Los diarios personales y las cartas tienen la capacidad de meterte de cabeza en cierta intimidad. Crean un vínculo confesional, produciendo una relación secreta entre autor y lector, una relación que los borra como tal y los convierte en amigos. La literatura epistolar, así como los diarios de escritores suelen resultar mucho más entretenidos que otros géneros. Me pasó hace mucho con Querida Familia, los dos libros de cartas escritos por Manuel Puig y editados por Entropía. De la misma editorial pero con menos fanatismo, leí el diario que Werner Herzog escribió a raíz del rodaje de Fitzcarraldo.
Ahora, este librito que desconocía y me acompaña hace varios meses.
Como muchos saben, pero debo recordarlo, Pasolini pasó por el teatro, la literatura y el cine atravesado siempre con la misma idea; denunciar el fascismo del poder, denunciar la complicidad de la burguesía, denunciar a una generación que se dormía en el consumismo y denunciar al resto de la sociedad que se hacía la distraída frente a este ocaso.
Pasiones heréticas, contiene las cartas que Pasolini escribió entre 1940 y 1975, el año de su muerte. Y esta reedición aumentada, como promete desde la tapa, aumenta aun más con algunas entrevistas:
“El rechazo ha sido siempre un gesto esencial. Los santos, los eremitas, pero también los intelectuales, aquellos pocos que hicieron la historia, son los que dijeron que no (…) El rechazo, para funcionar, tiene que ser grande, no pequeño; debe ser total (…)”
(Extracto de una entrevista hecha por la televisión francesa en 1975)
Las cartas están dirigidas tanto a familiares y amigos ignotos como a colegas, pero prefiero no detenerme en el cholulismo de lo que le decía a Godard o a Ginsberg, sino rescatar algo más cotidiano, algo que en apariencia no diga nada, algo real, como cuando le escribía a un tal Franco Farolfi a sus jóvenes 18 años:
“Querido Franco:
No te pido perdón por mi largo silencio apelando a mi vagancia, dado que la vagancia es excusable como excusa sólo entre parientes ancianos (…) Estoy vacío y abúlico (…)”
“Voy a jugar al fútbol, como es habitual, pero ahora ni siquiera eso me divierte como en otra época. ”
Recomendación para la próxima: una edición con todas las entrevistas a Pasolini, son más poderosas que sus novelas, en la última, la que le hizo Furio Colombio pocas horas antes de ser asesinado, decía lo siguiente:
“La masa se hace más grande, como la desesperación, como la rabia”
“Es claro que añoro la revolución pura y directa de la gente oprimida que tiene tan solo el objetivo de ser libre, de volverse dueña de sí misma”
“Yo escucho a los políticos con su formulitas, a cualquier político, y me vuelvo loco. No saben de qué país hablan, están tan lejos como la luna. Y también los literatos. Y los sociólogos. Y los expertos de todo tipo. ”
Pasiones heréticas
Correspondencia 1940 – 1975
Pier Paolo Pasolini
2012 – Cuenco del plata