La música indie fue parte de una revolución gracias a Arctic Monkeys. Las letras de Alex Turner que generaban un romance a partir de lo mundano, combinadas con la instrumentación rudimentaria pero potente de la banda, hicieron que se convirtieran en una de las estrellas del rock de las últimas dos décadas.
Con su período de transición cimentado en AM (2013), pasaron del rock juvenil a un estilo más sofisticado y prolijo. Pero ese pasaje no podría haber sucedido sin el disco anterior, Suck It and See, lanzado en 2011. En ese proyecto Turner comenzaba a experimentar con estructuras distintas y a despedir el estilo que había dominado sus trabajos previos. Uno de los puntos claves de este disco es que gran parte de él fue escrito en medio de giras mundiales y la banda quería desarrollar nuevos matices sin perder lo que había construido.
Una letra tonta
Una canción clave para el proyecto fue “Brick by Brick”, que no contiene el tipo de letra extensa de Turner sino que se construye a partir de una estructura y la repite con un riff y un estribillo rápido. Si parece escrita en un apuro, es porque en parte lo fue. Esto le contó Turner a NME:
“Es un chiste. Tiene como tres ‘rock n rolls’ en la letra. Estábamos en Miami de gira y la escribimos esa noche en un bar. Pero era bastante suelta, pensábamos en ella como el concepto de una canción y todas estas cosas que quieres hacer, ladrillo por ladrillo, y solamente hicimos una lista de ellas que probablemente era tres veces más larga que lo que quedó esa noche y las próximas semanas”.
Alex parece estar orgulloso de lo básica que es esta canción y ha asegurado que ese es el punto: “Siempre intentamos hacer canciones con 1000 palabras”, comentó en una entrevista con Pitchfork. “Así que pensamos hacer una que tuviera menos de 30, que terminó siendo ‘Brick by Brick’. Aunque es tonta, lo sabemos, y tiene ese sentido del humor. Dice, ‘quiero rock n rollear’ como tres veces, lo cual es hilarante”.
Escuchá “Brick by Brick” a continuación.