“¿Por qué nos gusta escuchar canciones tristes?”, es un interrogante que los estudiosos de esta materia se hacen desde hace años. Aunque con el paso del tiempo se le brindó varias explicaciones, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur parece haber respondido esta pregunta.
Desde “Lovely” de Billie Eilish hasta “Runaway” de Aurora, Internet está lleno de listas de reproducción con canciones tristes y melancólicas. Sin embargo, llama la atención cómo composiciones que evocan al dolor o a sentimientos desgarradores puedan tener tanto éxito y ser tan queridas por los fanáticos.
“Es paradójico pensar que podrías disfrutar de algo que te hace sentir una emoción negativa”, declaró el profesor Emery Schubert, autor del estudio del Laboratorio de Musicología Empírica en la Escuela de Artes y Medios de la UNSW. “Pero esta investigación muestra la primera evidencia empírica de que la tristeza puede afectar positivamente el disfrute de la música, directamente”.
¿Cómo se llevó a cabo el estudio?
La investigación se llevó a cabo con un grupo de 50 estudiantes universitarios. Cuando se les pidió que seleccionaran sus canciones favoritas que les evocaran tristeza, varios eligieron temas que iban desde clásicos de Beethoven hasta éxitos de Taylor Swift.
Luego, se les pidió que imaginaran un escenario donde la tristeza como emoción se eliminaba de la música. El 82% de los participantes afirmó que esa idea disminuyó su disfrute de la música, a lo que Schubert atribuyó varios factores biológicos y psicológicos. Uno de ellos, relacionado con el “juego”.
¿Qué dice el estudio?
“Experimentar una amplia gama de emociones en un entorno más o menos seguro podría ayudarnos a aprender cómo lidiar con lo que encontramos en el mundo“, mencionó el profesor. Este explicó además que a las personas les gusta sentirse “conmovidas”, es decir, una especie de tristeza con felicidad.