Son incontables las bandas que tras haberse separado o al haber perdido algún integrante sucumben a la nostalgia y/o al mercado y deciden reunirse. Solo basta con ver lo que fue el fenómeno “Me verás volver”, la gira reunión de Soda Stereo, o el mítico concierto de Led Zeppelin Celebration Day, y podríamos contar cientos de casos. Aún así, hay bandas que se resisten al fenómeno del reencuentro y la reunión para su público: una de ellas es Talking Heads. David Byrne, cantante de la banda, una vez más cerró todas las posibilidades de poder verlos en vivo.
La banda se separó en 1991 y se reencontraron por única vez en 2002 por su ingreso al Salón de la Fama del Rock. A pesar de la insistencia del baterista Chris Frantz, la negativa de Byrne siempre fue más fuerte: en 2003 fue la última vez que el frontman le dijo a su compañero que las puertas estaban completamente cerradas.
Byrne tiene sus razones. En una entrevista reciente con The Beat, el músico volvió a abordar el asunto y explicó:
“Hay un periodo en el que la música es realmente esencial y te ayuda a definir quién sos y cuál es tu lugar en el mundo, y no podés soltar ese momento. Pero no podemos recrearlo ni reemplazarlo. Hay muchos tours de bandas que se reúnen y eso se vuelve una forma de ejercitar la nostalgia. No se puede recrear el momento en que alguien escucha una canción por primera vez. Esas sensaciones tienen que ver más con el momento de la vida en el que la escucharon que con nosotros”.
Por su lado, Frantz apunta a que sería una buena experiencia volver a encontrarse en el escenario y con el público ya que “a diferencia de muchos de nuestros contemporáneos, estamos todos vivos”, señaló el baterista. Pero sin Byrne sería imposible pensar una vuelta de los Talking Heads, con lo cual los fanáticos solo deberán conformarse con el material registrado y, quienes hayan tenido la oportunidad de presenciarlo, el recuerdo de un show en vivo.
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