La Mona Lisa o Gioconda fue pintada en 1503 según registros oficiales. A más de cinco siglos de su creación, todavía nos encontramos debatiendo sobre esa obra de Leonardo Da Vinchi.
De cualquier manera, el rasgo más notable de dicha pintura es la misteriosa expresión facial de la persona retratada. En general, se habla de “la sonrisa de la mona lisa”. No obstante, un reciente estudio publicado por revista Cortex, bajo la dirección de la Universidad de Cincinnati y replicado por El Mundo, tiene una conclusión diferente.
En esa investigación dirigida por Luca Marsili, miembro de tal institución, se convocó a un grupo 42 personas para evaluar esa “sonrisa”. La idea era que identificaran lo que expresan la mitad izquierda y la mitad derecha de la misma. Esto en razón de que la asimetría de tal sonrisa es lo que ha intrigado a la mayoría de la gente que ve el cuadro.
Tras el análisis de la pintura, el 92,8% de los participantes de la prueba señalaron que la mitad izquierda de la sonrisa denotaba alegría. En cambio, ninguno anotó lo mismo acerca del lado derecho. Más aún, la mayoría de ellos (35 evaluadores) dijeron que la expresión del costado derecho era neutral, otros cinco apuntaron que mostraba descontento y los dos restantes opinaron que sugería tristeza.
En resumen, la felicidad de la sonrisa solo era palpable en su lado izquierdo. A su vez, los investigadores tomaron en cuenta el hecho de que no hay activaciones musculares en la parte superior del rostro de Mona Lisa. No se produce así una “sonrisa de Duchenne” o sonrisa auténtica que provoca la contracción de los músculos alrededor de los ojos.
Los autores del estudio concluyeron que la sonrisa de la Gioconda se relaciona con la existencia de una mentira:
“Refleja una emoción no genuina y se cree que ocurre cuando el sujeto miente.”
Al ser Da Vinci un experto conocedor de la anatomía humana, podemos asegurar que esa evidente asimetría en dicho gesto facial es premeditada; así que la teoría de la sonrisa falsa o fingida cobra aún más fuerza. Es por ello que los expertos señalaron:
“Una posibilidad intrigante es que Leonardo ya conocía el verdadero significado de sonrisa asimétrica más de tres siglos antes de los informes de Duchenne e ilustró deliberadamente una sonrisa que expresaba una emoción ‘no sentida’.”
Sin dudas, se trata de una pieza de arte que seguirá generándonos preguntas por mucho tiempo, aunque también existen muchos detractores que la califican como una obra mediocre y sobrevalorada.
Lo más reciente que informamos sobre la obra del aludido pintor florentino fueron las rvelaciones sobre la autoría de la Gioconda desnuda.