Manu Hattom es un músico embajador del oeste de Buenos Aires que lleva varios años sonando en la escena emergente con su banda La Joven Pandilla del Oeste. Hace unos meses, el cantante oriundo de Haedo decidió gestar un disco en solitario de melodías suaves y letras que orbitan en torno a la melancolía pero ofrecen un mensaje de esperanza. Así nació Temporada alta, una placa en la que se destacan canciones a los romances pasajeros como “Verano” e himnos de desamor intenso como “El herido”, pieza en la que lo acompaña Fito Paéz y que ingresó a nuestro listado de mejores canciones argentinas de lo que va del año. A pocos días de la presentación oficial de su disco, tuvimos la oportunidad de conversar con Hattom sobre su formación artística, la experiencia de tocar en el exterior y los retos de esta nueva etapa.
¿Qué situaciones de tu infancia marcaron tu interés por la música?
Cuando era muy joven en mi casa se escuchaba mucho folclore y rock nacional. En los cumpleaños, mi mamá y mi hermano cantaban muchos temas de Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa, Charly García, Luis Alberto Spinetta, Fito Páez. Creo que eso fue un poco lo que me moldeó para el futuro.
¿A qué edad compusiste tu primera canción?
A los 14 años con un amigo llamado Lionel. Era bastante melosa y aburrida realmente, pero también fue la primera que hice sonar sobre un escenario en el Día de la Música en mi escuela. Tengo el recuerdo de que fue muy divertido, los profesores estaban muy atentos. A los 14 agarré mi primera guitarra y me di cuenta inmediatamente de que eso era lo que iba a hacer en el futuro. Tenía mucha facilidad con escribir canciones e interpretar la mayoría de los instrumentos que había en casa. Además mi hermano tenía su grupo y yo era como una esponja en ese sentido, porque venían a ensayar a casa y siempre estaba ahí, prestándole atención a cada detalle.
Al momento de grabar el disco 10 formas de transportarse por el aire, te fuiste con tu banda a una localidad campestre. ¿Cómo fue el proceso de gestación de Temporada alta? ¿Buscaste también un lugar especial para registrar las composiciones?
El proceso de 10 formas fue muy hermoso. Nos despojamos de la gran ciudad, empezamos a crear nuevos sentimientos y melodías en un lugar super alejado. Estuvimos cuatro días enfocados en trabajar sobre las canciones, dormíamos, grabábamos y volvíamos a dormir. En Temporada alta fue algo similar. Con Yago [Escrivá, productor del disco,] nos fuimos a un campo en Escobar y empezamos hacer las estructuras de las canciones nuevas. Y sobretodo a descansar para estar un poco más iluminados a la hora de trabajar sobre un nuevo disco. Cuando las canciones tomaron vuelo, convocamos a La Joven Pandilla del Oeste para interpretar. Creo que eso fue vital y fue lo que le terminó dando la impronta veraniega al disco.
¿Qué sentís que es lo más valioso que aporta este álbum a tu discografía?
Hace tiempo que tenía ganas de hacer un álbum con una impronta más pop. Lleno de canciones simples con alto contenido literario. Un disco bastante optimista en todo sentido, donde el reto que tuvimos fue simplemente hacer que suenen las canciones. Es el álbum con el que más conforme quedé hasta el momento. Pudimos materializar la totalidad de las ideas que teníamos en mente.
¿Cómo fue la experiencia de grabar con Fito Páez y Ainda Dúo?
Grabar con Fito Páez fue la experiencia más hermosa y profesional de mi vida. Fito es uno de mis héroes de la música, y haber llegado hasta él, ademas de tocarme el corazón, me dejó una enseñanza única e irrepetible. Con Esme [Escalante] y Yago, somos amigos desde hace tiempo, ellos tienen un precioso proyecto musical y son muy genios a la hora de hacer canciones. Me entendieron al toque cada cosa que se me ocurrió.
Lo visual viene cobrando cada vez más protagonismo en tu obra. ¿Cómo armaste el equipo de cineastas y actores que te acompañan en esos proyectos?
Tengo una familia de artistas, empezando por Carla Quevedo y Jero Quevedo, que son mis primo-amigos. Ellos están en el ambiente cinematográfico. A medida que fue pasando el tiempo empecé a conocer a muchos amigues que me pudieron dar una mano con los videoclips. Hay dos próximos de Temporada alta, que estamos terminando de darles forma así podemos compartirlos con el mundo, uno se filmó en España y el otro en Chile. Y el del single “Verano” salió a mitad de año y me encantó hacerlo. Lo filmamos en marzo con amigues y fue realmente hermoso contar con la participación de Julieta Zylberberg y Pedro Rosemblat. Este año además de la música actué en dos películas que van a salir a la luz en el 2020.
Estuviste de gira por países como Chile y España. ¿Cómo sentís que perciben afuera la obra de artistas argentinos independientes?
Creo que es muy necesario tocar en las grandes ciudades de los países y empezar a desarrollarse como artista en esas plazas. La experiencia de girar en lugares alejados y distintos es muy rica. Los argentinos, a nivel musical, estamos muy bien parados en todo el mundo. Tenemos una cultura extraordinaria de compositores y cantautores. Creo que la escena ha crecido mucho estos años. Ademas la herencia musical es muy zarpada. Nuestros ídolos argentinos son ídolos del mundo entero. Por ejemplo, una cosa muy loca que me pasó fue en el 2013, cuando hice la primera gira por Europa. Estábamos tocando en un lugarcito en Berlín, y de la nada se nos acercó un lugareño que nos invitó a tocar en su bar que estaba a 80 kilómetros de ahí. Era en un pueblito llamado Wiesenburg y cuando llegamos estaba todo el mundo, prácticamente todo el pueblo ahí. Fue increíble y me hizo valorar mucho la calidez con la que me recibieron, a la altura de lo que siento que nosotros ofrecemos a los artistes de otros países.
¿Qué proyectos de la zona oeste de Buenos Aires quisieras recomendarnos?
¿Te animás a escoger una canción o disco favorito del año hasta el momento?
Hay un montón de canciones buenas de esta generación, es muy prolifera. Todo el tiempo salen cosas copadas. “Primavera” de Ainda junto a Jorge Drexler me encantó, al igual que “Año nuevo” de El Zar. Como disco me gusta mucho Yate de Guli.
¿Qué pasiones tenés además de la música?
Leer literatura fantástica es una de las cosas que me apasionan. Hace unos cuantos años atrás le mande un e-mail con una canción adjunta inspirada en su literatura a Liliana Bodoc. Me respondió al otro día un mensaje muy hermoso y ahí empezamos una relación de amistad.
¿Ya tenés en mente tu agenda para fin de año y para 2020?
Sí, se vienen meses intensos pero también sé que los voy a disfrutar un montón. Sacar un disco y ver la respuesta de la gente es la mejor parte. En principio estoy esperando con ansias el show del próximo 25 de octubre en La Tangente, donde vamos a presentar Temporada alta por primera vez en vivo. Quedan poquitas entradas y van a venir varios invitados sorpresa. Va a estar buenísimo y tocamos con banda completa. Además, por ahora vamos a tocar en noviembre en Bahía Blanca, en Mendoza y seguimos sumando. Como te comentaba antes, todavía falta que salgan dos videoclips de canciones del disco. Temporada alta tiene mucho por delante, ¡no tiene sentido si no lo escuchan este verano! Pero no te voy a negar que ya estoy componiendo canciones para lo que vendrá después.
Manu Hattom estrenará en vivo Temporada alta el viernes 25 de octubre a las 21 h en La Tangente (Honduras 5317, CABA), entradas disponibles a través de Ticket Hoy.