Linda Ronstadt supo desarrollar una carrera más que envidiable: en casi cinco décadas, la norteamericana grabó más de dos docenas de álbumes, ganó 11 premios Grammy, tres American Music Awards y muchos de sus LPs fueron certificados como oro, platino o multiplatino en Estados Unidos e internacionalmente. Cualquiera podría afirmar que tuvo una carrera perfecta en la música. Sin embargo, según la propia Linda, quien sí logró eso fue Judy Collins, la cantautora también ganadora del Grammy y nominada al Oscar a la cual quería imitar.

En una entrevista con Jean Vallely publicada en Playboy allá por abril de 1980, Ronstadt contó cómo fue mudarse del desierto de Tucson a la soleada Los Ángeles y aprovechó para tirarle flores a su colega oriunda de Seattle, Washington. Ante la pregunta de si esperaba alcanzar su nivel de fama, Linda comentó: “Cuando llegué a Los Ángeles en 1964, miré a mi alrededor y pensé que quizás la carrera de Judy Collins era perfecta. Publicaba discretamente cosas que parecían de buen gusto y se vendían bien”.

Ese era el tipo de carrera que yo quería: una carrera en la que me ganara bien la vida, que mis discos se vendieran bien, que tuviera el respeto de otros músicos y que hiciera las cosas con buen gusto. Nunca intenté convertirme en el próximo gran éxito. Parecía algo que debía evitar a toda costa”. Sin embargo, la rueda empezó a girar para Linda y ella no pudo evitar que sus creaciones se popularizaran.

“Es antinatural no intentar avanzar, no intentar progresar. ¿Qué vas a hacer? ¿Empezar a caminar de lado? Así que no hay forma de controlar esas cosas. Iba por ahí, haciendo álbumes de country-rock, experimentando. Me sentía un poco pionera en ese campo. Sentía que estaba aportando nuevas ideas al montón. Mis discos se vendían bien. Pensé que había llegado. Eso fue antes [del disco] Heart Like A Wheel. No tenía ni idea de que estaba destinada a ser más”, sentenció.

Suzanne
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