22.53. La música del dj se cortó de manera abrupta y, con el telón aún cerrado, se empezaron a escuchar los primeros acordes. “Maestro Distorsión” es lo que suena, un track con poca letra, pero sencilla que lo vuelve muy fácil de corear. El público sabe los temas. Tiene sentido. Esta fecha es para los fans. La última oportunidad de ver a Astro en vivo en el país, y una de las últimas de la vida. Luego de Buenos Aires se vuelven a Chile a confirmar unas últimas fechas para ponerle fin a siete años de carrera.
El show alternó temas de sus tres discos, pero en su mayoría sonaron los que componen el disco homónimo de 2012. El viaje playero que generó el doblete “Caribbean” (Chicos de la Luz, 2015) – “Mono tropical”(Le Disc de Astrou, 2010), fue seguido por “Panda”, uno de sus tracks más conocidos, por ser parte del soundtrack del videojuego FIFA 2013. Para “Le Golden Ballon” pidieron encendedores y celulares arriba y siguieron con “Drogas Mágicas” y “Miu – Miu Reaparece” poniendo el cierre a la primera mitad del show.
Mientras cambiaban de instrumentos para seguir, Andrés Nusser, vocalista carismático, efusivo y sensible se asoma al borde del escenario sobre un retorno y con un vaso en la mano en señal de brindis agradeció y preguntó “¿Quién va a ganar mañana?”, haciendo referencia a la final de la Copa América disputada por Argentina y Chile, lo que generó gritos desde la audiencia.
Armado con su guitarra, Andrés dio el pie para arrancar con “Volteretas”, track que invitó a la banda a despedirse y aclarar que este es uno de los últimos shows en la vida de la banda. El público gritaba en contra de la decisión, pero ya no se podía volver atrás. Entonces llegó “Manglares”, otro de los hits. Con un gran juego de luces estroboscópicas y la clásica sección de percusiones la banda probó su destreza en los tambores demostrando que no sólo son buenos músicos, sino que también saben dar un gran show.
El track “Coco” fue dedicado a uno de los miembros de Los Animales Superforros, que subió al escenario a tocar la pandereta y bailar con la banda. Hicieron un largo instrumental que aprovecharon para recorrer el escenario y arengar a la gente. Luego, la introducción de “Ciervos” empezó a sonar y, de manera tácita, el final se veía venir. Andrés le dio el pie al público para que canten el “A-E-O” que da comienzo a cada verso. Con un gran solo de guitarra distorsionada y un final muy ruidoso la banda termina la canción y se va rápido, saludando muy al pasar.
A los pocos minutos volvió Andres, al escenario. Sólo con su guitarra, tocó una vez más “Colombo”, dándole a la versión un tono más emotivo. “Ojalá se queden, y que no se vayan”, cantaba. El público entendió el doble mensaje. Aunque la canción reza que no se vayan la banda se iba y no había nada que se pudiera hacer al respecto. Luego de la ovación, el resto de la banda regresó a la escena. Tomó el micrófono para agradecer y contó lo importante que fue Argentina en sus comienzos, recordando fechas muy pequeñas con muy poco público. Se tomaron una selfie grupal de espaldas al público y se calzaron los instrumentos una vez más.
Con esto pusieron fin a una carrera armada desde el under que, a pequeños pasos, se fue haciendo cada vez más grande. La evolución del grupo se pudo ver en cada disco y en cada presentación. Y ojalá los proyectos en los que se embarquen sean tan buenos como lo fue la banda. El último tema de la noche fue la fantasía lírica y musical de “Pepa” que, acompañada por un largo instrumental, fue lo último que escuchamos de Astro en vivo.
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Fotografía principal: Matías Casal