Hablar de Neil Young es hablar de uno de los músicos más prolíficos y aclamados de la historia del rock. Con casi 50 álbumes de estudio y una trayectoria que abarca más de seis décadas, el canadiense nunca tuvo miedo de ampliar sus horizontes sonoros y experimentar, incluso si eso significaba desconcertar a su público o entrar en conflicto con la industria.
La valentía artística de Young y su constante búsqueda por crear nuevas obras lo llevó a ser el responsable de algunas de las canciones y discos más exitosos de todos los tiempos, pero en el proceso también editó algún que otro álbum que no fue tan bien recibido, ni por la crítica ni por sus seguidores más acérrimos.
Ya sea por cambios bruscos de estilo, tensiones con su sello discográfico o una búsqueda creativa sincera que no siempre encontró forma, algunos de sus trabajos terminaron siendo señalados como los más flojos de su discografía y hoy los repasamos (vía UCR).
3. Landing on Water (1986)
Este LP marcó un intento de Young por actualizar su sonido a la era ochentosa. El disco sumó sintetizadores y baterías electrónicas que le dieron un aire muy distinto a sus trabajos anteriores. Fue recibido con críticas mixtas: muchos lo acusaron de sonar forzado, con un estilo demasiado atado a las tendencias de la época.
2. Everybody’s Rockin’ (1983)
Este fue el álbum más breve de la carrera de Young, con apenas 25 minutos de duración. Para este proyecto, el músico decidió rendir tributo al rockabilly de los años 50. El problema fue que la ejecución sonó más a parodia que a otra cosa. El disco generó un enorme conflicto con Geffen Records, que lo demandó por “no sonar como Neil Young”.
1. Old Ways (1985)
Este LP vio al músico completamente volcado al country tradicional. Grabado con músicos del género como Waylon Jennings y Willie Nelson, no convenció ni a críticos ni a su base de fans. Apenas alcanzó el puesto 75 en el Billboard 200 y fue un fracaso comercial, con ventas mínimas en comparación con sus discos de rock.