“Si fuera por mí, estaría en mi cama ahora. Acostada con un gatito viendo Netflix”, dice Tomasa Del Real. Es martes y la reina del bellaqueo está trabajando en nueva música en un home estudio en Almagro. El sábado se subió al escenario de la fiesta Sudan junto a lxs cantantes, DJs y bailarines que forman parte de su crew Neoperreo en Argentina. El domingo siguiente fue pura resaca, el lunes tuvo una sesión de fotos, y mañana se va a Mendoza para repetir la Neoperreo en el Club del Sodeado, una de sus fiestas favoritas. Después se sube a un avión hacia su Chile natal para tocar el sábado en el Lollapalooza y el domingo en Santiago.
Hace cinco años que Valeria Cisternas vive de hacer música y girar por el mundo, y hasta ahora sus shows eran principalmente en boliches y fiestas. Pero este año, además del Lollapaloza, dará uno de los shows más importantes de su carrera en el festival Coachella. “Tocar en clubs es muy agotador, quiero tocar en más festivales”, dice. “Primero porque me pagan más, y segundo porque llego a más personas. En un festival lo más probable es que el público no tenga idea quién soy, y me sirve porque quiero que me conozca más gente. Necesito avanzar. De hecho no estuve haciendo clubs, excepto que sea Neoperreo.”
Tomasa llevó su propia fiesta, la Neoperreo, de gira por ciudades como Barcelona, Madrid, Los Ángeles, Nueva York, Puerto Rico y Ciudad de México. Comenzó como una fiesta pero pronto se volvió una manera de conectar con distintos artistas del género por todo el mundo.
¿Cómo reciben a la Neoperreo fuera de Latinoamérica?
Muy bien, en todas las grandes ciudades del mundo hay escenas de perreo alternativo, de gente rara, de freaks. La Neoperreo tiene buena convocatoria donde sea que vaya, no solo acá.
¿Dirías que, a diferencia del reguetón, el neoperreo como género no nació en Latinoamérica?
La escena de perreo alternativo nació en todas las partes del mundo en la misma época. Ponte, yo en el norte de Chile, en España la Pxxr Gvng, o la [Ms.] Nina que era de Argentina pero se fue a Madrid, o King Doudou en Francia. El neoperreo es un género global, es la influencia del perreo en artistas que empezaron a hacer música cuando recibieron herramientas digitales. A mí me pasó cuando mi mamá me regaló mi primer computador con el GarageBand. Y mientras yo estaba haciendo ese mismo viaje en mi compu, alguien lo estaba haciendo en España, o en México, o en Argentina. De forma inconsciente musicalizamos todo eso con perreo. Y el neoperreo no es solo reguetón, puede ser dancehall, cumbia, dembow, trap.
Gran parte de la cultura del reguetón actual está sostenida en su pasado y en el reguetón viejo. En cambio el neoperreo y tu sonido miran hacia el futuro…
Hay mucha nostalgia en el reguetón, hay gente que tiene sentimientos nostálgicos de la vida. Y otra gente que se siente más moderna y quiere mirar para adelante. Yo me siento como un humano moderno, nunca pienso en lo que pasó antes, me emociona lo que viene.
¿Cómo llegaste entonces a trabajar con DJ Blass, un productor legendario del reguetón old school?
Toy Selectah de Control Machete me puso en contacto con Blass porque pensó que podía ser un buen junte, y a Blass también le interesó. Así que voló de Puerto Rico a Los Ángeles donde estaba trabajando en mi segundo disco, Bellaca del año y sacamos varias canciones. Entre ellas “Barre con el pelo”, que se volvió una de las más importantes del disco y me encanta. De hecho hace poco fui a Puerto Rico y grabamos cuatro temas más, seguimos trabajando. Él tiene muchas ganas de pertenecer a la nueva era, no es que vino a mí con lo old school, fue al revés. Para él, nosotros somos góticos y se pone súper oscuro cuando hace los beats. Él lo interpreta de esa manera y para mí bacán, bendecida con lo que sea que me de para trabajar. Los temas nuevos son puro vampiros, terror, tétricos.
Hay muchas de tus canciones que hablan sobre “lo oscurito” o “la maldad”…
Lo gótico y oscuro llama la atención porque son elementos que la gente no asociaba con el perreo. Los estereotipos en el reguetón siguen muy marcados, pero de a poco la gente moderna los está aboliendo. El neoperreo empezó a juntar lo gótico con lo punk, con lo oscuro, con lo rebelde. La gente que no encajaba en el estereotipo clásico del reguetonero se sintió más cómoda en este otro lugar. Ponte yo me sentí más cómoda, no soy un personaje muy santo en la escena. Tengo una estética oscura que viene de mi personalidad.
En Argentina, Tomasa se encontró con una escena under muy activa. A través de la fiesta Remeneo comenzó a relacionarse con sus DJs residentes Chanty OTM, Shuubass y DJ $ustancia, y con artistas de una camada más nueva como El Plvybxy, Sassy Girl y Galanjah. Pero el interés de Tomasa no era agrupar a todos estos artistas bajo una misma etiqueta, sino crear un colectivo que trabaje en conjunto. “Los artistas de acá la están reventando, tengo mucha fe, sobra talento”, cuenta. “A través de Neoperreo queremos que los artistas locales puedan sostenerse dentro de su propia escena y no depender de nadie. Que no tengamos que decir ‘soy underground y qué paja’ sino decir ‘soy underground y qué pasa’, ¿cachái?”
Para Tomasa “es cuestión de tiempo” para que el neoperreo se instale en el mainstream con la fuerza que tiene el trap actual. No es casualidad que festivales masivos como Lollapalooza y Coachella llenen su grilla con artistas del género: el auge de la música urbana llegó a todos lados y se instaló como el principal centro de atención de la industria cultural.
¿Cómo explicás la explosión actual de la música urbana?
Es el transcurso natural de la música popular. El género urbano pasó de la urbe, donde nadie lo veía, a estar en escenarios grandes. Y gracias a internet, los artistas dejaron de depender de una disquera y dejaron de censurar su realidad con mensajes más decorados para poder gustar. La gente empezó a hacer arte en sus casas y a hablar de sus realidades sin ningún tipo de censura. Y eso representó tan bien a la cultura popular que se comió a todo el pop que existía. Ahora el género urbano se volvió tan grande que nacieron lados b, sub géneros y sub culturas como el neoperreo. Nadie lo inventó, nadie lo planeó, solo pasó. El neoperreo llegó y nadie lo puede borrar ni negar. Por eso gente como yo toca en el Lollapalooza o en Coachella.
¿Qué tan independiente creés que se va a mantener el neoperreo?
Antes dependías de la industria, ahora la industria depende de ti. Ya no necesitas a una disquera, ni un estudio, ni necesitas ser músico para cantar. Yo ni escribo, solo cuando grabo. Escucho la base e improviso un ritmo o una melodía, y lo que me gusta de eso lo transformo a palabras. Es como hacer karaoke, no lo siento como un talento especial. Si yo te pongo ahora un beat de reguetón y te pido que improvises algo, lo más probable es que no puedas articular palabras pero te salga algo como “blablabla… dale duro”. Porque el reguetón te violó, a ti, a mí, a todos por igual. Te violaron con el sonido, con las letras, con todo. No hay nadie que no se sepa “Gasolina”.
Entre sus dos discos, Bien y mal (2016) y Bellaca del año (2018), hubo un salto de calidad enorme. La producción de Bien y mal fue tan casera que Tomasa lo describe como un disco “muy experimental”, por más que cuente con uno de sus temas más populares hasta el momento, “Tu señora”. Para Bellaca del año firmó con el sello Nacional Records para alcanzar un nivel de producción más profesional y lo describe como su “disco curriculum”: “Quise mostrar todo lo que podía hacer y aprendí desde Bien y mal. Por eso hay un tema muy romántico, otros durísimos, hay reguetones y hay trap.”
Pero Tomasa mira para adelante. Uno de sus últimos temas, “Y dime” junto a Ms. Nina, presenta una Tomasa como nunca escuchamos antes. Su verso entra con un flow de otro mundo, con “los ojos vira’o’ pa’tras” y pidiendo azote a su “booty que aún es natural”. El video dirigido por Ueso Productora la muestra junto a su crew como camgirls. Su próximo disco se llama Bailoteo Neoperreo y va a salir a mediados de abril: “Quise hacer un disco que envuelva todo lo que significa el neoperreo, que es música durísima para perrear. Antes no estaba tan concentrada en hacer perreo duro, por querer mostrar todas mis otras caras. Esto será solo duro.”