La industria musical ha sido una de las más afectadas por la cuarentena decretada en muchos países para frenar el coronavirus (COVID-19). No solo ha impedido la realización de festivales de música en todo el mundo, sino que también ha retrasado de manera indefinida lanzamientos de nuevos discos.
Pese a ello, algunos creadores han encontrado la manera de seguir acercando contenido a los melómanos. Por ejemplo, Dischord, sello punk fundado en Washington por Ian MacKaye y Jeff Nelson, decidió subir su catálogo completo a Bandcamp para descargar. Si bien el sello ya tenía disponible allí todo su material, en las últimas horas lo promocionaron en vista de que Bandcamp renunció a a su comisión de ventas durante los próximos tres meses para apoyar financieramente a los artistas que suben canciones a su plataforma. De ese modo, todas las ventas surgidas por Bandcamp se destinan 100% a los artistas. Por otro lado, el streaming allí es completamente gratuito y no hay necesidad de crear una cuenta.
Today, @bandcamp is waiving its revenue share to help artists impacted by Covid-19. The complete Dischord catalog is currently available on the site as are works by a number of labels, musicians, and bands who will benefit directly from your support. https://t.co/id1da2UcbZ
— Dischord Records (@dischordrecords) May 1, 2020
Vale recordar que Dischord nació en 1980 y el primer álbum que publicó fue Minor Disturbance de The Teen Idles; desde entonces, su catálogo se centró en bandas underground de diferentes rincones de Estados Unidos. Sin dudas, se trata de un proyecto crucial en la historia del punk rock al impulsar la carrera de grupos icónicos como Fugazi, Minor Threat, Andalusian, Autoclave, Hammered Hulls, Soccer Team y Youth Brigade, por solo nombrar algunos. El proyecto más reciente que ve la luz por esa casa disquera es Coriky, grupo que reúne miembros de Fugazi y The Evens.
Según lo reportado por Farout Magazine, en varias ocasiones, MacKaye y su compañero dejaron en claro que los motivaba el difundir música e ideales libertarios, por ello no seguían la misma fórmula que otros sellos más comerciales:
“No utilizamos contratos, abogados, ninguno de esos tipos de cosas. Somos socios: ellos hacen la música y nosotros hacemos los discos.”
Asimismo, Nelson celebra el hecho de que su metodología poco ortodoxa y de espíritu comunitario se haya mantenido en el tiempo pese a todo pronóstico en contra. En 2015, él señaló: “El sueño ahora tiene 35 años, así que pueden irse a la mierda.”