10. James Blake – Overgrown
Republic
Desde el comienzo, Overgrown establece una atmósfera muy singular cuyo ritmo se vuelve cada vez más intenso con el paso de las canciones. Los primeros temas son más bien introspectivos; pero pasada la colaboración con RZA (que marca un corte abrupto en el flujo y no termina de ser del todo efectiva), empieza a sonar el épico single, “Retrograde”, y a partir de ese momento, el ritmo acelera con tracks como “Digital Lion”, co-escrito por Brian Eno, y “Voyeur”, que podría ser tranquilamente bailable. Overgrown puede requerir de repetidas escuchas para apreciarse en su totalidad, pero una vez que esto sucede, uno se encuentra frente a un disco perfectamente realizado: un testamento al talento de su autor que se consolida como uno de los músicos más prometedores de la actualidad. Reseña completa.
B.A.
09. MGMT – MGMT
Columbia
Las aguas se dividieron cuando MGMT lanzó este año un disco sin canciones pop. Un disco lleno de psicodelia y experimentación que los neoyorquinos habían experimentado en Congratulations. Parece que ahora maduraron un poco y nos lanzaron por la cabeza un disco sin tapujos ni prejuicios, sólo libertad y experimentación a borbotones.
G.B.
08. Disclosure – Settle
Island Records
Guy y Howard Lawrence son dos jóvenes hermanos británicos que comenzaron a hacer música en 2010 cuando editaron su primer sencillo llamado “Offline Dexterity“. Progresivamente fueron adquiriendo popularidad en las discotecas de Londres, y más aún cuando a finales de 2012 lanzaron su single “Latch” y luego “White Noise” con las colaboraciones de Sam Smith y AlunaGeorge respectivamente. Este año presentaron su primer álbum y fue un verdadero éxito en el Reino Unido, y tuvo gran aceptación mundialmente. La combinación de elementos del dance, el garage y la música house funcionan para crear sencillos bien gancheros y bailables recreando el sonido techno de la vieja escuela. Su receta es lineal y se quiebra pocas veces: las canciones contienen mucho de “kick-drums” que le sirven de base al groove que le aplican el hi-hat, al beat de los sintetizadores, a los samples y las voces. A fin de cuentas Disclosure es justamente eso que alguna vez dijo el motivador Eric Thomas y ellos samplearon: “Un fuego que comenzó a arder y a expandirse”.
L.A.
07. Atoms For Peace – AMOK
XL Recordings
Amok es el primer trabajo de Atoms for Peace, el ambicioso proyecto formado por Thom Yorke, Flea, Joey Warronker, Mauro Refosco y el brillante productor Nigel Godrich, que en esta formación toca teclados y guitarras, además de ser el productor. Un disco experimental que no renuncia al desafío de crear melodías intensas. Nueve composiciones exquisitas que condensan todo lo sucedido en los últimos años en el trip-hop, el indie-rock y el electropop.
A.R.
06. My Bloody Valentine – m b v
Independiente
La espera valió totalmente la pena luego de los 22 años que tuvieron que pasar desde la salida del maravilloso Loveless. Este año apareció el tercer disco de estudio de My Bloody Valentine y con él volvió el trémolo junto con la inmensa pedalera y el genio de Kevin Shields que nunca decepcionan. ¿Quién iba a decir que unos 46 minutos aproximadamente bastaban para cerrar los ojos y disfrutar tanto de un disco?
F.G.
05. David Bowie – The Next Day
RCA Records / ISO Records
The Next Day es un discazo. Lleno de grandes canciones. Misterioso, atrevido, introspectivo. Suena a Bowie, sin dudas. Pero no cae en un cliché de sí mismo, ni en un intento absurdo de “reinventarse”. The Next Day es preciso y funciona como un hermoso conjunto de muy buenas canciones. El disco con el que todo artista querría regresar. Es que 10 años es mucho tiempo. Y la idea de volver podría sonar a un desafío innecesario. Pero, si no lo lograba David Bowie… ¿entonces quién? Reseña completa.
B.S.
04. Vampire Weekend – Modern Vampires of the City
XL Recordings
Parece que fue ayer cuando los chicos de Nueva York, Vampire Weekend, sacaban su primer disco homónimo con una visión muy distinta de lo que se venía haciendo. No fueron los primeros (ni los últimos), pero sin dudas fueron, para ese momento, la banda que se animó a incluir otros instrumentos y ritmos del mundo. El resultado era cautivante por todos lados. ¿Alguien podía resistirse a “Walcott” o a “Oxford Comma”? El impacto de Modern Vampires of the City es casi instantáneo (como todos sus discos): no son requeridas muchas escuchas para (volver a) caer en el juego de los VW y reconocer que es su trabajo más ambicioso y que los coloca en otro nivel: los pibes ya juegan en las grandes ligas y este tercer disco entra directo al casi-podio de lo mejor que nos dio este 2013. Reseña completa.
R.P.
03. Daft Punk – Random Access Memories
Columbia
Con su cuarto disco de estudio, Daft Punk – quizás más que nunca – volvió a consolidarse como una de las presencias más consistentes en la escena pop tras una ausencia de 7 años. Random Access Memories, a pesar de no alcanzar los picos de esfuerzos previos como Homework o Discovery, es un muy buen álbum por su cuenta. El último trabajo del dúo robótico muestra, paradójicamente, su lado más humano en un tributo a la música disco de los años ‘70s. Sin embargo, esto lo hacen sin descuidar su actualidad, convocando la colaboración de artistas como Panda Bear y Julian Casablancas. En tracks como “Giorgio by Moroder“, Daft Punk sigue asombrando con sus innovaciones sonoras, pero es el super hit del año “Get Lucky” por el cual Random Access Memories será recordado.
B.A.
02. Arctic Monkeys – AM
Domino Records
No es una banda que a esta altura, siete años después del lanzamiento de su disco debut, requiera mucha presentación. La historia la sabemos todos: púberes que revolucionaron MySpace y se convirtieron en la banda del momento de un día para el otro, siendo la contrapartida europea del movimiento que The Strokes fundó de este lado del Atlántico. Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not se editó por Domino en 2006, mismo año que los liderados por Casablancas editaban su disco ruptura (y desde donde no volverían), First Impressions of Earth. Con AM, cuatro discos después, vuelven a superar las expectativas. Es muy difícil mantener una línea y una calidad en una discografía que ya cuenta con cinco títulos, pero sin embargo los Arctic Monkeys se despachan con su disco más sexy, un disco en el que el sonido “hard-rock” que estaban buscando se choca con el R&B, y da como resultado lo inevitable: no hay otro adjetivo (que no sea sensual) que pueda salir de tal combinación (en su Facebook anotaron que el “Trip Hop” es su género principal). Alex Turner con su lírica más afilada que nunca, con su voz que se anima a nuevos registros (incluyendo falsettos) y la banda que siempre lo acompaña: Jamie Cook en la segunda guitarra, Matt Helders en batería y Nick O’Malley en bajo; todos demostrando un crecimiento y maduración musical. Reseña completa.
R.P.