Si hay algo que le apasionaba a Joe Strummer era el poder de la música y su capacidad para hacer del mundo un lugar mejor. Una prueba clara de eso es cuando escribió el clásico de The Clash “Rock the Casbah“ como canción de protesta contra la prohibición de música occidental en Irán en 1979.
Según recuerda el medio Far Out Magazine, un informe de la época por parte del New York Times explicaba que el líder político del país, el ayatolá Ruhollah Jomeini, había decidido prohibir la música en todas las estaciones de radio y televisión porque la consideraba “igual que el opio”. También afirmaba que el acto de escuchar música “atonta a las personas que la escuchan y hace que su cerebro se vuelva inactivo y frívolo”.
Debido al trabajo como diplomático de su padre, Strummer había vivido en varios países, Irán entre ellos, por lo que tenía un gran cariño por esa tierra. Al ver lo que estaba sucediendo allí, mientras Jomeini destrozaba el tejido cultural de esa nación, el músico entendió que no podía quedarse con los brazos cruzados y decidió tomar acción con la música como principal herramienta. Así nació “Rock the Casbah”, un rock combativo en protesta del régimen dictatorial en Irán.
En palabras de los miembros de The Clash, la instrumentación del tema provenía de una canción que ya tenían y que era una especie de homenaje explícito por parte de Topper Headon a su novia. Sobre esa pieza perdida, Kosmo Vinyl le dijo a Rolling Stone: “Tenía una letra realmente pornográfica, si no recuerdo mal. Una letra muy, muy pornográfica”.
Strummer mantuvo la instrumentación pero cambió la letra. “Empecé a lamentarme sobre el muecín y los jeques y el petróleo en el desierto. Alguien me dijo que si tenías un disco en Teherán, te daban 20 latigazos. Y si tenías una botella de whisky Johnny Walker Black Label, recibías 40 latigazos”, explicó el músico en la misma entrevista.
Y añadió: “No podía quitármelo de la cabeza, así que intentaba decir que el fanatismo no está en ninguna parte. No hay ternura ni humanidad en el fanatismo. Eso es lo que intentaba decir en ‘Rock the Casbah’“.
Esta fue “la última gran canción de The Clash” según Joe Strummer.