La cuarentena nos termina cambiando a todes. Inherentemente, dependemos de otras personas que logren asegurarnos que estamos haciendo las cosas bien, y la distancia necesaria para superar este horrible momento implica que tengamos que depender más en nosotres mismes. Eso es un desafío para cualquiera, no importa lo introvertide o extrovertide que sea. Los últimos tres proyectos de Charli XCX tenían entre seis y trece artistas invitades, y su nuevo proyecto, How I’m Feeling Now, no tiene ninguno. En parte pensado como un experimento de resiliencia artística, este disco fue grabado y producido durante el último mes y medio en cuarentena. Una meta intrépida y admirable, pero no es difícil preguntarse cómo tomaríamos este disco si no fuese hecho para estas circunstancias específicas.
Charli se puso al frente de la vanguardia del pop futurista iniciado por el colectivo artístico PC Music cuando comenzó a trabajar con sus productores en el EP Vroom Vroom. Pero nunca quiso -o pudo- dejar del todo su carrera como estrella pop. Su proyecto anterior, Charli, reflejaba esa dicotomía que la impulsaba como artista. Sin embargo, los tiempos han cambiado. De alguna manera, convenció a su discográfica de hacer un disco a contratiempo que consistiera exclusivamente de este sonido más primal, sucio y áspero que de alguna manera se convierte en música pop. En How I’m Feeling Now, Charli mantiene una visión fuerte sobre su sonido y, junto su productor estrella A. G. Cook crean mundos digitales intrépidos, con bajos coloridos y líneas amenazantes de pop bubblegum. Canciones como “Detonate” y “Visions” no son nada nuevo para los seguidores de Charli, siguen en la línea melodías espolvoreadas sobre instrumentales frenéticos, con sintetizadores que parecen chorrear fuera del tema. También hay canciones como “Enemy”, que se apegan a una estructura pop más convencional pero que brillan gracias a eso, mostrándonos a una Charli más melódica y vulnerable.
Sin embargo, uno de los problemas aparece cuando Charli ya no tiene que luchar contra el incentivo de hacer música más accesible y mainstream, como sucedió en Charli e incluso en algunos momentos de Pop 2. No es que haya momentos malos en este disco (aunque la producción a medias de “7 Years” se acerca). Pero al perder ese sentimiento de lucha y de empujar en contra de lo popular, empiezan a salir las grietas en la fórmula de Charli, y es más, se empieza a sentir su sonido como una fórmula. Parte de lo que la impulsaba en sus mejores momentos era el sentimiento de poder mostrar algo más, una manera distinta de hacer pop. Ahora, ya fue demostrada, y la puede hacer sin conflictos. Si se quiere, ganó. No tiene nada que mostrar. En sus momentos más débiles, el sonido del disco se siente estancado.
Pero hay otro problema, y es la manera en que el disco se presenta como una banda sonora para combatir el aislamiento, la soledad, la alienación social. Y la música de Charli es un faro para quienes no se sienten cómodes dentro del status quo. Pero gran parte de este disco no lidia con sentirse afuera, sino todo lo contrario: las canciones hablan sobre haber encontrado el amor y sobre cómo no perderlo tratando de enfrentar los problemas propios. En “Enemy” canta acerca de su falta de confianza, y en “Detonate” se sincera sobre su tendencia a destruir sus relaciones. Este arco conceptual termina bien, ella logra encontrar paz en su relación, pero cuando es tiempo de proyectar esos sentimientos a sus fans, es un sentimiento muy poco relacionable en la actualidad. Si sus fans no pueden encontrar consuelo en esta breve historia de amor, difícil que lo encuentren en esta música, fría y ultra procesada. Hay una calidez vacía en este disco que termina hiriendo a su propósito.
Por eso es que algunos de los mejores momentos del disco aparecen cuando Charli trata de lidiar con el costo mental de estar alejada de sus querides. “Anthems”, con sus teclados estridentes que van a toda velocidad mientras que Charli describe su rutina y pide por algo más que la inspire a pasar por estos momentos, es posiblemente el momento con mayor empatía del disco. Lo mismo con “CS2.0”, una balada que gira a partir de una canción previa suya, “Click”, y logra convertir su tristeza en un mantra universal: “Los extraño todas las noches”. Los primeros dos cortes, “Forever” y “Claws”, serán canciones de amor romántico, pero consiguen ampliar su punto de vista hacia poder encontrar alguien que las entienda, mientras el resto del mundo se cae a pedazos.
How I’m Feeling Now es un muy buen disco, sobre todo si une ya es fan del estilo más experimental de Charli. Pero la prueba más importante para este disco -y en realidad, de todes nosotres- será cómo vivir cuando “salgamos de esto”, y para eso falta bastante. Charli logró capturar un momento muy particular y personal que por momentos se vuelve universal, incluso político. “Tal vez cuando todo esto termine, estaremos más unides”, canta en “Anthems”. Une solo puede desear.
Charli XCX – How I’m Feeling Now
2020 – Asylum
01. Pink Diamond
02. Forever
03. Claws
04. 7 Years
05. Detonate
06. Enemy
07. I Finally Understand
08. C2.0
09. Party 4 U
10. Anthems
11. Visions