Una vez más es época de Festipulenta, este clásico que siempre se espera con ganas por su line-up que reúne a consagradas bandas de la escena underground sin dejar de lado los músicos ascendentes. Un festival que ya tiene su impronta y va camino a leyenda. La edición número 13 se llevará a cabo por partida doble, el próximo 22 y 23 de junio y en el line-up asoma Hablan Por La Espalda, este ícono del hardcore uruguayo que tocan por segunda vez en este festival.
Tuvimos la oportunidad de hacerles un par de preguntas para la ocasión, pero antes repasemos: se formaron en el Uruguay de 1996, cuando gobernaba Sanguinetti. Afectados tempranamente (pero para siempre) por el hardcore, la formación de la banda tuvo varios cambios, siendo los únicos que quedan de aquéllos tiempos Fernando y Tucson, hermanos. El tiempo llevó a la formación de hoy: Guerreros, Faraón, Viti, Charly y Varela.
Con cinco discos a su espalda (el último fue Macumba de 2009) y miles de kilómetros recorridos, HPLE llega a Buenos Aires una vez más. A continuación la entrevista y luego la info del Festipulenta:
15 años de HPLE, las señoritas del hardcore uruguayo. Retrospectivamente, ¿qué se siente?
Que la banda todavía es joven y las posibilidades siguen siendo ilimitadas, incluso más que al principio. Y se siente bien saber que siempre hicimos lo que quisimos, con confianza en lo nuestro. Si nos guiábamos por las escenas y lo que pretendía la gente de opinión fácil capaz que la banda se habría estancado y terminado hace tiempo. Reinventarnos y renacer todo el tiempo nos mantiene siempre afilados. Pero tampoco fue nunca algo premeditado. Solo se dio así.
Anécdotas deben sobrar, pero ¿cuál es la primera que se les viene a la cabeza?
La vez que tomamos hongos en Amsterdam. Fue al día siguiente de nuestra única fecha en Holanda. Nos estabamos quedando en un squat (ocupacion) punk, que era la ruina, lleno de pasados de anfetaminas, mugre, etc. Al otro día nos despertamos y arrancamos para el centro de Amsterdam. Desde donde estábamos había que cruzar un rio en ferry, una epopeya. Cuando llegamos nos fuimos directo a un coffee shop y pedimos de todo un poco. Al rato el bajista salió y vio que en un kiosco vendian los hongos. Compramos varios paquetitos de esos hongos mexicanos deshidratados (creo que ahora estan prohibidos). Dijimos de volver al squat y tomarlos ahí, capaz que hacer un fogón o algo, pero no nos aguantamos, entramos a otro coffee shop y los bajamos con una barra de chocolate. Cuando me empezaron a pegar entré en miedo absoluto y me acordé que la mujer que nos lo había vendido habia dicho algo del jugo de naranja. Pensé que te bajaba el efecto, asique fui a la barra y pedí un vaso, lo tomé de un buche. Era al revés: te incrementaba el efecto. Entré al baño y me senté en el wc, me vi las manos y las piernas como si fueran las raíces de un arbol, salté del wc y me miré al espejo, no me reconocí y lo que vi no me gustó. Cuando volví a la mesa el resto estaba jugando ajedrez, pero como si fuera una batalla real, algo de Game of Thrones, se gritaban, hablaban en cualquier idioma. Ya todos nos habíamos percatados que estabamos delirando. Al salir a la calle (pleno centro), sentíamos que se nos venía la ciudad encima de tanto barulllo, bicicletas circulando, africanos hablándonos al oído ofreciendo drogas químicas. No sé cuánto rato giramos por ese centro hasta que el más lúcido de la “delegacion” empezó a pedir direcciones y dimos con el ferry y una vez que cruzamos tuvimos otra travesía perdidísimos por varios barrios, caminando en la oscuridad. Tuvimos una baja momentánea: el baterista, que estaba “sintiendo un orgasmo”, hacía rato, se desmayó en el medio de la calle. Después hubo otro que pidió para parar porque sentía que se moría. cuando llegamos, -de milagro-, al squat, te juro que estabamos embarrados, sucios como si hubiéramos salido de un pantano.
En Argentina siempre es un suceso cuando vienen a tocar. ¿Cómo es el recibimiento de su música en su país?
Acá hemos tenido algunos shows memorables por distintos motivos. Obviamente es donde más tocamos, asique en tanto concierto pasó de todo. Desde algunos de esos en fiestas de casas que terminan en caos total, uno hace un par de años con varios heridos; o de los que la gente se compenetra mismo con la música y cada canción es un viaje en común de banda y público (me acuerdo uno hace un tiempo en “Mundo Afro”, un espacio de la comunidad negra en la ciudad vieja); otros extremos como uno en que hubo un accidente sobre el escenario y eso derivó con un policía queriendo suspender y un miembro del público pegándole una piña y show cancelado, etc. También hemos tenido memorables por otros aspectos como el de los festejos del Bicentenario, tocando para una multitud. Por suerte la gente se cuelga mucho con nuestra música desde hace años.
Vuelven a tocar en el Festipulenta, ¿cómo viven eso?
Con entusiasmo porque la otra vez la pasamos genial con mucha excitación del publico, gran cordialidad de parte de la organización, muchos amigos, etc. Y esta vez tocamos las dos noches, asi que todo x 2.
Por último, ¿una escena memorable de Los Simpsons?
Ramones tocando “Happy Birthday” a Mr. Burns y su reacción “get the rolling stones killed“