Días antes de la salida de su tercer álbum de estudio, la banda de Tom Quintans presentó la portada y generó cierto revuelo. A diferencia de las anteriores, paródicas, risibles, bizarras; ésta muestra dos chimeneas emanando un humo rojizo irrumpiendo en un cielo celeste. ¿Hora de madurar? Sí, pero no se preocupen, la esencia se mantiene intacta.
Las pruebas destructivas supone un salto de calidad notable. El sonido, los arreglos, la composición parecen haber dado un paso más en ésta corta pero significativa discografía. Las guitarras se escuchan más adelante, la batería suena compacta, la voz suena más limpia y desenvuelta. Si éste regreso fuera un gol, sería uno de esos que llegan luego de muchos toques, paciencia y una pizca de atrevimiento.
Las nueve canciones que integran el disco fueron producidas por Felipe Quintans y la propia banda bajo el sello Laptra. Varias de ellas fueron presentadas con anterioridad, en sus recitales. La maniobra le permite al oyente lograr una aceptación más rápida, ahora con el material editado. Esa jugada, ya les funcionó con Jungla de Metal 2 cuando introdujeron “Fiesta en el barrio” y “Tigre de metal”. De ésta manera, la banda se asegura una adhesión casi instantánea. Jugada de pizarrón.
Vayamos a las canciones. “El monje” suena como si The Strokes hubiera tenido un gen argento y valvular. La melodía está en sintonía con “Hard to Explain” de Is This It (2001). “¿Dónde están mis amigos?” podría aparecer como track oculto en Warning de Green Day y nos regala un festín de guitarras que traducen las ambiciones de una banda en su mejor momento. “Sombras del mal” es por lejos, la mejor y más arriesgada apuesta del disco. Las capas de guitarras logran un estallido grunge bien sucio, como si Lou Reed hubiera afinado las cuerdas para que suenen en “Sister Ray” (White Light, White Heat, 1968). Para el final, otra viola recrudece el hermoso caos. Ante tanta electricidad, termina como si alguien hubiera desenchufado la corriente de la sala. La próxima, “Todo mejorará” es una parada relajante y necesaria luego del viaje cósmico anterior. La atmósfera, entre onírica e hipnótica parece orquestada por Shaman y la letra (“No tengo trabajo / no tengo dinero / no tengo una casa limpia / pero todo mejorará”), parece provenir de la nostalgia crónica de Antolín. Algo me hace acordar a “Road Trippin’” de Red Hot Chili Peppers…quizás por sus aires de fogón. “Las pruebas destructivas”, la canción, generará un improvisado Air Guitar con los dedos cuando escuchemos esas guitarras que anteceden al estallido del estribillo.
Laptra es un sello discográfico. Eso no es ninguna novedad. Pero a ésta altura, ya tenemos que hablar de un sonido Laptra. La mayoría de las bandas del sello comparen patrones musicales que se ven reflejados en sus canciones. Éste sonido, que El mató a un policía motorizado terminó de delinear, se puede intentar caracterizar en los arreglos, los fondos espaciales, las guitarras que oscilan entre un sonido punk o uno donde sus notas se alargan hasta el infinito, algunos climas y cierta poética que recupera la sensibilidad, hace un culto de la sencillez y pone como protagonista a los outsiders. “El amor ya va a llegar”, única letra del álbum que Tom Quintans no escribió (el autor es Daniel Johnston), empieza como “We’re going to be friends” de The White Stripes y representa la canción más poptimista del álbum, por su letra y su base instrumental y (en ella) se puede apreciar ese sonido Laptra. “Fin de semana de muerte” comienza in media res (latín: ‘hacia la mitad de las cosas’), como si la historia ya hubiera empezado antes. Si buceamos un poco, encontramos un correlato en “Patrullas del terror” de su álbum homónimo; ambas hermanadas por el caos y la muerte. El final, ese torbellino noise, tan Nirvana, tan Pixies, tan Sonic Youth, tan Velvet Underground… también es una pista para buscar ese sonido que representa al sello del tigre.
La poética de Las pruebas destructivas gira, una vez más, en ese universo lúdico que ya es una marca registrada y del que alguna vez renegaron. Pero una simple recorrida por la lírica nos ubica en un campo de juego. Comprobemos: “Yo me la aguanto, vos abandonás”… “Ya usé mi cabeza para ganar el primer mundial”… “Ya no me hables de dios / porque no te voy a creer / pero no creo que hables de él / si no juega al fútbol”. El otro tema vector es la amistad, ese eterno tópico que recorre casi todas las canciones de Bestia Bebé (y de otras bandas Laptra): “El amor ya va a llegar / los amigos de verdad”… “¿Dónde están mis amigos? / los voy a ir a buscar” …
El tercer disco de estudio de la banda de Boedo dura 25 minutos, pero las canciones siguen sonando cuando termina. El crecimiento se percibe instantáneamente; ya no suenan tan prolijamente desprolijos ni suben al escenario haciendo chistes. Éste disco parece indicar que finalmente se tomaron en serio su lugar en la escena. Hoy es difícil clarificar cuáles pueden ser los potenciales hits, pero habrá que dejarlo crecer y aguardar la apropiación que el público vaya a hacer de los temas. Las pruebas destructivas es un gran disco, mejor que el anterior, esmerado, trabajado y por sobre todo, serio.
La última frase es “Ey mi amigo, no te olvides de mí”. En el disco anterior Tom Quintans ya había cantado “Tenes miedo que no se acuerden de vos” y en el debut ya expresaba: “Si bien, todos te olvidarán, todos menos yo”. Esto habla de un artista marcado por la nostalgia y obsesionado con una idea de perdida con la que constantemente confronta. La escritura como escape del olvido. En las presentaciones en vivo suele preguntar al público si se escucha bien, si están pasando un buen momento, si les gustó la canción… siempre con el temor latente de decepcionarlos. La intranquilidad –bien asimilada- puede ser el motor para superarse cada día más. El líder busca y desea perpetuar su Bestia Bebé, un proyecto que hace mucho dejó de estar en pañales. La nueva entrega proyecta a la banda a una sana y merecida juventud, con ventaja de sobra para correr hasta el próximo gol.
Bestia Bebé – Las pruebas destructivas
2017 – Discos Laptra
01. Otro villano más
02. El monje
03. El amor ya va a llegar
04. ¿Dónde están mis amigos?
05. Yo me la aguanto
06. Sombras del mal
07. Todo mejorará
08. Fin de semana de muertes
09. Las pruebas destructivas