El disco de Red Hot Chili Peppers que pasó a la historia por su pésimo sonido

En 1999, los Red Hot Chili Peppers lanzaron Californication, un disco que marcó el regreso de John Frusciante y el inicio de una nueva etapa creativa para la banda. Sin embargo, también se convirtió en una referencia negativa en el mundo de la producción musical. A pesar de su éxito rotundo —número tres en Estados Unidos y cinco en el Reino Unido—, quedó manchado por su mala mezcla y masterización.

Un disco con problemas de sonido

A lo largo de la historia del rock, la producción, mezcla y masterización constituyeron componentes tan fundamentales como subestimados. No importa cuán talentosa sea una banda: si la grabación está mal producida, el resultado será decepcionante. Californication es la prueba más contundente de esto. En plena era de la “Guerra del volumen” -tendencia que priorizaba volúmenes altísimos por encima de la fidelidad-, el disco terminó afectado por una compresión excesiva que generó distorsiones audibles en parte de las canciones.

Aún bajo la dirección del legendario productor Rick Rubin, quien había trabajado con la banda desde Blood Sugar Sex Magik (1991) y seguiría con ellos hasta 2022 (exceptuando The Getaway), la producción de Californication cayó en lo que muchos consideran uno de los errores técnicos más notorios de su carrera. En lugar de resaltar la paleta emocional que Frusciante trajo consigo tras su retorno -más melódica, introspectiva y atmosférica-, el resultado fue una mezcla áspera, comprimida y carente de matices, que miles de fans describieron como “difícil de escuchar”.

Ejemplo de mala producción

Lo paradójico es que Californication llegó en el punto más alto de la banda como símbolo del rock californiano, después de haber evitado hábilmente las modas dominantes como el grunge, el britpop y el nu metal. Con un sonido transversal y auténtico, los RHCP eran omnipresentes en los años 90, pero su salto definitivo a la masividad tuvo un costo técnico. La mezcla original del disco fue tan criticada que se convirtió en un ejemplo clásico en debates sobre las malas prácticas de producción.

"La canción 'Californication', tal como fue lanzada en 1999, es una de las peores mezclas que se pueden encontrar en un disco mainstream”, han señalado algunos críticos (vía Far Out Magazine). Ante la presión del público y el desgaste de la polémica, la banda se vio forzada a intervenir en el asunto. En 2012 se lanzó una remasterización en vinilo, y en 2014 otra para plataformas digitales, ambas con resultados notablemente superiores.