Anoche tuvo lugar la 58º entrega de los Premios Grammy en el Staples Center de Los Ángeles y, aunque nos habíamos ilusionado con una buena lista de nominados, los premios coronaron al costado más comercial del pop como lo mejor del año: Taylor Swift ganó el premio a Disco del año, por 1989; y Ed Sheeran a Mejor canción del año por “Thinking Out Loud“.
La categoría que siempre más nos interesa es la de Mejor Álbum Alternativo, que en esta ocasión Sound & Color de Alabama Shakes se alzó con la estatuilla, ganándole polémicamente a Vulnicura de Björk, The Waterfall de My Morning Jacket, Currents de Tame Impala y Star Wars de Wilco.
En la categoría de Mejor artista nuevo estaba nominada Courtney Barnett pero ganó Meghan Trainor, joven de 22 años que tiene un hit top 40 bajo el brazo: “All About That Bass“.
En Mejor álbum rock, el ganador resultó ser Drones de Muse y en el respectivo a Electrónica Jack U de Diplo y Skrillex.
Como siempre, las presentaciones en vivo fueron una parte muy importante de la gala. Rihanna canceló su presentación, The Weeknd (que ganó el premio Mejor álbum de música urbana contemporánea por Beauty Behind the Madness) hizo “Can’t Feel My Face” y “In the Night“, antes de las presentaciones de Miguel, Adele, Justin Bieber, Kendrick Lamar y demás.
Uno de los puntos más altos fue el homenaje de Lady Gaga a David Bowie: la neoyorquina hizo un medley con “Space Oddity“, “Changes“, “Ziggy Stardust“, “Suffragette City“, “Rebel Rebel“, “Fashion“, “Fame“, “Let’s Dance” y “Heroes“, vistiendo trajes inspirados en el Duque blanco. Nile Rodgers, colaborador de Bowie, fue el director musical de la presentación y apareció durante “Let’s Dance“.