para pasarla mal en la París de Sudamérica
Sudamericana
En este nuevo libro, publicado en el último tramo del año por Editorial Sudamericana, el genial y siempre picante Gustavo Sala señala y describe con toda su impronta tanto el éxtasis de la cultura local como los rincones más miserables de su idiosincrasia. El resultado es un recorrido por la capital argentina en todo su esplendor, un retrato cínico y divertido de la sociedad porteña ideal para reírse desde la perspectiva de lo políticamente incorrecto. – Cristian Calavia
Pablo Vigo – Dusko
Maten al mensajero
Estas cinco historias dibujadas y escritas por Pablo Vigo están maravillosamente custodiadas en las contratapas por uno de los poemas más hermosos de la música de los sesenta: “La taberna de Dusko”, de Leonard Cohen. Transitando por todos los géneros, el historietista narra historias de gente común que transcurren en la ciudad y que, en el fondo de cada personaje, están atravesadas por submundos llenos de conceptos y de dualidades. Esta obra publicada por Maten al Mensajero es un logro del autor para equilibrar lo que se ve, lo que se lee y aquello que el mismo lector construye. – Diana Romero
Damián Connelly – Me prometiste oscuridad
Deriva Editorial
Este año le habíamos dado a Damián Connelly su merecido espacio en esta sección cuando reseñamos esa maravilla llamada La extraña desaparición de Barnabas Jones (con Kundo Krunch como coequiper). Esta vez en modo solista se despacha con la construcción de un mundo distópico donde el paso del cometa Halley pone todo patas para arriba: zombies, ritos extraños, auras protectoras. Historias donde lo sobrenatural acecha y se representa con un dibujo híperexpresivo en full blanco y negro. – Edu Benítez
Femimutancia – Banzai
Feminismo Gráfico
Familiares recorridos urbanos, personajes imaginarios y sueños psicodélicos hacen parte del universo de Be, lx protagonistx de esta novela gráfica -editada por el sello Feminismo Gráfico- que reflexiona sobre las búsquedas identitarias y las tensiones entre la mirada propia y ajena. Femimutancia construye, con imaginación y sensibilidad, un relato que aborda temas de gran relevancia en el presente como la identidad de género y la salud mental. – Micaela Soquiransky
Ernán Cirianni – La pandemia de mi vida
Loco Rabia
La crónica de cuarentena de Ernán Cirianni, editada por Loco Rabia en la primera parte del año, podría ser la prueba fehaciente de que a la tragedia no le hace falta tomarse tanto tiempo para convertirse en comedia. Con la incertidumbre de un escenario apocalíptico a flor de piel, las tiras que se hicieron virales en las redes sociales durante el 2020, y que luego le dieron forma a La pandemia de mi vida, son un gran registro de época para reírsele a la desgracia en la cara (aunque sea por un rato). – Cristian Calavia