Nick Cave volvió a filosofar desde su blog The Red Hand Files, y esta vez habló sobre cómo le suele llegar la inspiración para componer sus obras. El ídolo australiano le respondió a Jake, un fan que le mandó desde Canadá la pregunta: “Siempre he tenido afinidad por los compositores que ponen mucho arte en sus canciones como si estuvieran construyendo una mesa de madera, todo está donde debería estar. ¿Pensás que es más importante encontrar inspiración o ponerse manos a la obra y escribir?”.
Lejos de contestar con alguna clase de método místico, el autor de himnos como “Into My Arms” tan solo reiteró la importancia de dedicarle tiempo y energía a su labor creativa: “También tengo afinidad con los artistas que tratan su oficio como un trabajo y no dependen de los caprichos de la inspiración, porque yo soy uno de ellos”. Más adelante, el líder de The Bad Seeds compartió un poco de su rutina diaria y puso especial énfasis en su tarea como escritor:
“La empresa más importante de mi día es simplemente sentarme en mi escritorio y agarrar mi bolígrafo. Sin este acto elemental no podría llamarme compositor, porque las canciones me llegan con insinuaciones demasiado sutiles para ser percibidas, a menos que esté preparado y listo para recibirlas. No vienen con fanfarria, sino en susurros, y vienen solo cuando estoy en el trabajo”.
Así que Cave no se sienta a esperar a que le llegue una idea genial de la nada, sino que está convencido de que la magia ocurre cuando él la busca de forma premeditada: “Una vez dentro de la imaginación, ocurren toda clase de cosas inexplicables. El tiempo se vuelve loco, el pasado se presiona contra el presente y el futuro revela sus secretos”, afirmó.
Y agregó: “De repente, las palabras se comportan de una forma que no deberían, pero lo hacen maravillosamente, nuestro pulso se acelera, deliciosas mariposas explotan en nuestros estómagos y la composición se transforma en una colisión entre lo pragmático y lo completamente absurdo”.
Hace unas semanas, Nick también se aventuró a tocar un tema polémico al opinar sobre separar el arte del artista: “No creo que podamos ni debamos”.