A mediados de los 80, la bruma comenzaba a disiparse en la nebulosa posdictadura, la primavera alfonsinista florecía en el pecho de los jóvenes y el camino hacia un futuro prometedor volvía, poco a poco, a emocionar a los entusiastas de la democracia. Sin embargo, un poco irónico, un poco pesimista y otro tanto desafiante —moneda corriente en la poética del Indio Solari— el debut de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota abría con una singular frase en consonancia a la época: “Esta vez (¡por fin!) la prisión, te va a gustar". Aunque la dictadura había terminado, todavía quedaba algo a maltraer entre la sociedad, un mal trago que era difícil pasar por la garganta. La onomatopeya Gulp! busca dibujar ese conflicto interior.

Los Redondos ya tocaban hace varios años juntos, tras peregrinar por bares, boliches y festivales de Buenos Aires. Desde 1977 eran conocidos en el under por sus curiosas actuaciones teatrales y extra-musicales en sus shows y, desde 1982, con la grabación de sus primeros singles, empezaron a ganar popularidad. Pero no fue hasta 1984 que pudieron costear los gastos de su primer LP grabado en los modestos estudios MIA de la familia Vitale, con Lito como ingeniero de sonido y tecladista. El resultado de esas sesiones conoció la luz de las calles el 20 de julio de 1985 (algunas fuentes apuntan al 22 de abril como otra posible fecha de publicación), convirtiendo a Gulp! en el primer álbum oficial de la banda.

Indio Solari y Skay Beilinson junto a La Negra Poli
Indio Solari y Skay Beilinson junto a La Negra Poli, manager de la banda, durante la década de los 70.

Aunque siempre se mantuvieron firmes en su idea de independencia musical y discográfica, las tentaciones fueron grandes y apetitosas. Cuenta la leyenda que en una de las presentaciones de Los Redondos se encontraba Charly García, época de Piano Bar (1984). Luego de terminado el show, se acercó a la banda a ofrecerles producir su primer álbum, interpelado por la novedosa búsqueda musical del proyecto y reconociendo una gran proyección en ellos. En ese momento, era común que Garcia se desempeñara como productor de proyectos ajenos (sin ir más lejos, el primer disco homónimo de Los Abuelos de la Nada). Sin embargo, la negativa del conjunto ricotero fue terminante: su independencia era innegociable. 

El presupuesto limitado y la búsqueda en demasía de autenticidad hicieron que Gulp! se produjera con escasos recursos, desde la producción, edición y distribución hasta el diseño gráfico. Este último estuvo a cargo de Rocambole Cohen, quien realizó una primera tirada de miles de discos fabricados de forma completamente artesanal, uno por uno. La serigrafía de la tapa requirió varios intentos fallidos hasta alcanzar una estética singular, con una caligrafía trazada en plasticola. La intención, tanto de Rocambole como de la banda, era lograr un arte llamativo y novedoso, una búsqueda común en la época para atrapar desde lo visual a los oyentes que aún no conocían al grupo. El resultado fueron portadas de distintos colores —verdes, rojas— que quedaron impregnada en la historia por su carácter único.

Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota - Gulp (1985) (Full Album Oficial)

Basándose en un mecanismo similar para su sonido, la propuesta de la banda era disruptiva y novedosa. El sintetizador fue el gran aliado de los años 80 en el mundo y cerca de la salida de Gulp! también se crearon otros discos argentinos que se amoldaban más a las tendencias pop del momento, como Nada personal de Soda Stereo, G.I.T volumen II y Locura de Virus. Sin embargo, Los Redondos sobresalían con un sonido crudo, filoso y rockero.

El trabajo de guitarras de Skay Beilinson y los riffs de saxofón de Willy Crook —quien en ese momento tenía solo 18 años— marcaron un camino propio no solo dentro de la expectativa musical del momento, sino también para lo que sería el sonido de Los Redondos de allí en adelante. "Gulp! es una maravilla y es algo que agradezco a los espíritus que me cuidan —diría Crook años más tarde—. Porque justo cuando Los Redondos se transformaron puntualmente en una banda de rock, yo tuve la suerte de estar ahí. Felizmente intuí que ese tren iba a pasar una sola vez en la vida".

Tan disruptivo fue la intromisión de la banda en la escena argentina que hasta ellos mismos se autocensuraron con un comunicado apócrifo de Comité Federal de Radiodifusión (COMFER) adjunto con el disco. El documento membretado por Presidencia de la Nación sugería a las radios y emisoras abstenerse de difundir el último track del álbum “Criminal mambo” por considerar su letra carente de creatividad y de sentido artístico, además de ser burda y grosera. Teniendo en cuenta que la poética del tema está compuesta por una sola frase (“Es un criminal mambo”), la advertencia del comité resulta irónicamente falsa y bizarra, pero hubo quienes sintieron verdadera preocupación por la censura explícita hacia la banda. 

El falso documento de censura contenido en la edición original de Gulp!.
El falso documento de censura contenido en la edición original de Gulp!.

Después de tantos años tocando en vivo antes de grabar su primer disco, Los Redondos se vieron obligados a dejar muchos temas afuera y hacer una cuidadosa selección para que Gulp! condensara la identidad de la banda. Los once temas que lo integran logran amalgamar la guitarra de Skay con la lírica del Indio en texturas musicales inusuales para la época, que aún hoy resuenan en el imaginario colectivo argentino. Dentro de ese repertorio sobresalen algunos de sus himnos más recordados, como “La bestia pop”, “Superlógico” y “Ñam fri fruli fali fru”.

Aunque Gulp! puede leerse como un disco iniciático, se aleja bastante de los clichés que suelen acompañar a los debuts. Es cierto que hasta entonces no había una "estética ricotera" del todo definida —salvo para aquellos afortunados que presenciaron los primeros shows de los 80—, pero sus protagonistas ya sabían lo que buscaban. Lejos de ser un vómito adolescente de urgencias mal grabadas, el álbum muestra a un grupo maduro, consciente y trabajado. A diferencia del recorrido clásico de otras bandas en las que su primer disco suele ser un rejunte de canciones adolescentes, Gulp! fue el resultado una prolijidad y detenimiento particular. Recordemos que Solari tenía 36 años cuando lo grabaron y Skay, 33. Nada de improvisación, nada de casualidad.

Una vez publicado, Los Redondos quisieron presentar su ópera prima el 16 y 17 de agosto de 1985 en el Teatro Astros de la Ciudad de Buenos Aires. Pero Valeria Lynch, que venía haciendo una serie de shows en ese mismo escenario, sumó funciones por la alta demanda y dejó al grupo afuera de la cartelera. Finalmente, el 23 de agosto la banda pudo hacer la presentación de Gulp! en el mítico templo del under porteño: Cemento. Esa noche, finalmente, se completó el rompecabezas: el disco debut de Patricio Rey fue presentado en vivo y, por primera vez, tuvo lugar la legendaria e icónica misa ricotera.

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