Carlos Sadness se abrió paso en la escena emergente de Barcelona a comienzos de los 2010 al subir sus primeras composiciones en MySpace. Si bien antes se hacía llamar Shinoflow, fue con su verdadero nombre que trascendió las fronteras geográficas y digitales para convertirse en uno de los máximos exponentes de la nueva ola de pop alternativo español. Ahora, el artista llega a nuestro país con su último trabajo discográfico bajo el brazo.
Durante el lapso pandémico, Sadness resurgió de las cenizas como el ave fénix. El resultado está en Tropical Jesus, un disco ecléctico y experimental que irradia destellos de folk, pop y rap en una vertiente de sonidos electrónicos durante casi cuarenta minutos y vislumbran una fuerte declaración de sus principios estéticos. “Yo tenía el disco terminado, solo me faltaba el diseño, así que me vino bien para poder dedicarle tiempo a eso -explica el músico de 35 años en conversación con Indie Hoy-. Lo malo fue la incertidumbre vivida al decidir si era buena idea sacarlo en aquel momento. Fue un éxito en streams, pero he tardado más de dos años en poder presentarlo en todos los lugares donde se esperaba”.
Publicado en junio de 2020, el sucesor de Diferentes tipos de luz (2018) es una muestra de la versatilidad sonora que Sadness continuó moldeando con los numerosos singles que publicó desde entonces, como “Costa breve“, “Tuchico” o el más reciente “Nadie sabe que te quiero“, entre otros. El músico, cantante y compositor español hace eco de su ímpetu camaleónico al exhibir distintas líneas de fuga que parecen converger hacia una odisea caleidoscópica. Sobre esto y mucho más, hablamos con él antes de su show el sábado 1 de octubre en el Niceto Club.
¿A qué alude el título Tropical Jesus?
Un locutor de radio en Colombia, la primera vez que fui, me describió a los oyentes como un Jesús tropical, y a partir de ahí hubo bastantes bromas internas con eso, así que pensé que era una especie de alter ego o renacimiento creativo para ponerle el título de un personaje fantástico a una obra que hice a través de muchos países, donde mucha gente no me conocía y seguramente pensaba eso al verme. Es un disco en el que además se habla de conceptos como el perdón o la eternidad entre otras cosas. Ese nexo místico me hizo pensar que era un título que le sentaba bien.
“Todo estaba bien” se convirtió en uno de los mayores hits de tu carrera. ¿Te imaginabas que iba a tener semejante éxito? ¿Qué significa para vos esta canción?
No lo imaginaba, era una canción que tenía descartada en el cajón. Un día vino mi amigo Miki a casa y me dijo: “tío, esto es un hit”. Así que le di una oportunidad, lo maquetamos y nos gustaba, sentíamos que algo de fuera podía sentarle bien y se lo mandé a Manuel Medrano, que enseguida me respondió con su aporte y fue la guinda del pastel. Del cajón a ser mi canción más escuchada, nunca sabes lo que puede llegar a pasar con una idea que se te ocurre en la ducha.
“Aloha”, la anteúltima canción de Tropical Jesus, cuenta con la participación especial de Bomba Estéreo. ¿Cómo se originó esta fusión? ¿Qué viste en la dupla colombiana que podía aportar a la pieza?
A parte de que Tropical Jesus nació como concepto en Colombia y ellos son de allá, siempre me han gustado y me ha parecido un grupo que lleva la identidad latinoamericana a todo el mundo. Tengo muy buena relación así que los quiero como amigos y como artistas, eso es algo muy bonito como para que nazca una canción.
Sos alguien muy original al momento de elegir los títulos de tus canciones, por eso quiero preguntarte sobre dos canciones en particular: “Muerte súbita de un caimán” y “Adiós a los dinosaurios”. ¿Cuál es la historia detrás de estas canciones?
Me hace gracia esta observación, porque la del caimán es la única vez que he escrito una canción a partir del título. Salió en una conversación de furgoneta y pensé que quería escribir sobre eso, sobre la acalorada pasión, el peligro y el perdón. No es de las más populares del disco, pero siempre la tuve muy mimada porque amaba el título. Debería haber hecho camisetas, aunque solo fuera para mí. La de los dinosaurios tiene una idea más profunda y sentimental, sobre ser hijo, ser padre aunque aún no lo soy, las generaciones y la relatividad del tiempo.
Recientemente publicaste el single “Perreo bonito” junto a La Bien Querida, ¿qué nos podés contar acerca de esta canción?
Es muy espontánea, jugando con unos sonidos se creó una armonía muy especial y me puse a cantar eso de “¿qué harás con el amor que te he dado?”. Me sonaba a Bad Bunny total, pero nadie me daba la razón así que pensé que podría ser algo mío y seguí jugando. Después llamé a Ana, porque me encanta su música, soy muy fan, y me parecía divertido llevarla a un registro muy diferente al habitual suyo. Es una canción pequeña, para mí es tierna y algo sexy.
Si bien tu propuesta siempre amalgamó un amplio abanico de sonoridades y estilos, en Tropical Jesus podemos apreciar una forma de experimentación con bases electrónicas que expanden tu búsqueda hacia nuevos horizontes. ¿Cuál fue la premisa de esta apuesta?
Es un disco que produje en mi casa, no es un disco de estudio, sin embargo siento que es el que mejor suena y el que tiene más matices. Hay mundos muy bonitos y paisajes dentro de cada canción a nivel sonoro. Trabajé muchas horas probando sonidos, formas, texturas… quería encontrar algo único y actual.
Pasaron diez años de Ciencias celestes, el primer disco que publicaste bajo tu nombre. ¿Qué recordás de su lanzamiento? ¿Qué sensaciones aparecen al escucharlo en retrospectiva?
Tiene algo especial e irrepetible, ese reciclaje de letras de rap y ritmos indie pop es algo que no podría hacerse ni queriendo. Eso lo vuelve único, a nivel musical está algo más lejos de mí porque es más clásico, y su lírica es más romántica que de costumbre. Fue una apuesta donde yo tenía claro que iba a ser difícil, el éxito no llegó hasta el siguiente disco, pero este era necesario y es importante para mí, aunque no siento que sea el que más me representa.
¿En qué consistió el proceso de transformación entre tu alter ego anterior, Shinoflow, y Carlos Sadness?
Creo que es algo que pasaba de canción a canción, pero para la gente pudo ser más notable al no estar en el día a día o al no haber trabajado con singles como se hace ahora. Se lo encontraron de un trabajo a otro, pero hay 5 años de un disco a otro. Cambian muchas cosas en ese tiempo.
Además de la música, te dedicaste a la publicidad, la ilustración y la escritura. ¿Cuál es la manera que encontraste para que todas estas aristas confluyan?
El hecho de trabajar yo mismo en el arte de las canciones tiene que ver con eso. Me gusta que la obra tenga todo lo posible de lo que había en mi cabeza, y trabajar desde la composición hasta el arte gráfico creo que ayuda con eso.
En distintas ocaciones mencionaste a Franz Kafka como una de tus primeras influencias. ¿Qué fue de la obra del emblemático escritor checo que te marcó como artista?
Dicho así parece que tenga algo en común con el genio argentino Borges, que imagino que pudo ser influenciado por esa idea de mezclar la realidad y la fantasía que Kafka practicaba a menudo. Y casi siento más admiración por José Luis Borges, pero yo me sentí muy atraído por Kafka, disfruté bastante sus relatos, menos obras densas como El castillo que me resultaron más difíciles en la adolescencia y no he vuelto a visitarlas. Eso de Kafka debe venir por mencionarlo en una canción que escribí a los veintipocos años supongo.
¿Qué podemos esperar de tu próximo show en Argentina?
Es la primera vez que voy con banda, así que me gustaría recorrer parte más antigua del repertorio, hacer un concierto que recoja diferentes momentos de mi carrera y no solo los últimos dos o tres años como he priorizado en España o México, países que he visitado con más frecuencia. Eso le da un aire emocionante al concierto, volver a encontrarse con momentos importantes, recuperar canciones. Siento que será un concierto festivo, pero sobre todo emocionante.
Carlos Sadness se presenta el sábado 1 de octubre a las 20 h en Niceto Club (Av. Niceto Vega, 5510), entradas disponibles a través de Passline. Escuchá Tropical Jesus en plataformas de streaming (Spotify, Tidal, Apple Music).