Con el encierro y la imposibilidad de tocar en vivo, 2020 fue un año muy prolífico para los artistas y sobre todo para los independientes. La banda chilena Chicarica aprovechó esos meses para trabajar en su disco debut, Arde lento, que acaba de ver la luz a través del sello Quemasucabeza.
Después de los adelantos “Ay tentación“, “Hermoso final” y “Arde lento”, el flamante álbum viene a ser el sucesor del EP que sacaron en 2018, Dale mami. Con doce canciones, la banda alienta a escuchar el material en orden y de corrido, como si se tratase de un cuento. El recorrido comienza con “diamantes”, sobre la cual dicen: “[Tiene la] estructura de canción que representa bien lo que se viene para adelante; es tu bienvenida al disco”.
Grabar este disco también supuso un cambio en su metodología de trabajo en el estudio. Sobre esto, la banda refiere: “A diferencia de nuestras publicaciones pasadas donde creamos tocando las canciones juntes en la sala, arde lento lo hicimos juntes frente al computador. Con los mismos instrumentos que estábamos tocando en vivo fuimos improvisando en el estudio”.
El resultado es una seguidilla de canciones de corte synthpop que abordan temas como el deseo, el romance y el agobio. Canciones apasionadas que por momentos evocan los años 80, confesiones románticas hechas para bailar en la soledad de una habitación o con alguien especial.
Chicarica se formó en 2016 por Lorena Pulgar (voz y sintetizadores), Martín Pérez Roa (sintetizadores), Santiago Farah (batería electrónica) y Felipe Zenteno (guitarra y coros). Durante 2020 participaron de festivales por streaming como Panorama Neutral y Entre Naves, y colaboraron con el ilustrador Gabriel Garvo para definir el concepto visual del grupo.
Escuchá Arde lento a continuación o en plataformas de streaming (Spotify, Apple Music):