Aunque asintomática, Yorka Pastenes estuvo aislada varios días en su casa en Santiago luego de que su test PCR saliera positivo. Los últimos ensayos de su gira por Argentina para los primeros días de marzo con su banda Yorka (la que lleva adelante desde 2012 junto a su hermana Daniela) se pusieron repentinamente en pausa, así como también los ensayos para el Lollapalooza Chile, donde actuarán el sábado 19 del mismo mes. Pero no todo estuvo perdido, porque esos días Yorka los aprovechó para dar entrevistas telefónicas en pos de promocionar la versión acústica de “Viento” –single que presentaron hace una semana junto al aplaudido cantautor Manuel García- y para seguir organizando su primera visita a Buenos Aires, La Plata y Córdoba.
“El primer concierto va a ser con Amor Elefante, en Camping. Ellas son nuestras amigas, nos conocimos en el festival SXSW y fue un flechazo de amor. De hecho, iban a abrir un show nuestro acá en Chile el año pasado, pero por los problemas para cruzar las fronteras al final no pudieron venir. Por suerte ahora nos vamos a reencontrar y compartir el viernes 4 de marzo”, adelanta Yorka en conversación con Indie Hoy, y agrega: “En La Plata vamos a estar con Paz Carrara y en Córdoba tendremos dos fechas: una con Sofía Viola y otra con Benjamín Walker y Gabi Merlo”.
Luego de un 2021 que las reubicó en México por algunos meses, el dúo de las hermanas Pastenes se encuentra hoy finalizando detalles del que será su cuarto disco de estudio, un álbum que “será el más pop de Yorka” y que está siendo producido por Cristián Heyne, reconocido por sus trabajos con Javiera Mena, Camila Moreno, Alex Anwandter y Gepe. A modo de adelanto del nuevo trabajo, Yorka ha presentado hasta ahora tres singles, “Mentí”, “Enloquecer” y “Viento”, cada uno con una reversión realizada en colaboración con otro artista. Este último, “Viento”, en su versión original fue grabado en colaboración con Gepe y Lido Pimienta, y marcó un hito para el proyecto, siendo una de las canciones más aplaudidas por la crítica y por la misma audiencia: “’Viento’ ha sido uno de los momentos más fuertes en términos sonoros, una exploración hacia un mundo más latino. El éxito de la canción en nuestras redes y nuestro mundo siento que tiene que ver con la valentía de salir de la zona de confort y conquistar nuevos públicos con nuestra música”, expresó Daniela a través de un comunicado de prensa.
En varias entrevistas describieron “Viento” como “un carnaval a la muerte”. ¿De dónde surgió esa comparación?
“Viento” fue una de las primeras canciones que se hicieron para este disco nuevo. La hicimos en el invierno del 2019, los meses después de que nuestro papá murió. En ese tiempo yo vivía en pleno centro de Santiago y me acordaba mucho de mi papá porque, aparte de que había muerto, él era muy santiaguino y siempre nos llevaba a las fuentes de soda, a comer completos, a caminar por Bandera, nos explicaba todo lo que pasaba en la ciudad y le encantaba educarnos sobre Santiago. Entonces cuando yo vivía en el Paseo Bulnes y pasaban estas ráfagas de viento en el invierno, me imaginaba que era mi papá saludándome. También veía a otros adultos con sus camisas cuadrillé y sus delantales blancos, sus maletines, y veía de alguna manera a mi papá en la ciudad. Así empezó a salir esta canción, que en su versión primera es muy triste, muy nostálgica, y cuando Cristián Heyne la seleccionó para el disco se empezó a transformar lentamente en un carnaval, quisimos traer a esta canción una especie de fiesta de despedida.
¿Y cómo se dio la colaboración con Gepe y Lido Pimienta?
Cristián había trabajado con Lido en una colaboración con Javiera Mena, así que por ahí empezó todo. Al invitarla a participar, sentimos que no fue una colaboración como cualquier otra. Ella mandó sus voces y no eran para nada lo que esperábamos, porque no cantó ningún verso, sino que pintó la canción con un espíritu de otro planeta. Siento que hizo todo lo que le faltaba a la canción. Fue como un feat espiritual, como si representara todo ese viento con su voz. Por otro lado, cuando pensamos en todas las calles de Santiago que nombramos en la canción, que son las calles que caminábamos con mi papá, pensamos en Gepe, porque siento que es un artista muy nacional, muy auténtico, y uno de los referentes más importantes que tenemos ahora. Él ha plasmado en su música ciertos elementos de la cultura chilena, desde cosas más andinas hasta un habla más coloquial, y eso nos gusta mucho. Así terminamos cerrando esta canción. Todo esto explota con el video que tiene de protagonista a Alfredo Castro, y siento que termina siendo un hechizo perfecto.
¿Y por qué decidieron trabajar con Manuel García en la versión acústica de “Viento”?
Todas las canciones que hemos adelantado del disco han tenido una reversión. Quisimos darle a cada una un poco más de vida porque nos dimos cuenta que no estamos ni ahí con hacer las cosas rápido. Al mismo tiempo queríamos mostrarle a la gente, y a nosotras mismas, cómo puede cambiar una canción con la producción. En el caso de “Viento”, en la versión acústica quisimos llevarla al funeral que era en un principio. Cuando pensamos en alguien que le pudiese devolver ese sentir melancólico o triste a la canción, invitamos a Manuel, un gigante de la música chilena. Él llegó con su guitarra al estudio y ofreció grabar guitarras, voces… Fue muy humilde y estamos muy agradecidas por eso. Nos enseñó mucho de él y de su forma de hacer música.
Jugando a que todo es posible, ¿con quién les gustaría hacer la próxima colaboración?
Hay un single que viene que es mucho más urbano, y nos encantaría poder colaborar con una artista argentina de ese mundo. Nos gusta mucho Chita, Femigangsta, Nicki Nicole… También, ya no tan del trap, estoy muy pegada con Rosario Ortega y Malena Villa. Las cabras de Argentina están dando cara desde hace rato ya.
Y ya que mencionaste Argentina, ¿cómo ves la escena de pop y trap local? ¿Cuáles son sus expectativas de esta gira?
Yo siempre he admirado de Argentina que valoran su propia música, o por lo menos eso transmiten. El hecho de que exista el rock latino creo que es porque los argentinos se hicieron un autobombo increíble y terminaron transformando a una generación completa con un sonido. Siento que hoy en día lo que está pasando con Argentina es un círculo y vuelven de nuevo a revalorizarse y reencantarse con sus propios proyectos. Hace tiempo no escuchábamos música argentina tan buena como la que hay ahora. Cada día salen más proyectos, como Bandalos Chinos o Zoe Gotusso, que están trascendiendo la cordillera, y eso implica estar sonando en México, Colombia, Perú, Chile también. Siento que siempre que uno va a otro país, tiene que ir a ver cómo se hacen las cosas por allá. Sí, también intentar tocar tu música lo más posible, que te escuchen otras personas, pero principalmente hay que ir a aprender.
Desde la salida de su disco anterior, Humo (2018), ha pasado un estallido social en Chile y una pandemia global. ¿Cómo se verá reflejado todo esto en el nuevo álbum?
Sin querer queriendo, entre Humo y este álbum nuevo que estamos preparando, sacamos tres discos: un disco en vivo grabado en el Teatro Nescafé de las Artes; Fuego, un disco con alumnos y alumnas de un taller de canciones, y Mal, un disco pandémico que grabamos con nuestros roomies, y que terminó siendo nominado a Mejor álbum del año… Una locura. Fue básicamente un disco que hicimos para salvarnos la vida, para no morirnos de pena. En fin, en medio de todo esto empezamos a grabar el disco con Cristián Heyne, que fue como un sueño porque él es el mejor productor de pop chileno y nos estaba enseñando a hacerlo, a entender el lenguaje. Es hermoso porque Yorka siempre ha estado buscándose… A pesar de que Humo es muy indie, yo estoy queriendo casarme lo más posible con el pop, porque me encanta, pero siento que es difícil componer pop en este país que es tan triste y melancólico. Cristián tiene una especie de receta y nos la está mostrando, así que el disco que se viene es un disco pop, el disco más pop de Yorka.
¿Y de qué habla el disco?
Transita mucho por el adiós. Tuvimos que decir adiós a muchas cosas: a nuestra casa, a nuestro padre, a nuestras parejas, a nuestro país. Es un disco que habla principalmente de las despedidas, de replantearse las relaciones de amor: cómo una tiene que amar después de la muerte, cómo una tiene que amar después de separarse, cómo una tiene que amar mientras está en pareja. Ha sido un proceso de entender la despedida y la transformación del amor. Siento que de eso se trata el disco que vamos a sacar, siempre con un lenguaje lo más popero posible.
El año pasado se radicaron temporalmente en México, ¿cómo fue esa experiencia?
Fuimos a contestarnos preguntas. Yo siempre me enojaba cuando cachaba que todos los artistas se quieren ir de Chile. Me enojaba esa idea y cuando me fui a México comprendí muchas cosas, como por ejemplo que lamentablemente nací en el último país del mundo. A pesar de que estamos al lado de Argentina y Perú, hay una cordillera enorme, un desierto y un mar que nos aísla, y eso no lo había entendido hasta que me fui. Me di cuenta que en lugares como México toda la gente pasa, y hay oportunidades laborales que ayudan a desarrollar tu proyecto… Yo iba a responderme la pregunta de si es necesario salir y la verdad es que sí, lo es. Nos fue muy bien, siempre tuvimos pega y buenos resultados, y eso es bacán porque todo lo hicimos nosotras con nuestras manos: no tenemos sello, ni presupuesto detrás de nosotras más que nosotras mismas. Ahora tenemos que volver a regar esa planta. Queremos ir a lanzar este nuevo disco allá.
Luego de sus conciertos en Argentina van a estar en el Lollapalooza Chile, ¿cómo se están preparando para eso?
Íbamos a estar en el Lolla del año pasado, pero se suspendió, así que igual estamos un poco asustadas, esperando que sí se haga. Ojalá que sí. Estamos preparando un show que venimos armando desde hace dos años, porque sentimos que en Lollapalooza hay que mostrar una especie de carta de presentación, porque nosotras quizá en el circuito independiente de la música chilena sí tenemos un lugar, pero en el mainstream somos muy pequeñas, entonces en un festival internacional como este, en el que va a haber mucha gente que no escucha música chilena y sí escucha cosas más anglo, tenemos que salir a mostrar qué es Yorka.
¿Cómo han vivido el apagón de conciertos que se ha vivido en Chile durante la pandemia?
En Chile ha sido pésima la forma en que se ha tomado la cultura: básicamente no se le ha entregado soluciones a los trabajadores, no se les ha respetado ni se nos ha dado ninguna alternativa laboral. Esto no está tan lejos de lo que ha pasado en todo el planeta. Lo que más me asusta es que cuando pase algo así otra vez, en el mundo importe tan poco el goce, la entretención y la salud mental. Porque el arte y el espectáculo no son solo entretenimiento, muchas veces son reflexiones, son entregas de información, son conversaciones. Es brígido que lo que pasó con esta pandemia nos entregó tanta muerte, tanto miedo… Fueron dos años de asustar a la gente, y no sé si eso ayudó a que nos contagiemos menos o que muriera menos gente. Siempre se tiene que contemplar que a la gente hay que darle cariño y amor, y siento que en ese sentido lo artístico abraza, abraza las emociones de la gente. Con el arte puedes entregarle a alguien que no sabe expresarse o decir lo que está sintiendo, una herramienta. Siento que la cancelación de todo espectáculo artístico fue una especie de castigo, una solución injusta, que siempre tiene como sacrificio el goce. Me parece horrible lo que ha provocado en la salud mental de las chilenas y chilenos. Fue muy cruel y espero que se solucione pronto.
Yorka se presenta el viernes 4 de marzo a las 21 h en Camping (Av. del Libertador 999, CABA), entradas disponibles a través de Ticket Hoy. El 6 de marzo tocarán en C’est La Vie (Calle 55 1143, La Plata); y el viernes 11 y sábado 12 en Pez Volcán (M. T. de Alvear 835, Córdoba). Escuchá “Viento” en plataformas de streaming (Spotify, Apple Music).