La música de Clubz nos adentra en una odisea de electropop que moviliza el cuerpo, deleita la mente y acaricia el alma. El dúo mexicano integrado por Coco Santos y Orlando Fernández se convirtió en una de las bandas latinoamericanas más prometedoras de la última década a fuerza de canciones pegadizas, ritmos festivos, producciones brillantes y una dominación magistral de la música disco.
Su último álbum, el hoy clásico Destellos de 2018, consiguió canalizar la esencia de la música bailable de los ochentas para configurar una obra más electrónica y sintética que su antecesor de 2014, Texturas. Entre baladas dulces y nostálgicas, el dúo obra la conjunción de espíritu vintage y artilugio futurista con incandescencia, sutileza y convicción. Destellos es una demostración de cómo la música se retroalimenta de la experiencia vivencial para sacarle su máximo esplendor.
Durante el mes de junio, el proyecto oriundo de Monterrey emprenderá una breve gira nacional con shows en Buenos Aires, Córdoba y La Plata. “Estamos muy emocionados por volver a Argentina -cuenta Orlando en conversación con Indie Hoy-. Es bastante nostálgico porque me fui de intercambio en 2017, regresé al año siguiente para tocar en el Lollapalooza y ahora será increíble. Queremos ver cuál es el status, cuánta gente nos conoce y qué está pasando en Argentina con Clubz. Esa es la intención de esta visita, que ya de entrada se siente muy bien. Obviamente con el objetivo de poder regresar una vez al año”.
En esta visita van a estar compartiendo escenario con la banda argentina Isla de Caras. ¿Cómo inició la relación entre ambos proyectos?
Conocí Isla de Caras hace unos años, creo que fue con el álbum Chango por recomendación de Spotify. En algún momento compartí alguna canción de la banda en la cuenta de Clubz y, a partir de eso, Lauti [Cura] nos buscó y empezamos a platicar a distancia. Ahora para su último álbum, Una caricia, nos invitó a cantar justo en ese tema. Él tenía un poco de presión de que le mandáramos la grabación de las voces, pero nosotros estábamos medio complicados y no lo pudimos concretar. Ahora vamos a estar ahí en Buenos Aires y ya estamos planeando a ver si hacemos alguna colaboración nueva. Lauti es una gran persona que estimo mucho y eso que no nos conocemos físicamente. Me encanta lo que hace con su proyecto y estamos encantados de que nos haya invitado a compartir escenario porque hacemos una muy buena combinación.
Pasaron cuatro años de su disco Destellos, y dejó en el camino varios hits que ansiamos escuchar en vivo. ¿Cuál es su apreciación personal acerca del álbum frente al paso del tiempo?
Ha sido una sorpresa para nosotros que, al día de hoy, mucha gente lo está descubriendo y sentimos que sigue sonando actual. Durante la pandemia lo volvimos a escuchar y lo valoramos todavía más. Hicimos un buen material que tiene un sonido un poco atemporal. Nos costó mucho, cuatro años, pero al parecer ese es nuestro tiempo para hacer un disco. Texturas salió en 2014, Destellos en 2018 y el nuevo álbum saldrá ahora en 2022.
De un disco a otro se puede notar un cambio estético muy fuerte, una búsqueda constante con intención de renovar el sonido. ¿Qué es la experimentación para ustedes?
La intención del nuevo álbum es que no sucediera lo mismo que con Destellos. Si algo nos gusta en el momento, eso es lo que experimentamos. En Texturas estábamos escuchando otras bandas más orientadas hacia las guitarras y los efectos de chorus, era más shoegaze, pop, por ahí. En 2015 publicamos un mini EP con dos canciones y remixes llamado Épocas, ahí estábamos en un momento R&B. Blood Orange y Kanye West nos inspiraron muchísimo a hacer algo por ese camino. La canción “Épocas” tuvo bastante impacto, fue la primera que sentimos que tuvo un alcance mayor y superó el millón de streams. Y hacia ahí fue el enfoque que nos llevó a Destellos, algo más inspirado por el pop de los ochentas, Michael Jackson, Phil Collins, un poco de los Talking Heads. Ahora nos fuimos un poquito más atrás, nos fuimos a los setentas. Empezamos a escuchar música que escuchaban nuestros padres, como Steely Dan, los Doobie Brothers, Ambrosia, Bee Gees. Esa fusión entre el jazz, rock, funk, música disco, nos encantó. Los sintetizadores igual estarán, pero cambiamos un poquito hacia el estilo del electric piano, como el wurlitzer o el rhodes. Las cajas de ritmos siguen presente, pero están mezcladas con baterías reales. De hecho las hemos grabado a distancia con un músico argentino, Guille Salort, toca con Conociendo Rusia y otros proyectos. Nos gustó mucho el sonido de su batería y le pedimos que grabe un par de cosas. En Destellos metimos mucho saxofón y ahora hemos probado grabar con flauta y trombón. La diferencia del sonido, como bien dijiste, siempre consiste en experimentar qué más podemos hacer para no aburrirnos.
¿Cómo definirían el “popscuro”? Si bien es el título de una de sus canciones, es un término que también concuerda con su propuesta.
Siento que somos muy pop, pero eso tiene muchas connotaciones. Los Beatles son pop, Mecano es pop, Ariana Grande es pop o Britney Spears y Backstreet Boys. Para meterle un poquito de contexto a lo que hacemos nosotros, le dimos un giro más alternativo. Así salió la idea de un pop más “oscuro” y “raro”, por eso la unión de ambas palabras sentimos que nos encajaba perfecto. Y como sucedió con muchos temas de Destellos, a esa canción le pusimos un título tentativo sin tener la letra. Así termino quedando el nombre.
¿Cuáles podrías decir que son sus influencias fuera de lo musical?
A mí me inspira el tema de las visuales. Fuera de la banda me dedico al diseño gráfico y estoy abocado a proyectos de branding e identidades de marcas. Yo llevo un poco más ese rol, muchas cosas que yo veo relacionadas al diseño, lo gráfico, los colores, las tipografías, las fotos y todo eso, me inspiran a llevarlo a la música. También me gusta mucho el tema de la moda, la ropa, cómo vestirte, la vestimenta de otros artistas, o descubro ciertas marcas y eso me lleva a pensar el estilo y en cómo combinarlo con la música que hacemos. Todo lo que rodea a lo audiovisual es importante para mí, tiene que ser un proyecto integral en donde la música absorbe lo visual.
Son conocidos por hacer una curaduría muy fina con sus remixes. ¿Cuál es la premisa que tienen al pararse frente a la canción original y decidir hacer una versión completamente nueva?
Ahora creo que lo hemos ido afinando. Cuando empezó la banda hicimos un par de remixes, algo completamente nuevo para nosotros, y no sabíamos cómo desarrollarlo. Pero últimamente, sobre todo después de la pandemia, empezaron a llegar ofertas de remixes y ya con más experiencia creo que estamos en un punto que podemos ejecutar remixes mucho mejores. En cuanto al camino, depende del tema, en los últimos años hemos estado haciendo más DJ sets y encariñándonos con ese camino. Cada vez lo disfrutamos y dominamos más, los DJ sets han influenciado lo que estamos haciendo tanto para los remixes como para el nuevo álbum. Se podría definir como música de club o música de baile. El objetivo cuando estamos haciendo un remix es poder tocarlo en uno de nuestros sets, que se pueda bailar, disfrutar y apreciar en un club. Esa sería la premisa. Cuando trabajamos con Last Dinosaurs, una banda australiana, en una canción que se llama “Flying”, nos encontramos que la pieza original ya era muy electrónica y muy arriba. Entonces lo conceptualizamos como que la canción original ya era el remix y pensamos lo opuesto, en cómo sería la original. Fue groovie, pero una versión más abajo, sin perder el ritmo. Por eso depende de la canción lo que tenemos que hacer.
Un DJ set es diferente al show convencional, no hay pausas y aplausos entre tema y tema, y eso implica crear una atmósfera para adentrar a la gente…
Así son nuestros shows, las canciones están conectadas. La verdad es que no somos muy buenos hablando, preferimos hacer un directo más potente y que forme una atmósfera. En el DJ set, cuando elegimos una selección de canciones, lo hacemos en base a un círculo de la armonía, donde una canción conecta con otra por la nota en la que están. De hecho, en vivo hemos cambiado algunas notas para que combinen bien con la canción anterior y con la que sigue.
¿Cuánto tiene de rico la experiencia del vivo a diferencia de escuchar la versión de estudio?
En vivo hay una diferencia muy grande. Lo que vas a notar es que las grabaciones son muy limpias y cuidadas, todo está meticulosamente editado y escogido. Pero en directo es todo se amplifica en volumen y efectos, es otra experiencia completamente distinta.
También tuvieron un muy buen ojo al elegir las colaboraciones del álbum y encontrar sonidos nuevos. En estos últimos años, tanto Buscabulla como Ela Minus y Girl Ultra explotaron.
Me da mucho gusto porque a los tres proyectos les ha ido muy bien. En los últimos años vi que Buscabulla le hizo un remix a Kali Uchis, luego sacaron un tema en el álbum de Jhay Cortez y ahora acaba de salir una colaboración en el último disco de Bad Bunny. Buscabulla es una banda de Puerto Rico que me gusta muchísimo. Nos fuimos topando en festivales y teníamos esa idea de la canción, cuando se la mandamos, funcionó. Ela Minus sacó el disco en pandemia, firmó con el sello Domino Records y ahora está tocando en todos lados. A ella la conocimos en el 2015 cuando tocaba la batería en su otra banda, en 2016 le propusimos sumar su voz en Destellos, y nos reencontramos a principios del 2019 cuando grabamos el video de la colaboración en Colombia, ahí nos enseñó el disco y quedamos sorprendidos. A Girl Ultra, como es de México, la conocemos desde que empezó. Ella iba a nuestros shows y les gustaba mucho la banda. Eventualmente terminamos trabajando con el mismo manager y empezamos a salir de gira juntos. Tenemos una amistad muy cercana y era algo natural invitarla a cantar en algún tema.
Durante la pandemia sufrimos la imposibilidad de frecuentar shows y fiestas. ¿Cuánto les afectó esta ausencia en la composición?
Todo eso afectó directamente, estábamos muy clavados en el estudio. Por ejemplo, con esos dos temas que salieron el año pasado, “Estadio estudio” y “Meteoro”, ahí puedes notar una vibra del álbum más orientada al soft rock de los setentas. Una vez que empezamos a hacer los DJ sets el año pasado, nos dimos cuenta que no podía sonar todo el disco igual. Necesitábamos meterle ese lado que tanto nos motivaba, había que redireccionarlas al camino del baile. El disco va a ser un híbrido entre esta introspección más rock y ese lado más arriba, más del disco y el funk. Va a tener ese equilibrio y todo eso está afectado por lo que ha pasado en estos años, por nuestra propia experiencia.
Clubz se presenta este jueves 9 de junio a las 20 h en Niceto Club (Av. Niceto Vega 5510, CABA) junto a Isla de Caras, entradas disponibles a través de Passline. El sábado 11 de junio se presentarán en Club Paraguay (Marcelo T. de Alvear 651, Córdoba) y el viernes 17 en Guajira (Calle 49 484, La Plata). Escuchá Destellos en plataformas de streaming (Bandcamp, Spotify, Apple Music).