Atrás Hay Truenos es una banda que se mantiene en la vanguardia de la música independiente desde hace más de quince años, reinventándose en cada disco y atravesando los diversos umbrales del krautrock, el shoegaze, el rock alternativo y el noise.
Además de cruzar estas fronteras sonoras con soltura, el grupo neuquino también traspasó las fronteras argentinas más de una vez: desde sus presentaciones en Chile y Uruguay, hasta su sesión en vivo para la radio norteamericana KEXP, y su reciente experiencia en BIME, la feria dedicada a la industria musical que se celebró este año en Bogotá, Colombia.
“Que en Colombia una banda nos comente que tocaban nuestras canciones con la guitarra en los recreos de su escuela demuestra que se trata de mucho más que una escena independiente local. Creo que está posicionada a nivel internacional hace varios años y no va a parar”, comenta Roberto Aleandri, su cantante y guitarrista en conversación con Indie Hoy, describiendo un evento que, además de ser un gran paso a nivel profesional, puede ser conmovedor e íntimo.
¿Cómo fue la experiencia con BIME desde que aplicaron vía INAMU hasta los días que pasaron allá en Bogotá?
La banda está registrada en INAMU [el Instituto Nacional de la Música] hace años, desde que se creó el instituto. Llegó la convocatoria de BIME por correo y redes, había que completar un formulario, redactar textos, un montón de cosas. Me olvidé y después me llegó la notificación de que era el último día de inscripción. Lo envié sin saber bien cómo era el proceso, pero a los poquitos días se hizo la selección y salimos, fue una sorpresa. Me parece importante remarcar y que la gente entienda cómo funciona: INAMU manda las postulaciones, es un intermediario y BIME selecciona a los artistas. Nunca habíamos participado de algo parecido y la experiencia allá fue algo increíble. Estás en contacto con mucha gente que trabaja en la industria de la música, no solo artistas o mánagers, sino gente que trabaja desde las tiendas, de la producción de festivales y eventos, muchos aspectos de los que no tenés ni idea siendo músico, cosas que uno no maneja. Empezás a conocer todo ese mundo, podés hacer lazos con esa otra parte de la música. Fueron días muy copados, de mucho laburo. Fuimos muy preparados, llevamos material para difusión, armamos reuniones, mandamos mails al resto de los participantes, lo aprovechamos al máximo. Tuvimos nuestro showcase, porque fuimos invitados a tocar, y estuvo buenísimo. Se hace en el Distrito de las Artes de Bogotá, que es una plaza rodeada de galerías, bares y en esos lugares se hacían los showcase de distintos artistas. Así es que estaba todo junto, todo relacionado: tocás, terminás y al lado está tocando alguien más, y los cinco días son así. Fue una experiencia realmente muy positiva para la banda, quedamos felices.
Además de su propio showcase, como comentaste, también tuvieron la oportunidad de charlar con personas allá. ¿Cómo fue la experiencia de tejer redes? ¿Tuvieron la oportunidad de ir a otros shows y a las conferencias de BIME?
Básicamente estuvimos avocados a esas tres cosas los tres días. Viendo shows de bandas de Colombia, yendo a algunas charlas y también charlando con gente que nos resultaba de interés o creemos que podemos llegar a laburar juntos, haciendo micro reuniones o speed meetings, en las que hablas 10 minutos, presentás tu proyecto, la otra persona te cuenta lo que hace, y quedás en contacto para seguir, si hay interés. También, antes de viajar para allá, nos contactó la manager de una banda de allá que se llama Margarita Siempre Viva, diciendo que hagamos un feat con ellas. Cuando nos cruzamos allá con la mánager, Julia [Gómez], nos contó su historia: son un poco más chicos que nosotros y armaron la banda inspirados en nuestra música, en el disco Encanto, que fue el puntapié para ellos. Fue muy lindo enterarse que sigue teniendo efectos algo que pasó hace diez años. Justo fuimos a ver el showcase de ellos y la rompieron. Hacer música con ellos fue una experiencia muy bella, también. No teníamos ni idea de que pasaba eso en Colombia con nuestra música. Fue una gran sorpresa y muy gratificante. Otra banda que nos llamó la atención fue Los Cotopla Boyz, que es una banda que mezcla la cumbia con la psicodelia y los sonidos contemporáneos. Después de ver su showcase en BIME fuimos a verlos a un lugar que tocaban por su cuenta y nos encantó la música, la onda de ellos. De hecho, nos hicimos amigos, ellos después vinieron a un show nuestro. Nosotros hicimos un sideshow en una disquería, ellos vinieron también. Pero la sorpresa fue respecto a todas las bandas y la música en Colombia.
¿Cómo les surgió eso del sideshow en la disquería?
El día que nos enteramos que habíamos sido seleccionados, nos pusimos en campaña para ver qué más podíamos hacer para aprovechar el viaje. Nos contactamos con un amigo nuestro de Bogotá que siempre nos preguntaba cuándo íbamos a ir, él es productor cultural y trabaja en la industria de la música. Me comentó sobre La Roma Records, que es una disquería de vinilos que también tiene sede en México. Todas las bandas independientes que van para Bogotá pasan por ahí, es como un lugar obligado. Él organizó una fecha, nosotros no teníamos ni idea de cuánta gente podía ir, lo dejamos en sus manos, y resultó ser increíble. Es una casona vieja, gigante, donde funciona la disquería, que tiene un subsuelo donde se hacen shows. Un lugar para ochenta personas que se llenó, fue increíble. Un show hermosísimo, gente cantando las canciones, no lo podíamos creer. Una experiencia muy inesperada que salió muy bien.
Esta experiencia en BIME se suma a que el año pasado participaron de KEXP. ¿Te parece que se está fortaleciendo la relación del indie argentino con otras regiones y se están generando más rutas de comunicación?
Sí, totalmente. Participar de cosas como KEXP el año pasado y lo de BIME ahora son cosas que internacionalizan el proyecto. Tiene una repercusión mucho más amplia de lo que uno se imagina y es fundamental para cualquier proyecto poder acceder a estas cosas. Por eso rescato la importancia del Instituto Nacional de la Música haciendo de nexo con los artistas locales para estas oportunidades. En cuanto al indie, ya tiene una escena consolidada hace muchos años, con artistas que giran por el mundo como El Mató y han hecho que esta escena sea conocida fuera de las fronteras. Creo también que no tiene que ver con un género musical en sí, sino en cómo se gestionan y relacionan entre sí los artistas de esa escena, con una visión y una forma de vida, aunque sí haya relación con el género musical. Creo que es una escena que creció y sigue creciendo muchísimo, y ahora tiene una nueva camada de artistas que la están haciendo todavía más fuerte porque son más jóvenes. Es una escena nueva con artistas que están en la misma sintonía, quizás incluso algunas pueden haber sido influenciadas por nuestra banda o El Mató, pero son una renovación que atrae un público nuevo. Todo eso hace que crezca cada vez más.
Y, en cuanto a las conferencias, ¿hay alguna que te haya llamado la atención o te haya parecido más destacable?
Sí, a mí me interesó mucho una convergencia sobre música y NFTs, que es una tecnología relativamente nueva. La tecnología está buscando su lugar en la industria de la música, es una nueva forma de vender el arte por parte de los artistas. Además, soy desarrollador y programo, entonces vengo investigando ese tema hace un tiempo, por interés personal y como artista. Se unen los dos mundos.
Respecto a su próximo disco, ¿cómo viene siendo el proceso y con qué elementos están trabajando? En especial teniendo en cuenta que son una banda que introduce algo nuevo en cada álbum y pasaron por tantas facetas a nivel sonoro.
Exacto, lo empezamos a grabar el año pasado en Unísono, el estudio de Gustavo Cerati, con Estanislao López como productor e ingeniero, y ahora estamos por terminar el adelanto, que va a salir dentro de poquito, entre junio y julio. El disco va a salir a fin de año o a principios del año que viene. Es un esfuerzo muy grande sacar un disco: trabajás mucho, invertís mucho, entonces no se trata de sacarlo para liberarte. Pero lo estamos terminando, está encaminadísimo y vuelve a suceder que tomamos otro camino. Cada disco que encaramos decidimos hacerlo de una forma diferente al anterior para obtener resultados nuevos, no hay una fórmula para hacer las cosas. Cada camino, cada decisión que tomás, te puede dar un resultado distinto musical y artísticamente. Desde que empezamos con las canciones nuevas pensamos que estaría bueno hacer algo más minimal, con menos carga de sonido, un sonido más limpio, con el arreglo justo. Es un poco más melódico. Todas las canciones vienen por ese lado, la canción como corazón de la composición -las estrofas, la letra, el estribillo-, y que los arreglos sean los justos y necesarios para lo que está diciendo. Una búsqueda más pop, por decirlo de alguna manera. Pero no dejamos de ser nosotros, descubrimos que tenemos esa libertad: podemos tomar el camino que queramos, que igual nuestra presencia siempre queda clara. Se nota que somos la misma banda.
¿Cuándo es su próxima fecha?
Vamos a estar presentando este single que va a salir antes, que se llama “Promesas”, el 10 de agosto en Ciudad Cultural Konex, junto a El Robot Bajo el Agua, que es un artista increíble, nosotros somos fans desde que éramos chicos. Va a ser una fecha hermosísima, porque son dos bandas que comparten cierta nostalgia o cierto mood, y creo que se va a armar una linda comunión esa noche, así que están todos invitados.
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