Los Beatles todavía siguen dando de qué hablar a más de 50 años del fin de su carrera. Por estos días, se comentan algunas curiosas anécdotas de sus presentaciones en vivo. Una de ellas esa narrada en The Ox: The Last of the Great Rock Stars, biografía de John Entwistle, integrante de The Who fallecido en 2002. El libro se basa en anotaciones dejadas por el músico y cuenta con el aval de su familia, por lo cual las historias consignadas en sus páginas suelen ser tomadas como ciertas.
En uno de los pasajes más divertidos del texto, que fue recogido por portales como Ultimate Classic Rock, se narra un recital en Blackpool, Inglaterra en 1964. Por entonces, The Who era telonero de los Beatles. Uno de los puntos a destacar de la velada era el ruido incesante que hacía el público desde que los Fab Four se acercaban al escenario. Era tal la algarabía que los gritos de los fans a menudo tapaban las voces de John Lennon y Paul McCartney.
Sin embargo, los miembros de The Who recibían una señal directa hasta su camerino desde la tarima, así que podían escuchar con claridad lo que la aclamada banda de Liverpool decía en sus micrófonos:
“Se hizo evidente que los Beatles habían pensado que, en vista de que los gritos no podían detenerse y nadie en la audiencia podía escuchar algo, entonces también podrían divertirse. Pronto los cuatro estábamos llorando de risa por las palabras que ellos estaban cantando y que solo nosotros pudimos oír: ‘It’s been a hard day’s, cock, I wanna hold your cunt (Ha sido un día duro para mi pene, quiero agarrar tu coño)’. Tocaron un último acorde, y se marcharon. Y seguimos con la tarea de guardar nuestros equipos.”
Esa anécdota de Entwistle es tan graciosa como fácil de creer, puesto que la euforia desatada por Paul, John, George y Ringo era algo descomunal. Asimismo, los Beatles siempre fueron célebres por su sentido del humor y su espíritu juguetón que los llevaba a hacer bromas constantes.
Hace poco, también comentamos la relación entre los Fab Four y The Doors, además de la historia de su encuentro con el boxeador Muhammad Ali.