One Hot Minute, el álbum que los Red Hot Chili Peppers publicaron el 12 de septiembre de 1995, es uno de los más experimentales de la discografía del cuarteto californiano.
Tras la salida de John Frusciante del conjunto compuesto por Anthony Kiedis, Flea y Chad Smith, y la posterior incorporación de Dave Navarro (quien se encontraba disponible por esos años dado el parate de Jane’s Addiction), el legendario grupo de funk-punk se metió en el estudio junto a Rick Rubin para grabar el LP que quedó en la historia de la banda gracias a tracks como “Warped”, “My Friends” y “Aeroplane”.
Aunque el resultado final del trabajo de RHCP no logró cautivar a la crítica como su predecesor, Blood Sugar Sex Magik, sí logró devoluciones mixtas y un puñado de temas que se popularizaron entre los fans de Kiedis y compañía. Sin embargo, años después de su salida a la venta el propio cantante reconoció que el LP “lo preocupaba”.
Según recuerda Far Out Magazine, en una entrevista de 2002 con Rolling Stone, Kiedis miró hacia atrás en el disco y habló sobre las relaciones entre los miembros de la banda tras el regreso de Frusciante a la alineación del conjunto.
“Podría olvidar que [John] alguna vez se había ido”, comentó. “Pero, quiero decir, me lo recuerdan todo el tiempo. Me encontraré con Dave Navarro frente a un restaurante, o algún niño chiflado se me acercará en las calles de San Francisco y me dirá: ‘Oh, me encanta One Hot Minute. Ese era mi álbum favorito’. Y yo me preguntaría: ‘¿En serio?’”.
“[La grabación de One Hot Minute] fue un momento difícil para mí”, reconoció Kiedis, quien también habló sobre la salida de Frusciante y la comparó con un divorcio: “Sí, eso es como preguntarle a alguien: ‘¿Tu unidad familiar sería diferente si estuvieras casado con una chica diferente?’. Comenzaste preguntando cómo son las relaciones de la banda y, en pocas palabras, diría que mejor que nunca”.