En su afán por reinventarse y no dejar de editar música ni siquiera en un año tan trágico como este, el genio hiperactivo Damon Albarn buscó una nueva forma de presentar el material de Gorillaz: por episodios que se fueron sucediendo a la manera de una serie de Netflix a lo largo de este año. Signo de los tiempos.
Finalmente, esta arriesgada movida que comenzó en forma de playlist y videos con el sello inconfundible de Jamie Hewlett, terminó por tomar forma de disco convencional y el resultado final vuelve a poner a Gorillaz a jugar con megaestrellas y celebrities de la historia del rock (¿Quién más puede contar con Robert Smith, Elton John y Peter Hook en un mismo disco?).
Lejos de la introspección cuasi solista de trabajos como The Fall o el excelente The Now Now, Gorillaz vuelve a la zona de exposición máxima que había transitado con Plastic Beach y sus invitados de lujo. El comienzo es una bomba en sí misma y llevaba a los fans de The Cure a preguntarse a qué sonaría la colaboración entre el ícono del dark Robert Smith y la banda virtual: ¿A los momentos más bajoneros melancólicos de The Cure o a su costado pop irresistible? Bueno, a ninguno de los dos. “Strange Timez” remite a las esporádicas aventuras de Smith con el synth pop y la electrónica de tracks como “Wrong Number” o los remixes de Mixed Up. “Extraños tiempos para estar vivo”, canta Smith en un estribillo instantáneo y frenético, ¡y vaya si lo son!
Siguiendo con los emblemas de la música oscura, el bajo inconfundible de Peter Hook brilla en el pop perfecto de “Aries”, el único problema es que esas líneas de bajo, las baterías electrónicas y la voz de Albarn envuelta en reverb hacen que el track suene a las mejores canciones de New Order de los 80. Y esa es una de las posibles críticas a las colaboraciones estelares de Song Machine, todas juegan en su zona de confort: Beck sobre un funky pegadizo que remite a sus épocas de Midnite Vultures, Elton John en una balada épica y taciturna, y la lista sigue…
Por eso, tal vez lo más interesante del disco llega cuando las mega estrellas se apagan y Albarn experimenta nuevos caminos. Allí están el primer single “Momentary Bliss”, que con su guitarra narcótica y las voces de Slowthai y Slaves se posiciona entre lo más alto que la banda haya hecho jamás. Pero también tenemos a la dulce y melancólica “Désole” con la voz de la maliense Fatoumata Diawara, la sensualidad a lo Sade de “The Lost Chords”, y esa extraña criatura mitad dance mitad jazz latino llamada “Opium”.
Con 52 años y una infinita cantidad de proyectos y colaboraciones en su historia, la máquina de hacer canciones de Albarn, lejos de detenerse, parece estar más aceitada que nunca.
Gorillaz – Song Machine, Season One: Strange Timez
2020 – Gorillaz Productions / Parlophone / Warner
01. Strange Timez
02. The Valley of the Pagans
03. The Lost Chord
04. Pac-Man
05. Chalk Tablet Towers
06. The Pink Phantom
07. Aries
08. Friday 13th
09. Dead Butterflies
10. Désole
11. Momentary Bliss
Escuchalo en plataformas de streaming (Spotify, Apple Music).