California siempre contó con una gran escena de música ambient, en especial en Los Ángeles. Tierra de desiertos psicodélicos y playas siempre veraniegas; capital cultural durante el hippisimo en los sesentas y cuna de artistas new age en los setentas; la historia de la ciudad se entrelaza con la vida de numerosos músicos atraídos por la exploración de texturas suaves y tempos lentos.
El último tiempo no fue la excepción, y artistas como Green-House mantienen viva la llama del género musical como una vela aromática. El proyecto de Olive Ardizoni se ha convertido en una referencia dentro de la escena ambient en la costa oeste desde que publicó su primer disco, Six Songs for Invisible Gardens en 2020 a través de Leaving Records, sello discográfico cómplice del actual resurgimiento en la música new age (han publicado a artistas como Francesca Heart, John Carroll Kirby y Laraaji).
Hay una nostalgia en el sonido de Green-House, no melancólica sino retro, influenciada por trabajos como Plantasia y en los experimentos de Wendy Carlos y Raymond Scott. Claro que el acercamiento de Ardizoni es más amable, de hecho en sus entrevistas habla sobre la dulzura y la diversión como las principales emociones que busca generar con su música. Para esto utiliza un colorido abanico de sintetizadores, el sostén principal de su sonido junto con algunas grabaciones de campo capturadas en los entornos naturales de su ciudad, como el canto de los pájaros a la mañana o las olas rompiendo contra la playa.
El mundo vegetal también ocupa un espacio central en su música, como fuente de inspiración y dedicación en todos los títulos de sus discos y canciones. Este frondoso camino la llevó a su primer LP, Music for Living Spaces, publicado en 2021, trabajo que confirmó su lugar en la escena de ambient. Se trata de una obra inspirada en nuestra relación con las plantas, en lo que podemos aprender conviviendo con ellas, cuidándolas un poco todos los días y siguiendo sus ciclos de vida.
Mientras su debut había sido una obra de minimalismo y texturas lo-fi, este más reciente trabajo se anima dibujar melodías más grandes, con una producción limpia que lleva las líneas de sintetizador al frente. La música de sintetizadores suele asociarse a la destreza de tecladistas virtuosos, pero el verdadero talento de Green-House es su sensibilidad para proteger la delicadeza y aparente simpleza de sus composiciones. A veces menos es más, un consejo útil tanto para el riego de una suculenta como para crear música tan reconfortante como esta.
Escuchá a Green-House en plataformas de streaming (Bandcamp, Spotify, Tidal, Apple Music).