Hollywood tiene una larga historia de incorrecciones y decisiones ideológicas que hoy resultan difíciles de imaginar. La relación entre Estados Unidos y México siempre fue tensa, y esto quedó reflejado en el cine, ya que desde el lado del Tío Sam se ha subestimado históricamente al país vecino mediante estereotipos peyorativos. Esa misma lógica llevó a que Frank Sinatra fuera vetado en México y se le prohibiera ingresar al país durante un año. El contexto se remonta al estreno de la comedia Divorcio a la americana en 1966, dirigida por Jack Donohue y protagonizada por el cantante junto a Deborah Kerr.
En este film sobre la crisis matrimonial de una pareja, los protagonistas viajan a México para una segunda luna de miel que termina en desastre, con un inesperado divorcio incluido. Así, el país aparece asociado a la idea de la inestabilidad conyugal y, por ende, a una moral cuestionable para la época. Además, los personajes mexicanos son retratados como personas sin educación, convirtiendo a México en el blanco principal de las burlas.
Ante esto, las autoridades consideraron la película ofensiva por la manera en que caracterizaba al país, prohibieron su exhibición, vetaron la entrada del músico e incluso cancelaron la proyección de otras cintas en las que él actuaba. Sin embargo, el intérprete de "Fly Me to the Moon" desoyó la restricción y viajó a Acapulco para celebrar su cumpleaños ese mismo año. El veto se mantuvo bajo el gobierno del presidente Gustavo Díaz Ordaz hasta 1967. Tiempo después, Sinatra recompuso su vínculo con México: regresó para ofrecer conciertos e incluso habría viajado para grabar junto a José José.
El supuesto vínculo de Frank Sinatra ¿con la mafia?
Frank tenía estrechos vínculos con varias figuras de la mafia, tales como Sam Giancana, Willie Moretti y Lucky Luciano, además de que se lo podía ver con frecuencia en su compañía y asistía a sus fiestas y eventos. Es por ese motivo que, hasta el día de hoy, se sospecha que Sinatra recibió favores de la mafia para impulsar su carrera, como acceso a locales, protección y financiamiento.
A cambio, él les habría dado parte de lo recaudado como artista y ayudado a lavar dinero. Sin embargo, nunca se le acusó formalmente de ningún delito relacionado con la mafia y él negó cualquier participación en actividades ilegales.