David Bowie fue uno de los más exitosos y respetados músicos de toda la historia. Sin embargo, el inglés no siempre fue conocido ni admirado. De hecho, hubo un punto en su carrera en el que dio el batacazo y su arte se volvió popular. Esto fue el 11 de junio de 1969, día en el que publicó el primer y único single de su segundo disco de estudio, el cuál llevó por título Space Oddity. Después del fracaso de su LP debut, llamado David Bowie y publicado a mediados de 1967, el oriundo de Londres decidió cambiar de manager y contratar a Kenneth Pitt, quien pensó en la idea de hacer una película promocional con la esperanza de ampliar la audiencia del artista.
Para el film, el cantautor escribió “Space Oddity“, la que hasta hoy es una de sus canciones más exitosas. El track cuenta la historia de un astronauta ficticio y le valió a Bowie un contrato con Mercury Records, sello que se comprometió a financiar el largometraje. Además, Pitt contrató a Tony Visconti para producir el álbum y, dado que no le gustaba el tema, acudió al ingeniero Gus Dudgeon para que produjera una nueva grabación para su lanzamiento como sencillo principal, mientras él se encargaba del resto del proyecto.
Según recuerda Far Out Magazine, “Space Oddity” logró un éxito casi inmediato, llegando incluso a ubicarse en el puesto número cinco en la lista de singles del Reino Unido. Sin embargo, el relanzamiento de 1975 de RCA del track como parte de un maxi-single se convertiría en el primer éxito número uno de Bowie en el mencionado territorio, algo que ya había logrado en Estados Unidos meses atrás con su canción “Fame” del disco Young Americans.
El también actor tuvo que esperar hasta 1983 para alcanzar una hazaña similar del otro lado del charco, hito que logró gracias a “Let’s Dance”, mientras que en el Reino Unido repitió cuatro canciones más con “Ashes to Ashes”; “Under Pressure”, junto a Queen; “Let’s Dance” y “Dancing in the Street”, con Mick Jagger.