En lo que respecta al acatamiento de la cuarentena, la creatividad es inexorablemente rebelde. No obedece a aislamientos sociales, preventivos ni obligatorios. No hace caso a prescripciones sino que sale, brota, emerge. Su esencia es generar, en todo caso, nuevos hogares en los cuales buscar calor. Refugios apropiados para abrigarnos, para que los habitemos hasta que lentamente se vuelvan parte nuestra sin que nos demos cuenta. Casi que hasta podemos percibirlos como una casa en la cual nos gustaría quedarnos, donde sea que estemos. Esa es la cualidad que, independientemente de cualquier cambio de piel sonora, prima en la esencia de la obra del prolífico Shaman Herrera.
En principio, nos puede descolocar fácilmente; a primera escucha, eso sucede con Isla, un EP de seis canciones recientemente publicado en el cual no es la única novedad la incorporación de gran cantidad de sintetizadores y beats electrónicos a su paleta sonora. No es la única; para un artista fuertemente experimental que, sin embargo, se fortaleció en el trabajo con el formato de canción pop (especialmente como productor de bandas como El Mató a un Policía Motorizado y Mi Amigo Invencible). El recorrido que propone este material resulta fresco y a la vez, es un excelente conducto con el particular mundo de discos anteriores como Quimera (2014) o Sueño real (2015) junto a Los Pilares de la Creación.
“Salí a escuchar la melodía que suena al callar” es la frase que da comienzo al disco, en “Zorzal”, y que anticipa una búsqueda basada en dar a luz a momentos, a instantes para que el sonido se exprese, vibre, nos haga bailar y nos hable con la misma claridad con la que la boca pronuncia el silencio.
Si bien el disco fue compuesto y producido durante 2019 y principios de este año, tanto el nombre como la foto de portada (de Juan Francisco Sánchez) parecen remitir a una desolación presente y actual. Pero solo aparece invocada para ser erradicada con la calurosa voz de Shaman, con el mismo calor de hogar en el cual fueron concebidas estas nuevas melodías, que no por estar teñidas de timbres electrónicos pierden temperatura. Ahí está la guitarra encendidísima de Lucy Patané en el track “Tecka en repeat”, el tema más arriba del disco, para sumar leña al fuego.
“Sabrá que la vida es una distracción / del sendero eterno que recorre el sol / anida el día / hay que ir más allá / hasta el final” canta en “Espina”, canción que había servido como adelanto del nuevo material. El último tema, “Mientras arda el sol”, cierra el disco como un clímax esperanzador: “Sigue agitando esa bandera (…) muéstrala flameando en el incendio”. Al hogar de la voz de Shaman, a la que nos acurrucamos como a los rayos del día, en un invierno que va a pasar.
Escuchá Isla en todas las plataformas de streaming.