“La compasión nunca ha tenido un olor tan dulce”, expresó Brian May en sus redes sociales para anunciar el lanzamiento de su perfume. El guitarrista, de quién a esta altura solo se espera lo inesperado, acaba de sacar a la venta “Save Me”, una fragancia inspirada en la canción de Queen. Su ganancia será destinada a Save Me Trust, una organización benéfica que trabaja en una campaña contra la cacería de zorros y el sacrificio de tejones.
El envase de 50 mililitros cuesta 235 euros, aunque existe una segunda versión de 500 que incluye los autógrafos del compositor británico y Sergio Momo, el fundador de la marca de perfumes Xerjoff. En palabras del músico: “Salvar animales salvajes nunca olió tan bien.
Sin embargo, en declaraciones con la prensa May optó, al igual que la popular marca de gaseosa, por cortar con tanta dulzura. “El packaging es vital ya que es lo primero que la gente ve”, aseguró el guitarrista al ser consultado por el envase del producto. Y no tardó en asociar esta afirmación con una opinión que hasta entonces se desconocía. “Creo que esto también aplica para los humanos. Con un intérprete se podría decir que todo se trata de la voz, pero es importante también el cuerpo, el rostro y el alma que la acompaña. Por eso realmente odio este programa llamado The Voice. No puedes simplemente aislar una voz y pensar que de eso se trata”, sentenció.
El concurso de canto tiene lugar en la televisión desde hace ya nueve años, pero aún no pudo sacar un artista emergente que haya logrado sostenerse en el tiempo. Al estar encerradas en sus casas por el coronavirus, habrá inevitablemente más personas que miren el programa, por lo que se espera que en la nueva temporada un cantante crezca en la pantalla y por fin sea reconocido, una vez que termine la pandemia.