Dos corrientes que fluyen en aparente separación, pero que en realidad se entrelazan en un sutil abrazo. Frente a amantes y detractores, FrioLento carga sobre la espalda con semejante carga para desenrollar una pista en las tinieblas. Un ejercicio audaz y atrevido que pocos se animarían a emprender, algo tan osado y polémico a la vez: ensombrecer el colorinche reggaetonero con la melancolía fúnebre del post punk. Sin embargo, la banda chilena logró dar rienda suelta a tal desafío con una carrera vertiginosa y un repertorio que rompe las barreras convencionales.
Los integrantes de la banda, un grupo de cuatro músicos, aportan una riqueza de influencias que convergen en su aprecio compartido por el rock latino. Este género se nutre de las raíces del post punk que dejó una marca indeleble en la identidad sonora de la banda. “Es una evolución -explica el cantante Cris Alejandro en conversación con Indie Hoy-, porque el rock latino nació cuando empezaron a llegar los vinilos. Toda la gente que tenía más acceso, más dinero, pedía vinilos y se inspiró para hacer esto. Nuestro acercamiento al género se refiere al post punk ruso que es más dance y más electrónico que el gringo”.
Inicialmente, Cris se sentía atraído por la idea de crear un álbum de ese estilo, pero su enfoque evolucionó cuando comenzó a incorporar covers de reggaetón en su repertorio. Este cambio de rumbo representó un experimento destinado a abrir nuevas puertas y establecer una fórmula estilística en expansión.
“Hice este ejercicio que consistía en poner una letra que ya existía, la de “Bichota”, en una base con dos guitarras, bombo, caja, bajo y algún sinte por ahí -dice el artista acerca de su lúgubre reversión del hit de Karol G-. Cuando lo terminé a la gente le encantó, explotó, y yo también lo encontré chistoso, pero no dejaba de ser creativo. Entonces, hablamos con los cabros e hicimos alrededor de cinco covers más, los juntamos con otras cinco canciones originales que teníamos de la misma onda, y cerramos el disco Perreo post-punk”.
A partir de la creación lúdica, FrioLento encontró un punto de partida que los inspiró a seguir desarrollando su estilo. Después de versionar canciones de Karol G, continuaron con éxitos de Bad Bunny, J Balvin, Jhay Cortez y otros artistas del género. Advertencia: la primera vez que se escucha a FrioLento, es posible sentir cierta desconexión musical, algo chocante en el pecho. Sin embargo, al permitir que los ritmos nos envuelvan, la percepción se transforma y las cadenas del prejuicio se rompen.
Cris reflexiona sobre lo que significa estar haciendo covers: “Es un gran desafío, porque sabemos cómo funciona hoy en día lo que es el éxito a través de las viralizaciones. Son fugaces, al igual que los mismos artistas grandes que lanzan una canción y ya tiene una fecha de caducidad. Un hit va a durar dos o tres meses, y después hay que lanzar otro nuevo. Nosotros sabíamos que en algún momento teníamos que dar vuelta la página al Perreo post-punk, y le sacamos el jugo lo más que pudimos, tratamos de girarlo dos años”.
Perreo post-punk les permitió atraer a un público más amplio y abrirse camino en varios festivales. Además, lograron retener a muchos de estos seguidores que se quedaron con ellos después de conocer lo que tenían para dar. Este proceso los preparó para dar el siguiente salto.
“Desde el principio nuestra intención ha sido que cada disco sea más exitoso que los anteriores -cuenta Cris-. Yo creo que es súper difícil lograr ese tipo de objetivos porque la viralización funciona de esa manera. Ahora trabajando en nuestras nuevas canciones propias, que no es muy distinto al perreo post punk, porque es lo que hacemos. Y para el público que tenemos, tratar de hacerlo de la mejor forma posible a través de canciones y videos”.
FrioLento fue mutando, alejándose por completo del post punk y sus subgéneros, pero sin dejar de lado su interés por el reggaetón. En su álbum pandémico titulado Disco invierno (2020), nos ofrecen un sonido que se inclina más hacia el pop alternativo y melodías vivaces, lo que nos transporta a un contexto totalmente distinto del que erupcionó en su megamix del 2021. “Tratamos de seguir en esa línea de inspiración en el rock latino que aquí en Chile pegaron súper fuerte -admite el bajista Felipe Muñoz-. Esas guitarras afiladas, esos ritmos pegados, y además, agregarle esto que nos caracteriza del perreo post punk con bases mega al hueso. Un sonido estridente y al corazón”.
“Todas las cosas que han marcado nuestra música son cosas que disgustan a una gran población -agrega Cris-, que se salen de lo conservador. Lo mismo ocurrió con el post punk cuando salió, lo mismo ocurrió con el metal, con el rock o con el rap. Entonces, me gusta que suceda esto de unir cosas que son extremos. A la música que habla más de amor, la mezclamos con el reggaetón que es una cosa mucho más genérica y que habla de sexo. Que eso repercuta en la gente, sea para bien o para mal, siento que es lo que más me gusta que pase”.
La propuesta de FrioLento es innegablemente provocadora, lo que genera una respuesta muy contrastada en su público. Por un lado, están aquellos que se sienten atraídos por la audacia de fusionar el post punk con el reggaetón, apreciando la originalidad y la innovación en su enfoque. Estos seguidores encuentran en la música de FrioLento una experiencia refrescante y de placer culposo que desafía las convenciones de los corazones curiosos.
Por otro lado, también existen aquellos que pueden sentirse agraviados hasta incluso rechazar a diestra y siniestra la dinámica conceptual sin darle ningún tipo de oportunidad. La combinación de géneros tan dispares puede resultar ofensiva para algunos oyentes que están más arraigados en estilos tradicionales. Esta polarización de opiniones crea un efecto intrigante en su audiencia, donde coexisten fervientes admiradores y críticos vehementes. “A la gente que es de los 80 le encanta, le fascina. A quienes no, es gente más joven, que es más purista con la música, la que critica y dice que lo que hacemos es una aberración”, acentúa Cris en tono de broma. “Nos dicen que es una falta de respeto a Bad Bunny”, agrega Felipe entre risas.
El hecho de que FrioLento genere reacciones tan opuestas es un testimonio de su capacidad para meter el dedo en la llaga y abrir un diálogo estético que no pasa desapercibido. Su música no deja indiferente a nadie y suscita una conversación en torno a la experimentación y la libertad. “También están los haters que son más puristas del post punk, de Ian Curtis y Joy Division -agrega la banda-. Odian que existamos. Llega a ser tan chistoso que se nos ha ocurrido hacer videos recopilando y leyendo los comentarios, hay buen material”.
En los últimos años emergió una efervescencia sobre la vibrante escena alternativa que está tomando forma en distintos epicentros contraculturales. En Argentina existe un resurgimiento del espíritu post punk, con la presencia destacada de bandas como Mujer Cebra, Buenos Vampiros y Dum Chica, entre otras de la llamada “movida post-punkdemia”. Pero también podemos encontrar movimientos similares en Colombia y en Chile; de hecho, FrioLento también nació en la pandemia y no son los únicos en hacerlo en la ciudad de Concepción. “Cuando empezamos salieron bandas parecidas -cuentan-. Por eso formamos un sello que se llama Alcoba Records, con más bandas de esta ola, esta nueva escena“.
Un verdadero choque de escenas, entonces, sucederá en la presentación de la banda este viernes 29 de septiembre en Uniclub (Guardia Vieja 3360, CABA). En honor a esta visita, la banda publicó una canción titulada “Nochecita en B.A“. Este single, con un guiño a New Order, fue compuesta especialmente como un tributo a la ciudad y será estrenada durante el esperado show de la banda chilena en suelo argentino.
Escuchá a FrioLento en plataformas de streaming (Spotify, Tidal, Apple Music).