Un cassette rosado, unos pósters en la pared de la habitación, y una chica desgarrada de dolor/rabia por la canción “You Oughta Know” de Alanis Morissette. En un fast forward de 20 años a velocidad de videoclip, la misma chica sufre el aislamiento y la hiperconexión del celular, la anomia social, la exposición. Todo eso tiene en mente Francisca Valenzuela al sacar dos de los videos/canciones que forman parte de una trilogía de novedades para el final del 2021. Lo que comenzó con “Castillo de cristal“, continuó con “Último baile” y culminó con “Salú“, el último tema de adelanto de su nuevo disco, cuyo título será revelado muy pronto, es una reinterpretación de todos esos componentes que la forman: una chica que creció frente al televisor a finales de los 90/comienzos del 2000, embelesada por las cantautoras de guitarra enojada, con una mezcla del pop más bailable de las fiestas gays de Santiago de Chile, con un salpicado de los rasgos sociales actuales: el bombardeo de la información, la búsqueda de ser anónima y notada, la organización feminista, y la lucha por los derechos individuales y colectivos.
“Estos vídeos salen este año porque es el momento de que todo se cae a pedazos. Como ese momento de la fragilidad, un momento muy pandémico-apocalíptico que uno dice ‘se está trizando todo, se está cayendo la casa, las relaciones, mi vida, lo que sea, pero se está cayendo todo a pedazos”, dice en conversación con Indie Hoy desde la Ciudad de México, antes de volar para su Chile natal.
Si ese vórtice de negatividad parece sombrío, para Francisca también conlleva un impulso de vitalidad. “Es que el siguiente paso es preguntarse: ¿cómo y qué se hace con esto que se viene ahora? Uno se echa a morir o decide vivir”. La respuesta a eso está en “Último baile”, cuando una de las primeras frases que dice está para escribirla en una pared, en un pasacalle, hacerla remera o imprimirla en el mate. Incluso puede funcionar para bio de Grindr/Tinder: “Es el final del mundo, pasémoslo juntos. Todo es tan absurdo”. Una especie de oda a la alegría, a la identidad latinoamericana, a Violeta Parra, al tequila mexicano, y al llanto de llorona telenovelera caribeña. Casi como una respuesta a la pregunta de ¿cómo querría vivir el último día antes de una catástrofe?
“Entonces vienen los siguientes capítulos que están asociado a esto, al post. Y el disco engloba todo esto, diría que mucho más también, que es un disco confesional, de autor, en el sentido de que hay canciones que tienen que ver con cosas humanas: envidias, frustraciones laborales, la muerte, las cosas que son de la vida, el estallido social en Chile”, dice Francisca.
El disco tardará en llegar, estima publicarlo a mediados del 2022, pero esta trilogía de canciones son una puerta de entrada a ese mundo que ella lo describe como más orgánico, donde hay canciones de guitarra, no es un pop netamente digital, hay banda, hay clarinete, flautas traversas, zampoña, cuerdas eléctricas y acústicas, el piano, aullidos, voces crudas, una inspiración apoyada en el pop rock alternativo latino. “Súper colorido”, lo define, “muy de oreja, muy melódico, free, libre”, dice rápido en su tonada chilena cantureña y veloz. “Un disco que recopila la dualidad de vivir, donde una dice qué linda es la vida, qué lindo es vivir, y qué terrible que es también, ¿no?”.
Ahí aparece el “Castillo de cristal” que se rompe, y la imagen de estar ahí expuesta como pieza del museo y que nadie te mire, que todes estén con el teléfono en la mano pero a nadie le importe, que solo se reproduzca el espectáculo. “La cantidad de información y ruido que hay… y por ruido me refiero a ese bombardeo de tanta información, y lo difícil que es ser una persona a la que le importan las cosas y poder conectar genuinamente con eso, a eso me refería con esta canción y este video”.
Francisca Valenzuela, que además de tener una carrera notable dentro del pop chileno y latinoamericano, es una de las creadoras de la plataforma Ruidosa, que empezó como un festival feminista y se convirtió en un espacio digital de difusión y promoción de las artistas latinas, una comunidad de personas activas y comprometidas.
La fortaleza, esa canción y ese disco que fue como un himno feminista, tiene mucho de esto que plantea, que propone como persona y como proyecto musical. Pero ahora todo eso está tamizado por la complejidad que trajo la pandemia. “Hay una ciudadanía implorando por ciertas cosas y son invisibilizadas, oprimidas. Como sociedad muchas veces estamos cada uno haciendo lo nuestro, y al mismo tiempo estamos defendiéndonos, sobreviviendo, navegando este nuevo escenario de exceso de información, de aislamiento, de hiperconexión”. Todo eso, representado con teatralidad, colores pasteles, pinturas en movimiento, performance audiovisual y, por supuesto, en sus canciones, es lo que se trae Francisca Valenzuela para el 2022.
Para el video de esa canción donde ella escribió sobre la fuerza cuando estaba pasando un mal momento, le pidió a sus fans que le enviaran videos caseros interpretándola. Más de 1.800 videos llegaron y con eso hicieron el collage que quedó. “Es una comprobación de que hay ciertos intereses que pueden unir también a la comunidad que escucha lo que yo hago. Hay una mirada del mundo compartida”. Hay gente bailando en la calle, en el cuarto, en el desierto, montados, con ropa de trabajo o entrecasa, con instrumentos, con el baile, todes con la intención de hacer un aporte a la construcción de la comunidad de Francisca.
Y es en esa canción, en “La fortaleza”, donde la cantante chilena dice “con mi pluma y mi poema cruzaré la cordillera”, y lo hará, si la pandemia lo permite, el próximo año. “Mi experiencia en Argentina siempre ha sido buena, como artista y como alguien que está gestionando su proyecto, conversando y haciendo toda la vuelta de presentación de mi contenido y mis canciones creo que allí las conversaciones siempre me asombran. Son conversaciones donde hay curiosidad, una mirada crítica, hay propuestas, siempre me da gusto, me inspira y me hace sentir vista y escuchada”.
Escuchá a Francisca Valenzuela en plataformas de streaming (Spotify, Apple Music).