Bruce Dickinson va a pasar a la historia como uno de los mejores vocalistas de la historia del rock, de eso no caben dudas: el tenor británico lleva varias décadas de trayectoria junto a Iron Maiden. Pese al colosal éxito de esa agrupación, Dickinson tuvo momentos en los que ha preferido enfocarse en su carrera como solista, o bien dedicarle más tiempo a sus otras profesiones.
Hace unos días, el también piloto de aviones, historiador y empresario conversó con la revista Kerrang!. En medio de ese diálogo reflexionó sobre el legado de la mítica banda de heavy metal y reveló que hubo un “desajuste entre la expectativa y el resultado” al interior de la formación en 1999. No obstante, luego de tener una extensa charla con el bajista de Steve Harris, él decidió regresar para la gira de Ed Hunter y para lanzar a los pocos meses Brave New World (2000), el duodécimo álbum del grupo.
Cuando Bruce quiso explicar que quería tomarse un tiempo lejos del proyecto musical, su compañero lo convenció con unas palabras muy sencillas y certeras. Sobre esa discusión, Dickinson recordó:
“Me dijo ‘No, hermano, tenés que hacerlo. ¡El mundo necesita a Iron Maiden!’ Y yo pensé: ‘Mierda. Nunca lo había pensado de esa manera. Pero tenés razón: el mundo necesita a Maiden. ¡Dale!'”
El metalero de 62 años dice que esas frases permanecieron en su mente y lo motivaron a dar lo mejor de sí durante el tour en cuestión: “El mundo necesita a Iron Maiden, y aquí estamos. ¡Boom! Y tenía esa sensación en mí, esta banda podía mover montañas. Me sentí mucho más seguro de quién era y cómo me estaba desempeñando. Había aprendido mucho en ese período intermedio. Nunca pude dar un paso atrás en ningún instante cuando estaba en eso y decir: ‘¿De qué se trata lo que estoy haciendo?”.
Hace poco, reportamos que Dickinson escaló los cuatro piso del edificio del grupo y fue celebrado por sus colegas.