Reset, el disco debut de Santiago Celli, fue concebido en cuarentena. No en la que mantiene aislados en el país a más de cuarenta millones de habitantes, sino en una anterior que lo tuvo como único afectado. La fractura de su brazo derecho obligó al artista cordobés a afrontar una dura recuperación en medio de la despedida de Salvapantallas, proyecto que compartió durante tres años con Zoe Gotusso y que ambos dejaron atrás en 2019 para probar suerte en distintos caminos como solistas.
“Estoy empezando desde cero/Ya me encontré con lo que quiero/Y no me puedo equivocar,” advierte desafiante el nuevo Celli en “Sincero”, el primer adelanto del álbum con el que decidió salir a la cancha luego de semanas de parar la pelota y mirar para adentro. Más tarde fueron publicados los cortes “Gracias x nada”, en colaboración con Feli Colina, y “Pasaporte”, que dieron la pauta de la sensibilidad y transparencia con la que el cordobés encararía esta nueva etapa.
Reset llegó el 30 de abril de 2020 para inyectarle al aislamiento obligatorio una dosis de color en medio de tanto gris. La lista de temas del disco producido por Diego Mema, Franco Saglietti, Nicolás Btesh, Manuel Figuerero, Feli Colina y el propio Celli, y editado por Sony Music, se completa con “Reset”, “Por amor al arte”, “El sur” y “Quilombo”. Esta última fue elegida como cuarto corte de difusión y viene acompañada de un video casero, dirigido a distancia por Belén Assad, que cuenta con animaciones de 0usi. “La quietud alerta una vez más/La virtud de cerca no es igual,” comienza el tema. Y si bien a esta altura todo parece estar relacionado con el aislamiento obligatorio, no es descabellado sentir que las letras del disco cargan con una energía similar a lo que hoy se vive. No hay que olvidar que las canciones de Celli solista fueron concebidas en su propio aislamiento, razón por la que sus letras pueden ser interpretadas como premonitorias.
¿Cómo venís llevando estas semanas de aislamiento obligatorio?
Bien. Obviamente, es una situación sin precedentes para todos pero tuve la posibilidad de que estos días me agarraran en un buen momento. Yo, en general, soy bastante pragmático con las decisiones. Si veo que la situación de inmovilidad me puede jugar una mala pasada a nivel cabeza, trato de esquivarla. Intento mantenerme en movimiento lo más que puedo porque es necesario. Hay una canción de Jorge Drexler que al final dice: “Si quieres que algo se muera, déjalo quieto.” Esa es la razón por la que hay que tratar, de todas formas, de escaparle al encierro y a la depresión. En lo personal, la cuarentena me tocó en el medio del lanzamiento de un disco. Entonces no la estoy pasando mal. Por ahora, sigo fuerte de la cabeza.
Estuviste aislado antes de la cuarentena por la recuperación que implicó la fractura de tu brazo. ¿Cómo transitaste esos días?
Fue un momento de muchísima alienación porque se había terminado Salvapantallas. Como no podía tocar la guitarra, me llevé una mochila con un parlantito y un Electribe a Córdoba, que fue donde me operaron e hice toda la recuperación. Aprendí a usar el aparato y hacía música con una mano todo el día. Desde que me levantaba hasta que me acostaba, hacía bases y canciones con eso, y así salió el disco. Ese fue mi reset, que en realidad fue también estar quieto y tener algo tumultuoso por fuera.
Gran parte de las canciones del disco fueron escritas en primera persona. Las letras son muy personales y entre líneas dan a entender situaciones íntimas por las que pasaste. ¿Reset es para vos una nueva carta de presentación?
Sí, me gusta esa lectura porque para mí es algo así. Reset es un manifiesto de presentación. Al disco le puse ese nombre porque me sentía en una situación de muchísimo rigor. En ese momento se había separado la banda a la que, durante los últimos tres años, le habíamos depositado toda nuestra energía. La exposición que yo tenía por Salvapantallas era muy grande pero, a la vez, no se me conocía en un rol protagónico o de voz líder. Entonces sabía que había gente que estaba mirando o que iba a estar mirando cuando sacara algo y que iban a tener cierta expectativa formada. Quise ser consecuente con lo que me estaba pasando por dentro. Sentía la necesidad de ser disruptivo con Salvapantallas. Quería hacer algo distinto, definitivamente distinto, que no tuviera un punto de comparación con la banda. Entonces, en la búsqueda de ese concepto hay un reset, un empezar de nuevo.
Una estrofa de la canción que le da el nombre al disco dice: “Me fui para quebrarme/Quería restearme/Y casi sin buscar apareció la canción/Que puede rescatarme.” ¿No costaron en salir las canciones una vez que decidiste emprender tu carrera solista?
Una vez que tuve el panorama de mi vida claro, fue muy fácil que salieran. De repente le encontré respuestas a un montón de preguntas que había tenido hasta ese momento respecto a mi futuro post Salvapantallas, lógicamente porque yo ya podía intuir que no iba a durar mucho más porque no la estábamos pasando tan bien en ese momento. Entonces, tenía un montón de dudas y preguntas que me atormentaban pero sucedió, y apenas sucedió la separación de Salvapantallas apareció este lugar. Y una vez que entendí hacia dónde ir fue muy fácil y sigue siendo mucho más sencillo para mí escribir canciones. Hasta ese momento, todas las canciones que hacía iban para Salvapantallas y, básicamente, traté de arrancar de cero literal, con un personaje que escribe y habla distinto, y con letras pensadas para cantarlas yo.
Justamente, gran parte de las canciones del disco tienen un destinatario directo. “Pasaporte” está dedicada a un amor a distancia, “Gracias x nada” a la hipocresía y “Sincero” a quienes no confiaban en vos. ¿Todas esas dedicatorias fueron heridas que tuviste que cerrar para emprender este nuevo camino?
No sé si llamarlas heridas, preferiría decir que fueron situaciones por las que tuve que pasar. Todas las canciones son fotos a través de la cuales intenté retratar lo mejor que pude cómo me sentía por dentro en el momento en que las compuse. Son canciones como dijiste vos muy autoreferenciales quizás, pero desde una óptica de emociones. Solo trato de hacer eso, dejar una foto real que me pueda servir como recordatorio de cosas. “Gracias x nada”, es como vos decís. Me va a hacer acordar para siempre lo que entendí en ese momento sobre la hipocresía. Lo mismo con “Pasaporte”, me voy a acordar siempre de cuando mi novia estaba en otro país y del vínculo que teníamos. Muchas personas me escriben por “Pasaporte”. Me dicen que con la cuarentena quedaron a la distancia de su pareja y que la canción les ayuda un montón y que las representa. De repente están dichas ahí cosas que les hubiera gustado decir, y eso es muy lindo y muy emocionante.
¿Qué te provoca que haya personas que se agarren de esas canciones para transitar este momento y de alguna forma las resignifiquen?
Me provoca felicidad porque realmente me gusta que escuchen las canciones y que no piensen en mí, sino que piensen en ellos. Yo hago canciones para eso, para que les sirvan a otras personas para canalizar un sentimiento de la misma forma que me sirven a mí.
¿Creés que después de la cuarentena va a ser un reset para toda la sociedad?
Me gustaría creer que sí, pero a lo largo de nuestra propia historia hay muchas demostraciones de que tendemos al olvido como sociedad. Me gustarían creer que sí, que va a ser un reset pero me parece bastante optimista pensar que eso pueda sostenerse. Ojalá que sí. Quizás esto también vino a mostrarnos el contraste y el lado opuesto de la vida que estábamos viviendo antes.
Escuchá Reset de Celli en todas las plataformas de streaming.