La pandemia y el aislamiento pegó de lleno a las generaciones más jóvenes. Miles de sentimientos nos atravesaron durante esos meses y, a partir de ese proceso, muchos pibes encontraron en la música el canal ideal para expresarlos, mientras que otros tantos hallaron en la expresión artística ajena -pero muy cercana- un sentimiento propio. Tal como escribió Delfina Montagna en su libro Hacer bandas es gratis, la catástrofe pandémica fue el empujón necesario para pegar un reset en la escena alternativa nacional.
Durante el transcurso del 2021, decenas de proyectos artísticos emergieron en la Ciudad de Buenos Aires y distintos puntos del país, trayendo de esa manera una bocanada de aire auténtica y necesaria para la escena. Estanislao López, productor musical de muchas bandas de esta escena y director del sello Casa del Puente Discos, es muy tajante y claro con su posición respecto al rol que jugó la pandemia. “La crisis constante y la pandemia en el medio fue el caldo de cultivo para el surgimiento de todo esto. Fue el punto inicial para algo que venía fragmentado -cuenta en conversación con Indie Hoy-. En la pandemia se juntó y explotó todo. Todo movimiento rupturista cultural nace a partir de un quiebre y nuestro quiebre sin dudas fue la pandemia”.
Con el correr de los meses la movida comenzó a caminar sola, desarrollando un circuito propio tanto para las bandas como así también para el público. “Empezamos a notar que estaba surgiendo algo cuando volvimos a tocar en Capital Federal, luego de la pandemia, en 2021 -agrega Irina Tuma, cantante y guitarrista de Buenos Vampiros-. Había un público mucho más grande, la gente cantaba nuestras canciones. Fue muy sorprendente”.
Así empezaron a aparecer los debuts discográficos, el caudal de espectadores siguió aumentando y nacieron los primeros festivales. “A mediados de 2021 empezó todo -cuenta María Road, directora de la revista Interzine-. Empecé a notar cierto hype en el 2022, a principios de ese año hubo fechas claves: el festival DIY en febrero, el Neomuerte en marzo, las primeras ediciones del Nuevo Día, entre otras”.
El festival Nuevo Día, creado por la productora Surfer Rosas y el espacio Strummer Bar, tuvo dos ediciones en 2022 en Strummer y en el escenario Moscú. El próximo domingo 16 de abril, el festival desembarca en el Teatro Vorterix en la que será una fecha bisagra para la escena. “Hay una manija muy grande -coinciden Adrián Trapinsky y Martín Rulli de Surfer Rosas-. La gente va a acordarse toda su vida de esta fecha. Va a ser zarpado poder ver a tus bandas favoritas por primera vez en un escenario tan importante, con un sonido tan grande y con tanto público. Va a ser histórico”.
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El festival contará con presentaciones de bandas que se volvieron protagonistas de esta escena, como son Buenos Vampiros, Mujer Cebra, Dum Chica, Fin del Mundo, El Club Audiovisual y Revistas. Las Ligas Menores cerrarán la noche como un acto de bendición para esta nueva escena de parte de uno de los proyectos que siempre fomentó la autogestión y la comunidad entre bandas. “Los chicos ahora tienen una necesidad muy grande de sacar algo que llevan adentro y eso se nota muchísimo”, opina la cantante Anabella Cartolano. “Todo esto nos hace acordar a nuestro comienzo -suma el guitarrista Pablo Kemper-. Hay muchas ganas de tocar y de compartir esa experiencia con un montón de bandas. Más allá de si sonamos parecido o no, nos sentimos muy identificados con todo esto”.
Esta misma comunión artística y humana fue el motor detrás del desarrollo de la escena. Lejos de tratarse de un fenómeno aislado, muchos actores aportaron su grano de arena a todo esto, desde músicos hasta productores, público, gestores culturales y artistas visuales. “Es fundamental la comunidad que se armó y aún más importante es que se haya dado tan naturalmente y de manera honesta y real”, afirma Santiago Rocca, vocalista y guitarrista de Mujer Cebra.
“El sentimiento de comunidad está buenísimo -agrega Estanislao desde su trayectoria y experiencia en la industria musical-. En mi generación y en las anteriores esto no pasaba. Eso cambió y hoy en día importa lo que les pasa a los otros. La comunidad es la mejor manera de crecer. Todos juntos somos muchos más”. Tomás Pelaez y Matías Vertula de El Club Audiovisual reafirman lo dicho por sus colegas: “Es re importante el ambiente de comunidad. Somos todos parte de un colectivo, solos no vamos para ningún lado. Se pudo entender que es necesario trabajar en conjunto para crecer”.
Si hay otro elemento que caracteriza a esta escena es la tolerancia y el respeto. Son muchísimos los proyectos y las personas que encontraron dentro de la movida un ambiente en donde desarrollarse en plena libertad y sin miramiento alguno. “Creo que el espíritu que tienen las bandas hacen que se unan entre sí -comenta Delfina Gel, cantante y bajista de El Club Audiovisual-. Todos tenemos una ambición parecida, queremos comernos el mundo y estamos convencidos que hay que hacerlo de manera colaborativa. Estamos en una época donde abrazamos las diferencias y eso responde un poco al cambio generacional que se dio en la movida”.
Por su parte, Guillermina Muller de Surfer Rosas agrega: “Tiene algo muy especial todo lo que se está formando porque es una movida que está completamente basada en el amor, en el respeto y en el trabajo en conjunto. Todos nos sentimos muy cercanos a todo esto y está buenísimo que se de así”. La autenticidad, la honestidad y la comunión fueron y son pilares fundamentales en el desarrollo de toda esta escena. Y por supuesto que el volumen artístico de cada uno de los proyectos también.
A raíz del crecimiento vertiginoso que se dio en los últimos meses, Ignacio Perrota, voz y guitarra de Buenos Vampiros, expresa: “No fuimos muy conscientes de todo lo que estaba pasando, fue muy orgánico y lo sigue siendo. Creo que también está bueno no buscarle tanta explicación a las cosas, queremos seguir haciendo nuestra música más allá de lo que suceda alrededor y en ese camino estamos”. Santiago Rocca de Mujer Ceba apunta hacia el mismo lado: “No caemos todavía y en parte es porque nunca esperamos que pasara tan rápido. Nos sirvió mucho no frenar y seguir mirando para adelante, porque si no te engolosinás y eso en gran parte perturba esa expresión real en la que tanto hacemos foco”.
Así la escena forjó un ambiente de comunidad que excede lo estrictamente musical y en él prima, por sobre todas las cosas, una gran relación humana. “Esta generación a mí me vuela la cabeza -sintetiza Estanislao-. Hay un talento como yo nunca había visto y ese talento me llega y me conmueve. Conecto mucho con ellos. Me inspiran a seguir”. El bajista Gonzalo Muhape y Santiago Rocca de Mujer Cebra también comentan sobre los sentimientos que les genera esta nueva generación de artistas: “Son un poco nuestro norte. Es todo muy emocionante porque es compartido. Nos generan un entusiasmo constante porque estamos todos tirando para el mismo lado. Nos dan mucha fuerza como músicos, pero también como humanos”.
En una era en la que predominan los productos artísticos prefabricados, efímeros y banales, es sustancialmente importante el valor artístico y humano que aporta una escena compuesta por propuestas artísticas auténticas y cargadas de sentimientos que logran interpelar y emocionar a miles de pibas y pibes a lo largo y ancho del país.
“Todo esto va a seguir creciendo y lo importante es seguir alzando la voz y expandiendo todos los proyectos -prevee Estanislao-. La federalización e internacionalización de la escena es lo más importante para que la música siga llegando y que trascienda”. María Road suma: “El crecimiento de la escena me genera orgullo y esperanza. Hay una renovación muy fresca y estoy segura que todo esto nos va a llevar a un futuro mejor”. Rullix, Muller y Trapinsky de Surfer Rosas hacen énfasis en algo similar: “La idea es federalizar y acercar todo esto a más público. Queremos mostrar lo que está pasando y encontramos en el festival Nuevo Día una manera de inmortalizar todo esto. Es fundamental el desarrollo de la escena en todo el país”.
El potencial es enorme y las ganas de crecer son aún más grandes. Las bandas quieren trascender, quieren comerse el mundo y lo van a lograr. Hay decisión, hay talento y no hay nadie ni nada que lo vaya a parar. “Se nota que hay un poco de kerosene en todos lados -concluye Patricio García Seminara, baterista de Mujer Cebra-, hay que seguir para prender la mecha y que explote todo”.
Las Ligas Menores, Buenos Vampiros, Mujer Cebra, Dum Chica, Fin del Mundo, El Club Audiovisual y Revistas se estarán presentando el domingo 16 de abril a las 16 h en el Festival Nuevo Día en Teatro Vorterix (Av. Federico Lacroze 3455, CABA), entradas disponibles a través de AllAccess.