Pasaron siete años de aquella vez que Bastille cautivó al público local con una presentación formidable en el marco del Lollapalooza Argentina de 2015. Fue en ese entonces que “Pompeii”, el ya clásico de su debut discográfico Bad Blood (2013), había catapultado a la banda londinense hacia lo alto para convertirla en una de las máximas promesas del indie pop europeo. Lejos de considerarse una one-hit wonder, con el correr del tiempo la agrupación acumuló un puñado de éxitos que resistieron la prueba del tiempo hasta el día de hoy.
El miércoles 7 de septiembre, en la que será su segunda visita a Buenos Aires tras la pandemia, el emblemático cuarteto regresa con un nuevo disco bajo el brazo que evidencia madurez, innovación y raciocinio en partes iguales. Tan estimulante como distópico, Give Me The Future (2022) es una oda a la era tecnológica con una siniestra, pero divertida, premonición del porvenir. En la actual coyuntura oscurecida por la falsedad cristalizada en pantallas, Bastille realza la autonomía colectiva con un trabajo resplandeciente que libera dosis intensas de synthwave, pop-rock y funk electrónico para reflexionar sobre la extrañeza del presente mientras bailamos y desconectamos nuestros cuerpos de la matrix.
“Estoy fascinado con las diferentes formas que tenemos de distender la mente -cuenta el cantante Dan Smith en conversación con Indie Hoy-. Como cualquier gran historia de ciencia ficción, quería hablar de tópicos interesantes, pero también quería hacerlo de forma alegre, y que todo fuera un gran viaje que te llevara a un lugar lejano y alucinante”. Con casi una década de historia, el grupo británico sigue en permanente búsqueda gracias a la resistencia que ejercen cada uno de los temas de su cuarto álbum para estar a la vanguardia y ofrecer una bocanada de aire fresco a la asfixia de una época que se sabe cercana a la deshumanización.
¿Cuál es el concepto detrás de Give Me The Future?
Hay muchas ideas alrededor del concepto de Give Me The Future. Vivimos en una sociedad muy extraña a veces, nuestra vida está determinada por la tecnología de tantas formas… a veces eso puede ser bueno, pero otras veces puede ser raro y hasta destructivo. Así que quería escribir un álbum sobre eso, pero también sobre escapar y las diferentes formas que tenemos de hacerlo. Para algunas personas esto puede ser mirar una película, para otros es jugar videojuegos. Nosotros quisimos construir un mundo grande y futurístico, y quizás plantear la pregunta de por qué la sociedad es tan rara.
Recientemente estrenaron la canción “Revolution” en una versión extendida del álbum, ¿qué nos podés contar sobre ella?
“Revolution” es una de mis canciones favoritas en el disco. Queríamos hacer algo que sorprendiera a la gente, algo que nadie esperara que salga de Bastille. Es una canción intimista, pero que usa elementos más grandes, a una escala planetaria, para plantear lo pequeño que somos. Es una canción que habla de intimidad, pero usando el lenguaje del espacio. También hay un poco de esas cosas que todos nos hemos dado cuenta en estos últimos dos años, los cambios en la perspectiva que tenemos del mundo. Habla también de científicos, activistas e inventores, gente que es capaz de ver que hay cosas que necesitan cambiar en el mundo y ponen todo su tiempo y energía en intentar lograr algo. Esa gente es increíble, los admiro. Cualquiera que quiera cambiar el mundo tiene que imaginar un mundo diferente, algo parecido a lo que hace un escritor de ciencia ficción. Yo solo soy un idiota que escribe canciones, pero toda esa gente es fascinante.
¿Cómo describirían el sonido de su disco prepandemia, Doom Days?
Doom Days estaba destinado a ser un álbum fiestero, pero profundo. Nos influenció la música electrónica que estaba saliendo del Reino Unido en los noventa y la línea del drum and bass, pero también había mucha intimidad ahí, hay momentos incluso de gospel. El álbum se trata básicamente de que afuera el mundo se está terminando, pero vos decidís encerrarte un momento con tus amigos, bajar las persianas y hacer de cuenta que afuera no pasa nada. Es sobre escapar, sobre perderte en el hedonismo. Sabés que lo que pasa afuera es malo, pero decidís al menos por veinticuatro horas olvidarte de todo eso. Hay canciones con una guitarra muy íntima, pero también hay grandes canciones eufóricas de fiesta que invitan a sumergirse por completo en la noche.
Se están por cumplir diez años del lanzamiento de su disco debut, Bad Blood. ¿Qué sensaciones aparecen al escucharlo hoy en día?
Todavía tocamos muchas de esas canciones en vivo, algunas se sienten muy familiares, es como un viaje en el tiempo. Tuvimos unos diez años extraños e increíbles. Escucharlo me recuerda a cuando éramos jóvenes y viajábamos por todo el Reino Unido en el auto que nos prestó la mamá de un amigo. Momentos durmiendo en el piso de la casa de varios amigos mientras recorríamos el país. Estamos muy agradecidos por ese álbum porque cambió nuestras vidas. Es un disco que hice en mi habitación y después lo seguimos trabajando día y noche en el sótano de un amigo. Y por cierto, que eso nos haya llevado a un montón de lugares increíbles como Argentina es algo realmente sorprendente.
“Pompeii“, una de sus primeras canciones, se convirtió en su mayor éxito. ¿Qué representa para vos esta canción?
Escribí “Pompeii” en la notebook en mi habitación de la casa de mis padres, jamás imaginé que iba ser así de exitosa. Es una canción muy especial para mí, realmente cambió nuestras vidas. Cuando la tocamos en los shows la gente se emociona mucho y es algo muy gratificante de ver. La canción trata de describir esa sensación de que no estás haciendo nada en la vida, no estás yendo a ningún lado, como emulando a las víctimas de la erupción del Vesubio. Es muy loco que tanta gente alrededor del mundo cante con tanta emoción una canción sobre víctimas de volcanes. Pero la verdad es que estamos muy felices de que sea una canción que a la gente le guste tanto.
¿Cuáles fueron las impresiones que te dejaron los conciertos de la gira hasta el momento?
Ha sido muy divertido por ahora. Fue realmente genial poder llevar al vivo todas estas canciones que creamos durante la pandemia, brindar un momento de distracción y llevar a la gente a otro lugar, al menos por un momento. Como buena ciencia ficción, que sea un momento entretenido. Que te haga pensar en nuestra relación con la tecnología, pero que también sea una noche genial y eufórica, una noche en la que podamos cantar y bailar juntos. El show está lleno de visuales muy buenas, ayudan a construir el universo del álbum que queremos presentarle a la gente.
¿Qué podemos esperar de su próximo show en Argentina?
Ha pasado un buen tiempo desde que tocamos en Argentina, estamos muy emocionados. Estuvimos intentando armar un show que emocione a la gente y todo gira en torno al nuevo álbum, Give Me The Future. Así que es todo muy futurístico, hay muchas visuales, pero también intentamos incorporar muchas de nuestras canciones viejas en el repertorio. Por eso diría que se trata de un show conceptual. Con suerte, la gente que venga verá un lindo concierto, pero raro, con un tono de ciencia ficción interesante. Una linda noche para escapar.
Bastille se presenta el miércoles 7 de septiembre a las 21 h en Luna Park (Av. Eduardo Madero 470, CABA), entradas disponibles a través de TicketPortal. Escucha Give Me the Future en plataformas de streaming (Spotify, Tidal, Apple Music).