Luego de dos años de la salida de Angles (2011) la banda neoyorquina The Strokes sacó a la venta mundialmente el pasado 26 de marzo al sucesor, Comedown Machine, el último disco por contrato con el sello RCA.
El disco abre con “Tap Out” y junto con él se caen las expectativas de gran parte de sus seguidores que aun tienen la esperanza de que The Strokes vuelva a grabar un disco como Is This It. Se caen las expectativas para todo aquel que busca el rock desprolijo en este primer track, pero personalmente despues de un disco como Angles, ya estoy listo para tragar y superar que esta banda tenga un tema como este, proliíisimo en arreglos y con vocales bien agudas que nos hacen comparar a los Strokes con otra banda que tambien nos puede gustar, como Phoenix, pero para algunos fans que The Strokes suene asi es inaceptable.
Lamentablemente el disco continua su marcha con dos temas que la gente ya conocía antes de que salga el album. El primero es “All The Time“, que fue el primer corte en contar con video oficial. Y luego de este sigue el polemico “One Way Trigger“. Este ultimo fue el primer single, ese track que todos esperaron y fueron a darle play con tantas ganas y que luego con las mismas ganas escupieron malas críticas por todas las redes sociales, y hasta lo compararon con “El Muelle de San Blas“. Por eso digo que “lamentablemente” se arrancó con estos temas, que ya habían sido conocidos previamente y la mayoría ya le había bajado el pulgar. El inicio del disco se hace cuestarriba y uno se debe mentalizar en tratar a The Strokes como una banda más y dejar de crucificarla por sacar un tema que personalmente no nos gustó, si vamos al caso seguro todas las bandas tienen algun que otro tema que no nos gusta, pero con esta banda el ensañamiento parece mayor.
En todo eso te deja pensando “One Way Trigger“, y casi sin darte cuenta arranca por lo bajo “Welcome To Japan“, un tema con buen ritmo, coros, bajo tirando a funky y un estribillo donde se luce el mejor lado de la voz de Julian Casablancas. Y cuando menos te la esperabas comienza “50/50“. Una pequeña intro con una guitarra más violenta, un tempo un poco más rápido que los anteriores temas y la voz de Julian distorsionada, genera placer para todos los que buscaban el sonido clásico de esta banda. Ahí lo tienen, parece que lo hacen cuando quieren, quizás te gustaría que todo el disco sea así pero ellos como banda deben tener otras pretensiones.
Luego del tema más arriba del álbum, comienza un tímido beat que al instante me llevó al Phrazes For The Young (disco solista de Julian) pero no, es “80s Comedown Machine” y otra vez me volví a lamentar por el orden de los temas. La línea que uno intenta seguir no existe y el clímax que genera un tema te lo quita el otro. Luego de luchar contra todo esto, me mentalizo en buscar buenos temas y nada más, casi que bajo los brazos en mi búsqueda por encontrar en Comedown Machine un buen disco de pies a cabeza y me planteo encontrar cuáles son los temas que se destacan individualmente.
Por suerte en la lista de temas siguen “Slow Animals” y “Chances“, dos temas totalmente compatibles, prolijos como todo este disco, pero que se nota más en este tipo de tracks tranquilos con estribillos y arreglos perfectos. Luego de renegar tanto encontré la paz por 8 minutos donde dos temas siguieron una misma línea y me dejaron gozar de la música sin pensar tanto, gran momento del disco.
“Partners In Crime” arranca con otra onda pero que se necesitaba, es que sin darnos cuenta ya estamos por el tema numero 9 y esto no puede morir sin un poco áas de ruido de guitarras (¿o sí?). Un tema movido con un estribillo pegadizo que se repite tres veces y en el final cuenta con un pequeño solo de guitarra, que no abundan mucho en el disco. Este track le deja las puertas abiertas a “Happy Endings” y esta entra sin problemas a demostrarnos una vez mas la delicadeza en cada detalle de sus elementos. Tiene todo lo que una canción de radio necesita y me gusta tomarla como el final del disco. Por el nombre que lleva y por el tema que le sigue.
“Call It Fate, Call It Karma” cambia todo el clímax, pero es algo que ya había abandonado a tener en cuenta en este disco, entonces no tuve problemas en adorar como de a poco se asomaba este gran tema que cierra el disco. Si dije que “80s Comedown Machine” me recordaba al disco solista de Julian, en esta canción debo decir que me recuerda al disco de Little Joy (la otra banda del baterista Fabrizio Moretti), el cual fue el mejor trabajo de los integrantes de The Strokes como solistas. “Call It Fate, Call It Karma” podría haber abierto el disco de cualquier otro artista y hasta aparecer en el medio. Pero en el mundo de los Strokes aparece al final casi como un bonus track y es tan genial el tema que se va yendo muy de a poco y te deja con ganas de más. Esas ganas que cuando volves a darle play al disco desde el principio ya se te van de nuevo.
El mejor ejercicio puede ser buscarle otro orden a los 11 temas que grabaron The Strokes en este último disco. Comedown Machine viene con altibajos como casi todo lo que sale en la actualidad, es una lucha mental disfrutar del álbum, pero al fin y al cabo solo se hace con los oídos.
The Strokes – Comedown Machine
2013 – RCA Records
01. Tap Out
02. All the Time
03. One Way Trigger
04. Welcome to Japan
05. 80?s Comedown Machine
06. 50/50
07. Slow Animals
08. Partners In Crime
09. Chances
10. Happy Endings
11. Call It Fate, Call It Karma