Zoot - Después el agua

Algunas veces al conocer una banda nos sorprendemos y la sorpresa va creciendo a medida que vamos conociendo más y más, quizá peque de ignorante, pero no sabía de la existencia de Zoot, probablemente porque mis ojos o mis oídos no estaban puestos en su ciudad natal (Mar del Plata) y así fue como me di cuenta que me estaba perdiendo algo realmente importante. Por la banda propiamente dicha y por la movida que en esa ciudad se está gestando hace varios años.

Así que para los que no los conocen se los presento, se formaron en 2007, con Emi Méndez (guitarra, bajo), Franco Niella (voz, guitarra, teclados), Lucas Kulikov (batería), Lautaro Minich (bajo, batería, percusión) y Juan Casareto (teclados, percusión). También son parte del staff de Desde el Mar, un sello de La Feliz el cual invitamos a todos a degustar sin desperdicios.

El disco es simplemente genial, atravesado por distintas y emocionantes atmósferas sonoras, excelentes ejecuciones y arreglos sorprendentes a la vez que excitantes, tema a tema nos cambia el eje musical que coronan con letras muy inspiradas y nada fáciles. Solo 8 temas que dan en el lugar justo y nos dejan pidiendo más.

El primer tema de llama “Charantun“, arranca bien roquero, up tempo y poco a poco va construyendo un colchón donde el tema descansa en una suerte de meseta musical cargada de esa incomodidad bien entendida, un tema paranoico y esquizofrénico, uno de mis preferidos del disco. “Matriz de gema” es el segundo en el orden, se sostiene por un arpegio de guitarra y el sinte, hasta que llegamos a la intervensión de una guitarra que se clava donde duele. “La hoja menos” es más lento, arranca tímido y es el tercero. Casi un mantra nos lleva sobre las melodías del piano, tiene algunos cambios de ritmo que lo hacen aún más sorprendente, sobre el final vuelve a dar un giro inesperado y se convierte casi en un tema diferente. “Después el agua” es la joya del disco, lo primero que escuché de ellos y me gustó tanto que no puedo dejar de asociar a la banda con este brillante tema, tenso, sutil, luminoso y espacial. El quinto de llama “Emperatríz“: arranca con la batería a la que poco a poco se le suman los teclados que llevan el tema adelante hasta que le dan paso a la guitarra. “Hermano” es el sexto del disco, nace desde muy abajo con un piano al que se le suma la percusión, la voz estira las palabras agregandole tensión y a medida que se suman los instrumentos en lugar de llevar luz, nos acercan a una suerte de avismo musical infinito. “Fuera del fango” arranca con una base sincopada, una guitarra arpegiando y la voz nadando lánguidamente, tiene un estribillo épico que va creciendo en intensidad, es otro de los puntos altos del disco y el séptimo en la ubicación. Llega el final con “Malva” y una intensión cerca de la electrónica y es uno de los temas más flotados que pude escuchar jamás, exquisitos arreglos de piano y guitarra, que llegan al final de la canción formando una verdadera pared paranóica.

Cuando una banda logra un disco como éste la pregunta que uno se hace es si están a la altura como para llevarlo al vivo y lo que podemos decir que para completar la experiencia Zoot es importantísimo verlos en directo, donde dejan boquiabierto a más de uno, superan con creces la prueba y llevan sus canciones a otro nivel. También al ser músicos multiinstrumentistas el hecho que cambien de instrumentos según la canción lo requiera le da un distintivo visual diferente.

En el disco conviven lo espacial y lo terrenal, lo bajo y lo sublime, el amor y el horror. Zoot son una gran banda, con un gran futuro y una gran realidad, no los dejemos pasar porque después nos espera el agua.