Anthony Gonzalez hizo un nombre de sí mismo tras pasarse la década inicial del siglo XXI curando el soundtrack de la vida de jóvenes modernos con odas electrónicas a tonos y texturas. Por el 2008, su proyecto M83 se volcó de lleno al dream pop con el maravilloso Saturdays = Youth, alcanzando la única conclusión lógica del nuevo trayecto incursionado: el francés se mudó a Los Ángeles y el lanzamiento de su magnum opus doble Hurry Up, We’re Dreaming (2011, Mute), de la mano de una canción perfecta como “Midnight City”, lo catapultó al éxito comercial y a integrar la conciencia colectiva.
Junk es el primer álbum de estudio de M83 en los cinco años desde su breakthrough, y parece ser otro caso de un artista reaccionando contra aquello mismo que les obtuvo notoriedad en primer lugar: el sucio y visceral In Utero es un ejemplo claro de esto; Björk continuó Homogenic con Vespertine; y Radiohead ya lo hizo múltiples veces con Kid A y luego con The King of Limbs. La banda aún mantiene aquí algunos de sus rasgos distintivos: persisten los paisajes cinematográficos delineados por sintetizadores, la escala épica y expansiva de cada track y el romanticismo de neón por épocas pasadas (puntualmente los 80’s y sus productos televisivos como Punky Brewster), enmarcado en un anhelo mayor por la inocencia de la juventud. La nostalgia ochentosa siempre fue la principal propulsión de M83, pero Junk va más lejos que nunca para celebrar estos géneros más estigmatizados del pasado. El resultado fue, por supuesto, una audiencia alienada ante un ejercicio que en lugar de innovar sobre cimientos ya pavimentados, busca meramente replicar estilos ahora caracterizados como cursis, cuyo disfrute suele venir acompañado de una mueca culposa.
En defensa de Junk, cabe afirmar que musicalmente hablando es un disco muy logrado. Un abordaje serio (el mismo que incluso se le daría al resto de la discografía del oriundo de Antibes) no resultaría muy fructífero: encarar el LP con la misma predisposición que uno le destinaría a Ariel Pink o al exitoso Random Access Memories de Daft Punk, por el contrario, prueba ser mucho más gratificante. El título, que formalmente alude al consumo de la música actual donde en detrimento del formato álbum se priorizan temas individuales descartando los restantes, debería anticipar la naturaleza lúdica y ligera de este trabajo.
Gonzalez calificó a Junk como su obra más personal, y esa afirmación adquiere sentido cuando se entiende que escribió este popurrí cohesivo y divertido de vintage kitsch para nadie más que sí mismo. Pero para ser una creación tan personal, es curioso observar que su autor sólo provee voces en cinco canciones de quince, y una (“Atlantique Sud”) es un dueto. Inversamente, optó por rodearse de un arsenal de colaboradores en una frecuencia musical bastante afín. “For the Kids” convoca a la noruega Susanne Sundfør: la balada resultante suena como si Karen Carpenter o Carole King fueran replicantes de Blade Runner componiendo una canción sobre La Fuerza del Cariño, pero de alguna forma funciona. Por su parte, el instrumentalista y co-productor Justin Meldal-Johnsen solicitó la presencia de su antiguo colega Beck para “Time Wind”; aunque el momento más controvertido viene a cargo de Steve Vai, quien resurge de las sombras para canalizar su oxidada gloria con un solo de guitarra en “Go!”. A pesar de esto, quizás el mayor descubrimiento es la chanteuse Mai Lan, quien se roba cada segundo en que aparece.
Si hay algo que criticarle a Junk es la carencia de un foco y un propósito que contengan semejante exceso autocomplaciente. La secuenciación es extraña, con abundancia de interludios que no tienen nada que aportar, y esa dispersión llega ocasionalmente a reflejarse hasta hacia adentro del microcosmos de un solo corte. Ilustrando esto, el opener “Do It, Try It” es un pastiche atiborrado de sonidos: algunos interesantes como los sintetizadores arpegiados durante la coda; otros más torpes como el piano inicial. “Bibi the Dog” borda el ridículo gracias a saxos estrafalarios. Habiendo dicho esto, los picos de Junk siguen estando a la altura del mejor material de M83. Líneas de sintes memorables conducen a los highlights “Laser Gun” y “Road Blaster”; y los momentos más sinceros llegan con Gonzalez al micrófono: en “Solitude” entona sobre vastas cuerdas dándoles el suficiente espacio para que sean más que un complemento de fondo, mientras que el bello cierre “Sunday Night 1987” es la más reminiscente al M83 de Dead Cities, Red Seas & Lost Ghosts (2003, Mute).
¿Es entonces Junk un álbum recomendable? Para quienes busquen una mescolanza retro moroderezca aptamente compuesta, la respuesta es sí. Puede no interesarle al oyente, pero lo que M83 se determinó conseguir acá, sin dudas lo logró.
M83 – Junk
2016 – Mute
01. Do It, Try It
02. Go!
03. Walkway Blues
04. Bibi the Dog
05. Moon Crystal
06. For the Kids
07. Solitude
08. The Wizard
09. Laser Gun
10. Road Blaster
11. Tension
12. Atlantique Sud
13. Time Wind
14. Ludivine
15. Sunday Night 1987