El cambio climático tiene un sinfín de implicancias en la vida humana, pero una que no nos imaginábamos a primera vista está relacionada con la industria de la música. Se trata de una alarmante escasez de fresno verde, el árbol que da la madera para las populares guitarras Fender.
El árbol crece en Misisipi y la especie está empezando a desaparecer por el cada vez más alarmante cambio climático. Según reportes, la zona donde abundaban estos árboles se vio abatida por fuertes inundaciones en los últimos tiempos y causó la muerte de muchos de ellos. El desastre ambiental también es consecuencia de las obras en construcción que pretenden desviar el cauce del río.
Fender se vio obligado a buscar otra madera que sirva para los cuerpos de sus guitarras. La marca es una de las más elegidas por el rock a nivel global y cuenta con ediciones icónicas que identifican a sus artistas y a los géneros musicales. El fresno verde se reservará para las piezas de lujo, mientras que para las versiones más económicas elegirán maderas que no tienen la misma calidad acústica y sonora.
Esta situación generará que, al igual que sucedió con Gibson y su bancarrota, las guitarras Fender de fresno verde que pululan por el mercado de usados cobren un valor superlativo: las nuevas guitarras más accesibles posiblemente no ofrezcan la sonoridad por la que miles de rockeros eligen esta marca alrededor del mundo.