“Hace falta valor /para encender un fuego / que arda siempre”, escribe Moira Morgulis en su primer libro, que para nada parece amateur. En su paseo por los miedos del ser humano, ella va dejando la impronta de una poesía fuerte, en la que parece decir que al mundo así como está hay que agregarle condimentos para volverlo trascendente. A su libro le sobran palabras traídas de diversos universos, para resolver e identificar su propia voz, y salir de la obra cerrando un capítulo para ella, y para los lectores.
¿Puede considerarse a la voz narrativa de Una voz imperfecta, una intrusa? ¿Por qué?
En primer lugar, creo que lo que yo pueda considerar sobre mi obra, va a ser completamente diferente de lo que pueda considerar el lector. Te diferencia mucho el hecho de haber escrito algo y el hecho de leer lo que escribió otra persona. Son dos cosas muy diferentes que te sitúan en otro lugar y entonces ves las cosas de otra manera. Así que no sé cómo verá o cómo leerá la otra persona, desde afuera, lo que yo escribí. Pero lo que a mí me resuena de lo que decís de “una voz intrusa” es cierta mirada extrañada, ver con unos ojos nuevos algo que otra persona podría observar sin reparar en nada, no plantearse ni cuestionarse nada sobre esa escena. Creo que la “voz intrusa” es esa cosa medio corrida de foco, que pone atención en algo que quizás podría haber pasado desapercibido.
Hay una especie de melancolía que tiñe Una voz imperfecta, ¿De qué se está despidiendo la autora?
Esto que me decís me hace acordar a algo que me dijo un amigo cuando terminó de leer mi libro. Me dijo “siento que estoy en la costa argentina en invierno”. Así que supongo que debe ser así, lo que me decís también me lo dijo él de otra manera. Y creo que la autora se está despidiendo del significado que le dejaron ciertas marcas… de momentos, lugares, relaciones, etapas… Creo que eso es lo que está dejando atrás, toda esa carga que tenían esas cosas, y creo que de ellas se despide porque las transformó y de alguna manera murieron porque algo nace en un momento, o eso siento hacia el final del libro, es como si naciera otro ser, otra voz… Como si la voz en algún momento se transformara y, hacia el final del libro, la autora dijera: “Ah, ok… Bueno, acá estoy yo con estas cosas, con esto que soy, y con esto puedo hacer un montón”. Y creo que se apropia de eso y se reafirma en esa voz, se reafirma ella misma.
Una de las cosas que me llaman mucho la atención es la utilización de diferentes glosarios para contar una historia. Hay una utilización de glosarios propios de la medicina. Tales como: bisturí, la placa fría, las pastillas. ¿Cuál es el lugar de estos objetos médicos, de estos mundos médicos en Una voz imperfecta, y qué tienen que ver con este final de aceptar esa voz?
Creo que tiene que ver con lo médico en relación al cuerpo, a la mente, que también está en el cuerpo, igual, ¿no? La espalda sobre la placa fría, las pastillas… Me parece que dan una sensación que en los poemas se siente como algo frío y desolador. Creo que la presencia de estos mundos médicos traen eso y se relacionan con la voz en un sentido más corporal, porque también en otros poemas nombro esas otras cosas, partes del cuerpo: la laringe, la garganta, el esternón… Sería también lo médico en relación al cuerpo y el cuerpo en relación con la voz.
¿Qué es una voz imperfecta? En ese sentido, ¿Cuál es el vínculo en vos como cantante con la poesía y viceversa?
Una voz imperfecta es para mí la voz propia, la canción propia, el deseo propio, la propia identidad. Tiene que ver con reafirmarse en esa voz, con apropiarse de ella y hacerla cuerpo. Y a la vez se relaciona mucho con la locución y con el canto: no pretender tener una voz perfecta sino quererla y aceptarla con esas imperfecciones. Y el vínculo que tengo como cantante con la poesía no sé si tiene tanto que ver en mi caso, porque de hecho la poesía me sale más separada de la música, no sé cuánto tienen que ver realmente las dos cosas juntas en mí, van más una por un lado y la otra por el otro porque son cosas muy diferentes, o al menos a mí me resulta un desafío escribir letras de canciones, me resulta más difícil eso que escribir poemas.
La autora presenta su libro el sábado 20 de marzo a las 19:30 h en La Casa del Árbol (Av. Córdoba 5217, CABA). Comparte la presentación junto con Rocío Gurdiziel, Luciano Emmanuel Gangoni y Leticia Martin, y otros autores publicados por la Editorial Niña Pez, que presentarán sus recientes poemarios.
Moira Morgulis recomienda Prender un fuego de Marilina Bertoldi:
Elijo este álbum porque Marilina me parece la mejor y más auténtica artista que tenemos en los últimos tiempos, y porque creo que en él, cosecha todo el laburo que venía haciendo desde su debut discográfico en 2014. En este tercer disco su voz (no en un sentido literal) suena más madura, firme, segura y personal, con una identidad más lograda. Creo que estas líneas resumen algo de su espíritu: “Quiero avisarles algo / Estaba enojada / Y ahora estoy preparada / ¿O no?”.