Nahuel Chiarella es un nuevo eslabón en la camada de artistas oriundos de Río Tercero, movimiento que comenzó con Hipnótica y que configura una escena en ascenso que sostiene el pop como estandarte. Bajo el seudónimo de Nauel, el músico cordobés lleva publicados el EP Relajando jaulas (2016) y Dejar de perseguir (2019), su disco debut. Actualmente está presentando “Eso”, su nuevo single que acompañará al resto de canciones que el artista publicó durante la cuarentena del año pasado.
La música de Nauel, lejos de permanecer estática, fue evolucionando y creciendo a su par. Cuando tenía apenas 10 años hizo del violín su fiel aliado en el camino. Ingresó al Conservatorio Superior de Música “Juan José Castro de Río III” y creció bajo la influencia de la música clásica, pero también, entre las melodías de la santa tríada del rock argentino Spinetta–García–Páez. “En la adolescencia estuve ligado a una doble vida: era el alumno responsable del conservatorio que quería tocar rock and roll”, recuerda con gracia el músico.
Como toda relación en la que se involucran los sentimientos, la suya con su instrumento también atravesó altibajos. En cierto punto se desentendió del violín y, efectivamente, lo sedujeron nuevas cadencias. Se tomó un tiempo para coquetear con nuevos estilos y para descansar de las estrictas partituras. Sin embargo, mientras moldeaba su identidad como intérprete, en algún momento se cruzó con un violinista escocés que llevaba 20 años radicado en Córdoba y se transformó en su nuevo tutor de violín.
En el recorrido formó parte de la Orquesta Sinfónica de la Provincia de Córdoba, participó en recitales de la reconocida Orquesta Barroca del Suquía y, según él, terminó tocando en lugares donde jamás hubiese pensado, pero con la espina de saber que no lo estaba haciendo con sus canciones. Por eso, y por una serie de eventos no tan afortunados, decidió alejarse nuevamente del conservatorio para volcarse definitivamente en su música.
Con la ayuda de Cristóbal Sterpone en la producción, publicó Relajando jaulas, aún todavía bajo su nombre completo y con un sonido popero marcado por arreglos de cuerdas y climas distendidos. Recién con la salida de su disco debut en 2019 se consolidó Nauel como un proyecto sólido, cuyo sonido cambió radicalmente hasta el día de hoy, influenciado por ritmos latinos, beats electrónicos y una actitud delimitada por los modismos del trap y el reggaetón.
Hay un cambio de sonido sustancial entre tu primer EP y lo que estás haciendo ahora. ¿Por qué se dio ese cambio?
Fue algo muy progresivo. Tuvo mucho que ver la gente con la que trabajé, aparte de que necesitaba tener un desprendimiento del bagaje musical que llevaba y que de cierta manera tenía mi evolución como músico ralentizada porque estaba muy metido en la música clásica. Desde que me lancé como solista tuve en claro que quería dedicarme solamente a la composición y a la instrumentación y que otra persona se encargue de la producción. Antes de mi primer EP yo era mucho más chico y estaba metido de lleno en el mundo del violín, ahí saqué tres canciones en las cuales yo me produje con un tinte diferente, más tirando al rock nacional. Estaba todo producido por computadora pero con sus respectivos instrumentos, formato banda. Después decidí trabajar con Cristóbal Sterpone, que en Río Tercero es un músico muy respetado y que, a la par mía, él también fue cambiando su sonido, trabajando con Tomás Ferrero y con Nahuel de Hipnótica. Cristóbal desde la producción fue más abierto a las ideas en cuanto a mi trabajo. Después llegó Bernardo Ferrón de Telescopios para producir Dejar de perseguir. Con él aprendí del trabajo de productor y cómo interfiere en los cambios que se pueden hacer en la cocina de una canción. Así que fui confiando en su criterio y siendo más permisivo con los cambios que me sugería. De una manera u otra terminamos volcándonos en lo urbano. Me fui mimetizando y empapando de esa movida.
En “Eso”, y en otros de tus singles, jugás con los ritmos latinos. ¿Tenés pensado seguir por ese camino, más arraigado a tus raíces o a tu identidad como cordobés?
Sí, hay una impronta muy fuerte relacionada a lo latino que fue pautada con Bernardo. Fuimos jugando en el estudio con las distintas maquetas que tenía y terminamos yendo para ese lado. A través de lo latino pudimos ir más a la raíz de la cuestión con lo afro, en algunos de los simples hay algo de eso. Quiero seguir por ahí aunque en algún momento me gustaría dejar un lugar para la experimentación y no encasillarme. Por otro lado estoy en la dicotomía de que me encanta trabajar con Bernardo pero tal vez quiero buscar un nuevo sonido. Tampoco sé si mi identidad como artista tiene que ver mucho con Córdoba, me lo cuestiono bastante a mí mismo. Por ejemplo, yo nunca curtí el cuarteto y meterme en esa no corresponde a algo que yo haría.
En Río Tercero organizaste una serie de festivales con otros músicos de la zona. ¿Cómo nació esa iniciativa?
El Trixi Fest fue un festival que tuvo dos ediciones oficiales y que después costó llevarlo a cabo bajo el mismo nombre. La primera fecha la organizamos con Cristóbal y Sergio Cuello. Después la segunda fue con una banda amiga que se llama Child. Fue todo a pulmón lo que hicimos. Río Tercero, a pesar de ser una ciudad relativamente pequeña, tiene una historia particular con respecto al rock y al pop. Por suerte se generó una movida bastante grande de jóvenes que se organizan para hacer cosas artísticas y siempre está pasando algo.
Hay muchos artistas que están saliendo del interior de Córdoba y que, como vos, se vuelcan al pop. ¿Pensás que hay algún factor en común en la escena cordobesa que está formando esta nueva camada de artistas?
Hay un par de cosas que para mí han influido un montón en lo que respecta a Río Tercero, sus alrededores y su relación con la música. A veces jodo con que hay algo místico en el río que baja de Embalse y nos une con Villa María… algo en el agua, no sé. Hay un par de personajes con nombre y apellido que han tenido mucho que ver en la historia y significaron un precedente en Río Tercero, Paco Ferranti es uno de ellos. Con su banda, Proceso a Ricutti, eran muy jodidos con el tema audio, muy exquisitos. En su momento sacaron un single que la pegó a nivel nacional, grabaron un LP, firmaron con una discográfica y tuvieron su momento de gloria. Eso para una ciudad tan chica fue una bomba. Proceso a Ricutti, y Paco en particular, fueron muy importantes para Río Tercero. Por otro lado hay un instituto que se llama Arte Nuevo, que debe ser una de las pocas escuelas secundarias en el interior de la provincia en tener una especialización en música, no con un enfoque de conservatorio, sino con una mirada popular. De esta escuela salió Nahuel Barbero, donde aprendió a tocar la flauta traversa y formó una banda que en su momento había empezado a generar cierto tipo de sensación y se llamaba La Logia, hasta que finalmente con Hernán Ortiz formaron Hipnótica. Ellos fueron los primeros en llevar con orgullo la bandera del pop cuando acá “pop” era mala palabra. A eso lo rescato mucho y para mí son una gran influencia. Nos abrieron los ojos de toda esta nueva movida.
¿Qué pensás del éxodo de músicos cordobeses a Buenos Aires? ¿Tenés planes de venir?
La verdad es que está en mis planes. Entiendo que sería empezar de cero pero soy consciente de que en Córdoba es todo más chico y la mirada está puesta en Buenos Aires. Tampoco me proyecto sacando música en Córdoba a futuro. Poder mudarme es un deseo que está cada vez más cerca, por suerte.
¿Hay planes de unificar todos los singles que sacaste y los que vas a sacar en un disco?
En este momento no me la jugaría por decirte nada. No me molestaría sacar solo singles, aunque me encante el formato disco. Me gusta que haya concepto detrás, por eso a estos últimos singles se nos hizo más difícil aunarlos en un solo álbum. En cambio, a Dejar de perseguir sí lo habíamos pensado como disco. Bernardo ha hecho una gran escuela con Telescopios acá en Córdoba, cada uno de sus discos tiene una impronta y una identidad totalmente diferente uno del otro. Me gusta que se produzca esa coherencia en un álbum.
Vas a presentar el single en vivo. ¿Cómo preparás el show?
Es en Studio Theater, uno de los lugares más importantes de la escena cordobesa, es hermoso y multifunción. Comparto fecha con el artista Federico, así que estamos chochos, con el setlist armado, con banda completa y también va a haber una puesta en escena bastante interesante con luces y visuales.
Nauel se presenta este viernes 26 de marzo a las 20:30 h en Studio Theater (Rosario de Santa Fe 272, Córdoba) junto a Federico, entradas disponibles en Alpogo. Escuchá “Eso” en plataformas de streaming (Spotify).