La emblemática agrupación chilena años Ases Falsos regresa luego de cinco años a Buenos Aires para presentarse este viernes 9 de diciembre en el Festival XD. Desde sus inicios, la banda se ganó un lugar en la escena alternativa latinoamericana con una impronta psicodélica que fusiona rock alternativo, soul y dream pop. Si bien este año celebraron el décimo aniversario de Juventud americana, su poderoso debut discográfico de 2012, la historia de la banda liderada por Cristóbal Briceño nos remonta aún más atrás en el pasado a fin de sintonizar con la efervescencia del presente.
Quizás sea un buen momento para recordar que el nombre del grupo alude a la canción de Justo y necesario (2008), el segundo álbum de Fother Muckers, el nombre anterior por el que se hacían llamar sus integrantes tras irrumpir en el circuito under local. Es también apropiado de considerar que, antes de aterrizar en Argentina, se dieron el lujo de sorprender a sus seguidores con un revival en vivo de su antiguo repertorio. Sin embargo, esta revisión poco tiene de añoranza y mucho menos de fortuita, ya que al afilar la escucha analítica de sus últimos discos publicados en 2020- Tacto y Chocadito– podemos conjeturar la vigencia del rigor que caracterizó a Fother Muckers en la esencia actual del proyecto originario de Santiago.
“Mucha gente nos comentaba que se acordaba de los Fother Muckers con Chocadito -cuenta el bajista Simón Sánchez en conversación con Indie Hoy acerca de la dualidad estética que se complementa en nuestros días-. Sin dudas algo eclosionó y derivó en esa vuelta. Ahí se separaron las aguas”. Durante la pandemia, la banda encontró el equilibrio necesario entre la nostalgia y el porvenir para plasmarlo en un cancionero profundo y pegajoso a la vez, que sustenta la contundente y significativa conducción de Ases Falsos.
¿Cuál fue el motivo de revivir el espíritu de Fother Muckers por una noche?
Fue una idea que se nos ocurrió hace un tiempo. Además, también está “2022”, una canción que en su momento parecía muy lejana, pero ya estamos terminando el año. Entonces decidimos reencarnarnos nuevamente para ver qué pasaba. La gente lo tomó como un recital de culto y sacaron las entradas desde distintas partes de Chile. Estamos impresionados. Yo creo que tiene que ver un poco con la pandemia. La gente se puso a revisar el pasado. Nos sirvió para ver qué habíamos hecho bien, qué habíamos hecho mal y en qué estamos. También reeditamos el primer disco de Ases Falsos, que han pasado ya diez años.
¿Qué sensaciones les trajo volver a tocar esas canciones?
Personalmente, a mí me revolvía muchas cosas, porque no soy muy de mirar para atrás. Pero lo conversamos entre todos y había miradas muy distintas. Hay muchos jóvenes de 18 o 19 años que nunca nos vieron y piensan en la banda como una especie de mito. Por eso es un regalo para ellos y para nosotros también, así lo sentimos. Igualmente, nosotros siempre miramos hacia delante. Ya estamos trabajando las canciones del nuevo disco para el próximo año.
Es un caso muy particular porque estamos hablando de dos bandas distintas, pero casi con los mismos integrantes. ¿Qué descubrieron en esa canción de Fother Muckers para convertirse en Ases Falsos? ¿Cuál fue la reacción del público en aquel entonces?
Empezamos a juntarnos cuando nos conocimos en la universidad. Armamos la banda y le pusimos el nombre un poco en chiste. La cosa fue creciendo y creciendo, hicimos un disco, hicimos dos, hicimos tres. La verdad que en un momento sentimos que tocamos un techo y quisimos profesionalizarnos. Agarramos esta canción de los Fother Muckers que hablaba de una banda y la idea fue reencarnarla. Los primeros meses no funcionó, la gente no entendió el concepto, creían que nos habíamos separado. Si bien en esa época había redes sociales, no estaba la inmediatez del Instagram. Hubo muchos conciertos en los que se trató de empezar de cero. Además, no tocábamos temas de los Fother Muckers, eran todos temas nuevos. Fue un golpe para los seguidores. Pero fue solo al principio, luego la cosa tomó vuelo.
¿Qué recordás de la consolidación del grupo tras la publicación de Juventud americana en 2012? ¿Qué reflexiones conlleva haber pasado una década?
Empezamos a trabajar con un sello llamado Quemasucabeza, edita a Gepe y a algunos argentinos también como Coiffeur y Diosque. Fue un gran salto porque ellos nos movieron en Argentina y México. Obviamente, cuando lo escucho hago mucha autocrítica, pero ya está, encuentro que lo grabamos y tiene un buen sonido dentro de todo. Ese disco particularmente prendió mucho, la gente lo valora y le encanta, en distintos países nos hablan de él. Estamos orgullosos de ese trabajo. Y la verdad que se enmarca en una época muy particular de Chile, tiene una carga de protesta constante. Yo lo escucho y me acuerdo de ese clima sociopolítico, y también del estado de nuestra juventud.
En las calles de Chile se vivió un clima social muy hostil, que fue seguido por la pandemia global. Aun así, Ases Falsos publicó dos discos en el fatídico 2020, ¿cómo fue ese proceso?
Empezamos a trabajar los discos prepandemia y preestallido social. Lo íbamos a sacar sí o sí en esa fecha. Nos topamos primero con la revuelta aquí en Chile, nos tuvimos que guardar. Se quemó todo. Pasaron todas las cosas que imagino que se habrán enterado. Y después fue la pandemia. El ambiente estaba muy cargado. Recuerdo que muchas bandas y muchos solistas postergaron sus lanzamientos. Guardaron el material y esperaron a que la cosa esté un poco más tranquila. Pero nosotros tomamos la decisión de seguir nomás. Incluso contrariando algunas medidas sanitarias para poder escaparnos y terminar las canciones en el estudio. Los sacamos de todas maneras.
A pesar de publicar ambos discos en simultáneo, suenan muy distintos uno del otro. ¿A qué responde esta distancia sonora?
El concepto no era un disco doble, sino dos discos hermanos mellizos, pero no gemelos. Hay dos betas, por así decirlo. Una más de estudio, soul, con guitarras, efectos y atmósferas. En Tacto hay más cuerda y se trató de darle vuelta a los arreglos muchas veces. Ese lo produjo Martín, el guitarrista, que tiene una facilidad para eso. Son esos temas de soul blanco, más cuidados. Y hay otra que viene de los Fother Muckers, que es más de la sala de ensayo, más garage, más cruda, batería, guitarra y bajo. Chocadito lo produjo Francisco Rojas, nuestro tecladista, y en la grabación estuvimos nosotros más en la postura de sala de ensayo.
Por si fuera poco, estuvieron trabajando en una comedia musical que los tiene como protagonistas, ¿qué nos podés contar al respecto de esta incursión en el séptimo arte?
De partida nos conocimos en la escuela de cine. Siempre estuvimos ligados a lo audiovisual. Los primeros videos los dirigíamos nosotros. Cristóbal, el cantante, está muy metido en el cine, yo tengo mis héroes como Jim Jarmusch. La película se llama Bremen, y es está basada en el cuento de los hermanos Grimm “Los músicos de Bremen”. Es un relato infantil, en el que los protagonistas son animales: perro, gato, burro y gallo. En el cuento original, ellos son abandonados por sus amos, sufren maltratos y huyen porque se los quieren comer. Pero se encuentran en el camino y se dan cuenta que tienen afinidad musical. Pasan por muchas penurias mientras intentan cumplir su objetivo que es llegar a la ciudad para hacer su orquesta. Bremen es su paraíso, y el film es como una road-trip, pero rural y acá en Chile. La idea fue adaptar este cuento donde pasan muchas cosas. Hicimos canciones originales, tiene música en vivo. La terminamos de grabar hace un mes, y ahora viene la postproducción. Creo que a mediados del próximo año ya la vamos a estrenar.
Luego de tantos años siendo referentes de la escena chilena, ¿en qué lugar se encuentra Ases Falsos frente a las nuevas generaciones?
Nosotros nos sentimos, junto a El Mató a un Policía Motorizado y otras bandas, los sobrevivientes de esa oleada. Porque muchas de esas bandas desaparecieron, nosotros conocimos grupos que ya no existen. Como sucede también en otras partes de Latinoamérica y del mundo, ahora ya no hay muchas bandas. Son solistas y la corriente que vale es el trap. Entonces, pillar una banda que toque sus instrumentos es algo viejo, no es lo mainstream. Igualmente, acá en Chile hay bandas que siguen por la misma línea como Patio Solar y Niños del Cerro, con las que hemos compartido mucho. La verdad es que el rock no murió, ni morirá jamás.
Ases Falsos se presentará el viernes 9 de diciembre a las 19 h en el Festival XD en Niceto Club (Av. Niceto Vega 5510, CABA) junto a Las Sombras, Camionero y Dum Chica, entradas disponibles a través de Passline. Escuchá Chocadito en plataformas de streaming (Spotify, Tidal, Apple Music).
https://youtu.be/ylRnpwcDkKA