La naranja mecánica, la adaptación cinematográfica de la obra literaria homónima de Anthony Burgess, es una de las películas más destacadas de toda la filmografía de Stanley Kubrick. Protagonizado por Malcolm McDowell, Patrick Magee, Adrienne Corri y Miriam Karlin, el largometraje sitúa al espectador en una Gran Bretaña distópica y sigue al personaje de Alex DeLarge, un joven muy agresivo que tiene dos pasiones: la violencia desaforada y Beethoven.
“[Alex] es el jefe de la banda de los drugos, que dan rienda suelta a sus instintos más salvajes apaleando, violando y aterrorizando a la población”, reza la sinopsis. “Cuando esa escalada de terror llega hasta el asesinato, Alex es detenido y, en prisión, se someterá voluntariamente a una innovadora experiencia de reeducación que pretende anular drásticamente cualquier atisbo de conducta antisocial”.
Un clásico que influenció su música
Este clásico de culto logró cautivar a millones de cinéfilos y hasta inspiró a diversos artistas como David Bowie. La influencia de La naranja mecánica sobre el Duque Blanco hizo que en su tema “Girl Loves Me” -del disco Blackstar– empleara el Nadsat -el lenguaje utilizado en la obra de Burgess- y Polari -una jerga de los clubes gay del Londres de los años 70-.
A través de ambos dialectos, Bowie “resume lo que es sufrir un dolor intenso y tomar medicación intensa. Mientras tanto, la instrumentación es desnuda, disonante y hace eco de la estructura escasa y suelta de la pista”, afirma el sitio Genius, dedicado al análisis de letras de canciones y a indagar en el significado detrás de ellas.