Rosario Ortega viene pisando fuerte en la industria musical desde hace tiempo. Ella es la hija menor del músico Ramón “Palito” Ortega y la actriz Evangelina Salazar, y creció rodeada de hermanos talentosos: Julieta, la actriz, Emanuel, actor y cantante, Sebastián y Martín, productores, y Luis, el cineasta.
Al venir de un entorno creativo tan fuerte y ser poseedora de una voz privilegiada, Rosario manifestó desde muy chica sus inclinaciones hacia el mundo artístico; pero su carrera musical recién tomaría vuelo al final de su adolescencia gracias a la oportunidad de ser corista del mítico Charly García, a quien acompaña a nivel vocal hasta la actualidad. De hecho, hace poco ella participó del homenaje que se le rindió al ídolo en la pasada edición del Cosquín Rock.
Por estos meses, Ortega se encuentra preparando el lanzamiento de su nuevo disco en el que explora un sonido pop estilizado con letras muy directas que hablan sobre el amor y el destino. Tuvimos la oportunidad de conversar con ella sobre esta nueva etapa y también hablar un poco de sus primeros pasos en la música.
¿En qué momento decidiste dedicarte a la música como ocupación principal?
Como trabajo vino mucho después. Primero fue como “ah, puedo afinar.” Pensé que iba a ser un hobby y en un momento empecé a estudiar psicología, por ejemplo. Pero después cuando bajé a la realidad y me pregunté si realmente me iba a bancar toda una carrera me di cuenta de que no. Y también se me fue dando muy natural el hecho de que se me acerque una compañía. Por ejemplo, antes de los 19 me ofrecieron grabar un disco, pero yo no tenía canciones. Entonces dije que no porque pensé que antes prefiero saber qué quiero contar, empezar a hacer canciones, letras, hacerlo de otra manera. Entonces mi decisión estuvo en no seguir el camino más fácil que quizá hubiera sido dejarme convertir en un producto, dejar que otro me arme, que igual es un trabajo eso también, con muchas presiones. Pero nunca me sentí cómoda para salir a defender algo que no lo siento bien mío. Más adelante empecé a componer y salió el ofrecimiento de firmar y sacar un disco, pero fue todo muy natural. No hubo entonces un momento en el que dije “bueno, voy a ser cantante,” simplemente en un punto todo decantó.
¿Cuál fue la primera canción de Charly García que escuchaste? ¿Recordás qué impresión te produjo?
Ahora tengo tan, tan incorporadas todas sus canciones que me cuesta acordarme, disociarlo y pensar en ese momento de cuál me impactó más al comienzo. Pero supongo que fue “Nos siguen pegando abajo (Pecado mortal)”, porque también la escuchas en las fiestas, en los casamientos. Nunca fui de poner un disco entero de Charly pero porque no escuchaba demasiado rock nacional, para serte sincera. Aunque en mi casa se escuchó mucho Andrés Calamaro porque mi papá hizo una canción con él y lo descubrí y me hice muy fan de su álbum Alta suciedad, tenía 12 o 13. Años más tarde sí empecé a escuchar a Charly y luego salió esta posibilidad de ser corista de su banda, y justo coincidió con que yo acababa de sacar mi disco debut y tuve que poner todo eso en hold y viajar con él, y hacer recitales en lugares como el Teatro Colón. Pero sí, es verdad que fue una suerte porque no fue que hice un casting, aunque sí sé que él antes probó un par de chicas y le llegaron varios nombres a considerar. Creo que fue más bien algo del destino, una gran oferta que en el momento no pude rechazar. Además se dio una química que es muy linda. Nos tenemos un gran amor mutuo y nos entendemos de cierta manera. Él en todo caso es único a otro nivel. Es mítico.
¿Qué podés adelantar sobre tu próximo álbum?
Va a salir en el primer semestre de este año. En breve vamos a publicar uno o dos adelantos más. Creo que el sonido va a ser la mayor evolución. Yo escuché mucha música diferente a lo largo de mi vida y de hecho la sigo escuchando, pero en diferentes momentos te van influenciando distintas cosas. Toda mi vida escuché soul y creo que ahora el pop está más mezclado con elementos del soul y más con los productores con que trabajé, que te aportan muchos colores, ideas, y terminan siendo parte de tu identidad. Por ejemplo, Salvador Colombo de Bandalos Chinos, Matías Chela y también Ruzzi que es una artista mexicana que tiene una gran carrera, y además es productora y compositora y trabajó con bandas como Café Tacvba. Y este sencillo que estrené hace poco es una colaboración con Caloncho, entonces es como que tengo mucha conexión mexicana ya hace unos años.
¿Cómo fue la experiencia de viajar a Japón y México para filmar el video de “Otro lado”?
Fue todo curioso. Como llegar a Japón y decir “vamos a comprar una cámara acá para grabar.” Era un viaje que ya tenía planeado y entonces dije “bueno, tengo este tema que se llama ‘Otro lado’ y que habla de viajar con la cabeza y también físicamente.” Entonces llegué ahí, fuimos con mi novio, compramos una cámara de mano y nos fuimos a Okinawa a una playa. Filmamos pero no había guion ni una lista de locaciones. Fue más bien como decir “mirá, ese matorral es lindo, metete. En una hora la luz está mejor y volvemos.” Visitamos luego muchos lugares de videojuegos, una locura de fichines. Y mi pareja me decía “caminá por ahí” y me iba siguiendo con la cámara. El video es como un diario de lo que vivimos. En cuanto a la parte grabada en México, yo tenía que ir al D.F. y Caloncho vive en Guadalajara. Entonces me dijo que los días que yo iba él no podía viajar porque estaba con su hija que es muy chiquita. Y me fui sola para Guadalajara con la cámara, llegué de madrugada a un barrio que yo no conocía y al otro día me junté con él en un restaurante. Ahí él me dijo “a unas cuadras vive mi amigo Dex que toca conmigo y su novia tiene una productora y tiene otra handy cam.” Entonces llegué y justo tenían un trípode. Por eso las escenas de México están filmadas a dos cámaras. Pero fue todo así muy fortuito. Yo pensaba filmarlo en la calle, pero justo él me introdujo a sus amigos. Y como en el país era feriado ellos estaban libres. Hubo mucha sincronicidad.
¿Cómo suele ser el proceso creativo de tus letras? ¿Te inspiras en algunos libros o escritores en particular?
Creo que todo lo que leemos y escuchamos durante nuestras vidas nos nutre para crear. Al momento de componer yo trato de usar palabras que suenen musicales. Como tratar de traducir una idea que tenés en la cabeza, pero que de cierta manera resulte accesible, que llegue. Me identifico mucho con las letras que son simples pero tienen un cadencia que es linda. Intento también mechar algo de poesía cotidiana e intento salirme de las frases típicas.
Durante un tiempo fuiste vocalista de Entre Ríos, una banda insigne de la escena independiente argentina. ¿Te animás a elegir tu canción favorita de ese proyecto?
Sí, aunque no es fácil de elegir… pero diría que mis favoritas son “Usas”, “Otra suerte”, y “Milagros”, del disco que se llama Entre Ríos. La verdad es que me gustan canciones de todas las etapas de la banda.
Este año se aprobó la ley de cupo femeninos en festivales de música. ¿Qué opinas de sobre este cambio?
Pienso que está buenísimo y es necesario para que más chicas se inspiren a armar su propio proyecto musical. Eso sin dudas va a marcar la diferencia y más niñas se van a sentir representadas, así como a mí en su momento me motivaron figuras como Joni Mitchell y Patti Smith. La idea es que más mujeres y disidencias se animen a mostrar su arte. Ojalá que en unos años ni siquiera necesitemos una ley de cupo.
Hace unos meses trabajaste con El Príncipe Idiota en la canción “El trabajo”. ¿Cómo surgió la colaboración? ¿Se conocían de hace mucho?
A mí hace tiempo que me gusta mucho Mi Amigo Invencible. Me parece un gran banda de la escena nacional. Por suerte, Mariano también estaba interesado en mi música y me escribió por Whatsapp para proponerme colaborar. Nos conocimos en persona hace poco. El contacto artístico en común en este caso era Marian Ruzzi, la artista mexicana que te comenté antes. Él ya había trabajado con ella. Salió todo muy bien, Mariano es una gran persona más allá de lo creativo.
¿Una serie o película que te haya enganchado recientemente?
En general, me gustan mucho los documentales y las ficciones relacionadas con el mundo del crimen, sobre asesinos seriales y demás. Es un gusto medio morboso. La más reciente con la que me enganché fue Don’t F**k With Cats (No te metas con los gatos), está para ver en Netflix.
¿Una pasión además de la música?
Ahora tomo clases de cerámica manual, me gustaría aprender a moldear con torno más adelante. También me encanta la comida, pero más por el lado de comer que por el de cocinar. También me encanta viajar. Me parece que viajar y conocer nuevas comidas es apasionante. Además, me gusta mucho leer.
¿Te pusiste metas para este año? ¿O al menos qué planes tienes para 2020 hasta ahora?
Sí, me propuse muchas cosas. Por ejemplo, ir a tocar al interior del país, y luego a México, donde tengo muchos amigos y conexión con el público. Quiero presentar el disco. Conocer músicos y juntarme a componer y a jamear como lo estuve haciendo estos meses. Es algo que me enriquece mucho. Hay una colaboración nacional más por salir que, bueno, ya van a ver porque sale en breve. Me encantan las colaboraciones compositivas, no solo a nivel de interpretación.
Y para cerrar, ¿algo que te gustaría que te pregunten y no te han preguntado aún?
Uy, la verdad es que no sé… Podría contarte algo curioso de cuando era chica: mi sueño de la infancia era ser domadora de delfines. Me duró unos cuatro o cinco años esa idea pero más adelante me encontré con la música.
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Foto principal: Gentileza Rosario Ortega.