“El post punk nos surge de adentro,” se ataja el bajista Alonso Romeo cuando le recuerdan que con un solo disco editado, Pyramides logró posicionarse como referente del género a nivel local. “No fue una meta planteada desde el comienzo, se dio como algo natural,” completa. Y es cierto. Tan natural, que partió de un puñado de canciones grabadas y producidas por su hermano Facundo en la habitación de su casa, en plan one-man band, durante 2014. Doce tracks con pulso lo-fi, capaces de seducir a cualquiera que entienda cómo es hacer catarsis escuchando discos de Sumo y Joy Division. Eran bastantes canciones, así que la decisión fue subirlas a internet, sin mayor propósito que la catarsis misma. Hasta que un amigo suyo entendió que la cosa no podía quedar ahí: había que salir de la habitación y pasar al tercer acto. “Hay que tomar más en serio la decisión de querer ser el que está arriba del escenario,” reflexiona hoy Facundo al respecto. “Todo el que tenga amor al crear debería hacerlo.”
La formación tuvo idas y venidas hasta consolidarse como un quinteto. “Con la primera juntada en una sala de ensayo de Avellaneda ya nos dimos cuenta que esto tenía futuro,” se entusiasma Andrés Centrone, baterista de la agrupación. En marzo de 2017, Pyramides sorprendió a propios y ajenos con Vacíos y variables un debut imponente que impuso su propia lectura de una revolución sonora, y en el camino logró conquistar a su propia generación.
¿Le hacía falta al indie una propuesta como Pyramides, que reivindique el post punk?
Andres Centrone: Le faltaba a la música en general, después de grandes referentes como Sumo, Virus o Soda todo se había ido para otro lado. Faltaba un poco de oscuridad, de poética de grandes sentimientos encontrados, contradictorios y, por qué no, retorcidos. Y en el reciente recambio que hay en la escena, creo que ocupamos un lugar con mucho respeto.
Alonso Romeo: Captamos un público que comparte esta esencia y es el que nos sigue el día de hoy, y estamos muy contentos por eso. Personalmente hay bandas post punk que me gustan mucho en la escena, pero todavía no fueron descubiertas por mucha gente, como Las Eras, Serpiente o F.i.c.c.i.o.n.
Facundo Romeo: Creo que tomamos una posta que estaba olvidada en el tiempo, tuvimos la posibilidad de entrar en un terreno muy liberado. Fue hermosa la recepción hacia nuestro arte. Así que sí, le hacía falta al parecer, ¿no? Esfuerzo, amor, pasión y criterio bien recibidos.
¿Creen que formar parte de esa escena sirvió para acercarlos a otro público que quizás no curtía ese abanico sonoro de finales de los 70 y principios de los 80?
FR: Es que a veces decir “post punk” te aleja. En realidad la gente escucha ese género sin darse cuenta… en Sumo o en los Redondos, por ejemplo. Por eso mismo buscamos inconscientemente un lugar “cómodo” y organizado. Así caímos donde estamos. Era necesario, creo. Fuimos a dar lo que creíamos que alguien iba a dar y terminamos siendo nosotros.
Las nuevas generaciones ya no buscan definirse por sus diferencias musicales, sino más bien lo contrario. Eso juega a favor.
AR: Sí, creo que la nueva era trajo consigo esto de cortar con las diferencias musicales y unir un poco todos los géneros. A mí en particular me parece hermoso, no me gusta quedarme en un género, y a la hora de ver shows en vivo, más todavía. Es algo que celebro.
AC: Exactamente, antes se cagaban a piñas por ser de distintas tribus, algo que es una pavada total, ¿cómo te vas a pelear porque escucha otra música? eso quedó en la puerta de Cemento en los 90.
Pyramides comenzó como un proyecto unipersonal y la idea de armar una banda surgió casi de casualidad. ¿Los tomó por sorpresa la repercusión que generó?
FR: Muy por sorpresa, pensá que yo compuse el EP [EP 2014] por accidente casi, y recibir ese feedback fue muy motivador. Sin él no estaríamos acá. Lo hermoso del arte es llegar a ser expresivo, por eso estoy agradecido por la devolución del espectador.
AR: Fue un poco y un poco. Por un lado, fue una sorpresa escuchar al público que tan amablemente se acercaba, y se sigue acercando, show a show a decirnos lo mucho que le flasheaba la banda en vivo, eso no es algo que uno espera que pase y es muy reconfortante. Pero la verdad es que trabajamos mucho en Pyramides, todos los días, hace muchos días, y en un punto esa repercusión es el fruto del trabajo realizado. Show a show, canción a canción, ponemos todo.
AC: Lo unipersonal pasó a ser un gran colectivo de amigos que nos fuimos haciendo en el camino de ir a tocar, hace casi cuatro años. La pasamos muy bien, y ese es el gran secreto: seguir disfrutando de tocar juntes. Es nuestra fiesta, pero están todes invitades.
Su sonido también evolucionó muy rápido. De ese primer EP grabado en forma casera saltaron a Vacíos y variables, donde ya hay otro nivel de producción y el resultado es mucho más hi-fi. ¿Los volvió más exigentes esa experiencia?
FR: Sí, totalmente. A mí me llevó a ser mucho más detallista y perfeccionista, más de lo que ya era. Borramos muchas partes de las maquetas para lograr el disco, y entendí que hay que desechar mucho para llegar a un sonido personal y conceptual. Es crear una obra, como un libro, con capítulos y punto final. Muy diferente a hacer un EP o un single, donde el final es abierto.
¿Cuánto duró ese proceso?
AR: Tardamos casi un año en terminar toda la producción del disco. Creo que fue el punto de partida que nos llevó a estar en una búsqueda de sonido constante. A diferencia del EP que fue grabado y mezclado completamente por Facu en su pieza, en V&V partimos de sus maquetas y las trabajamos en coproducción con Ignacio Castillo, concentrándonos en muchos detalles y texturas, tema por tema.
AC: Fuimos aprendiendo sobre la marcha, siempre buscando sonar como queremos. Ahora estamos trabajando con Estanislao López, donde hay otra forma de entender la música y de plantear el trabajo.
Esto de cuidar hasta el último detalle se extiende a todos los aspectos de la banda, no solo a la cuestión sonora…
AR: Sí, y se sostiene con mucho trabajo en todos los flancos. Somos exigentes con nosotres mismes, y siempre tratamos de hacer todo de la mejor manera que podamos.
FR: Hay que darlo todo, o nada. Siempre seremos así, severos.
Acaban de sacar el single “Propaganda”, grabado en Barcelona en colaboración con El Último Vecino. Si bien conserva la impronta melancólica característica de Pyramides, la canción tiene una búsqueda un poco más pop…
FR: Es más pop, sí. Fue un accidente. Gerard [Alegre Dòria] es más pop que todos nosotros, y logró meter su impronta. Fue hermoso laburar con él durante esos 16 días que pasé en Barcelona.
AC: No sé si sería más pop… definamos pop primero [risas]. Sí tiene elementos un poco más bailables, ya que El Último Vecino es un exponente de eso. A mí en particular, dentro del post punk, me gusta mucho el mutant disco, ESG, Delta 5 por ejemplo… pero también LCD Soundsystem o cosas como Death Disco de Public Image LTD… sumado a que cuando vamos a tocar y pasan tecno bien oscuro lo re bailamos.
FR: Siempre queremos mutar. Repetirse es un error, equivocarse es abrir puertas.
¿Están trabajando en un próximo disco?
FR: ¡Sin parar! Hay más de 40 maquetas y muchas horas de producción adelante nuestro. Estamos trabajando para usted.
AR: Ya tenemos un tema listo que sale antes de fin de año y estamos preparando disco nuevo para el año próximo.
También estrenaron “Noches de buceo” un ciclo en Humboldt curado por ustedes. Encuentran la manera de seguir apostando por la autogestión, aún en plena crisis…
AR: La autogestión es algo que viene con nosotres desde los comienzos, armamos muchas fechas en nuestros primeros años. Quiero mencionar una en particular, que compartimos con El Último Vecino y Dynamo en Espacio Cultural Mi Casa. Fue una experiencia que nos llevó muchísimo trabajo pero salió súper bien y fue hermoso. Es muy reconfortante ver tanto a les artistas felices como al público extasiado. Y ahora volvimos un poco a la carga tratando de llevar nuevas propuestas a estas fechas en Humboldt, como proyectar el corto de Rodolfo Schmidt Otero, Buerliners. Lo pasamos entre banda y banda, le dimos un lugar central, y la gente lo recibió muy bien.
Están por salir de gira junto a los valencianos La Plata. ¿Cómo surgió ese vínculo?
AR: La gente de Hallo Discos y Casa Del Puente nos convocó para girar con ellos por varias ciudades del país y nos pareció una excelente idea. Estamos muy entusiasmados con lo que va a suceder este viernes en el Xirgu, tanto por compartir fecha con les valencianes y Riel, como por el resto de la gira. Creo que la combinación entre Pyramides y La Plata va ser un éxtasis, por el sonido de ambas bandas.
Sus conciertos son épicos y muy intensos, como buen ritual dark. ¿Qué podemos esperar de su show en el Xirgu?
AR: Gracias por lo de épicos, yo los siento un poco así también. La verdad es que tenemos la barra de energía cargada al máximo luego de todo el amor y el agite que recibimos el domingo pasado en el festival Clave1317 en El Recoleta. Fue una experiencia increíble, dimos un show muy enérgico y tenemos el mismo plan para este viernes.
AC: Seguimos de fiesta, esta vez con amigues de España así que estan todes invitades.
Las próximas fechas de la gira de Pyramides y La Plata son:
· Viernes 20 de octubre en Xirgu Untref (Chacabuco 875, CABA) junto a Riel.
· Sábado 21 de octubre en Casa Del Pueblo (Saavedra 282, Bahía Blanca) junto a Las Jóvenes Idealistas.
· Jueves 26 en Casa Unclan (Calle 5 1512, La Plata) junto a Justo Antes de la Guerra con los Esquimales.
· Viernes 27 de octubre en Mono (Santa Fe 2398 , Rosario) junto a Riel.
· Sábado 28 de octubre en Club Vladimir Maiakovski (Rodríguez Peña 26, Quilmes) junto a Estepa Lunar y Joint Ravolta.
· Domingo 29 de octubre en Centro de Arte Radio City Roxy Melany (San Luis 1750, Mar del Plata) junto a Buenos Vampiros.